El Jardinero

Capitulo 28

Ya era otro día, Emilio bajaba corriendo las escaleras después de haber recibido un mensaje urgente, se trataba de su chiquito bonito.
-¿A dónde vas bebé?- preguntó Niurka.
-Voy a salir con los chicos, me invitaron a desayunar- mintió Emilio-. Por cierto papá, Joaquín me pidió que te avisara que no vendrá hoy porque amaneció sintiéndose mal.
-Si hijo, gracias- dijo Juan.
Emilio finalmente se fue dejando solos a sus padres.
-Sabes que Juan, creo que Emilio nos está mintiendo- dijo Niurka.
-¿Por qué lo dices?- preguntó el hombre.
-Desde que nos confesó que terminó con Seidy porque se enamoró de alguien más no hemos conocido a esa joven y siempre sale con sus amigos. Hay dos opciones, tal vez la chica no es de nuestra sociedad o creo que Emilio inventó eso para que no lo obligáramos a volver con ella.
-Tienes razón, volveremos a hacer el trato con la familia de Seidy pero esta vez nos encargáremos de que los planes no se arruinen y los muchachos se tendrán que casar lo más pronto posible.
Emilio llegó a la casa de su novio, saludó a Eli y al subir encontró a Renata afuera del baño.
-Joaquín, llevas mucho rato en el baño, ¿seguro que estás bien?- preguntó Renata.
-Estoy bien hermanita, solo que...- Joaquín fue interrumpido porque volvió a vomitar.
-¿Qué pasa Renata?- preguntó Emilio.
-Ay Emilio, pues estábamos desayunando cuando de la nada Joaquín sintió muchas nauseas y de repente vino corriendo al baño.
-¿Estás bien amor?
-Si Emi, ahora salgo.
Cuando Joaquín salió del baño Emilio lo ayudó a llevarlo a su cama y se acostó junto con él mientras acariciaba su rostro.
-Ay bonito ¿cómo fue que te enfermaste?- preguntó Emilio.
-No lo sé mi amor, desde la madrugada me siento así- dijo Joaquín-. No quería preocuparte, pero ya estoy mejor ahora que estás aquí conmigo.
-¿Quieres que te acompañe al doctor?
-Gracias Emi, pero le pediré a mi mamá que me acompañé, no quiero que tu familia comience a sospechar de nuestra relación si se dan cuenta que saliste solo para venir a verme.
-Está bien, respeto tu decisión.
Ambos se sentaron recargándose en la cabecera de la cama pero sin dejar de abrazarse, hasta que una idea se cruzó por la cabeza de Emilio que lo hizo soltar una pequeña risa.
-¿Qué pasa?- preguntó Joaquín contagiándose de la risa.
-No es nada, solo se me cruzó algo loco con respecto a tu malestar- contestó Emilio.
-No hay momento en que no se te ocurra algo loco, pero cuentame ¿qué fue?
-Imaginé que probablemente estuvieras embarazado.
-¡Que ideas se te ocurren Emilio! Sería imposible.
-Lo sé, sería loco pero ¿te imaginas? ¿Un hijo tuyo y mío?
-Tal vez si, ese es uno de mis más grandes sueños, casarme contigo y formar nuestra familia.
-Ay mi chiquito bonito, te prometo que en unos años más cuando cumplamos la mayoría de edad cumpliremos ese sueño.
-Te amo Emi.
-Y yo a ti mi Joaco.
Se dieron un beso para quedarse un rato más abrazados disfrutando de su compañía.