Emilio y Joaquín continuaban besándose bajo ese árbol, ninguno de los dos quería terminar el momento.
-Espera Emilio- dijo Joaquín separándose del beso.
-¿Qué pasa?- preguntó Emilio.
-No sé si sea lo correcto hacer esto.
-¿Por qué lo dices? ¿Acaso te molestó que te haya besado?
-Claro que no, ese beso fue hermoso porque lo sentí tan puro y sincero. Pero...
-¿Pero qué?
Joaquín se levantó alejándose un poco del árbol mirando hacia los girasoles a pensar en aquello, Emilio hizo lo mismo pero abrazó a Joaquín por atrás y eso lo tranquilizó un poco.
-Sea lo que sea puedes decírmelo- dijo Emilio mirándolo con una sonrisa de confianza.
-Está bien, verás, no dejo de mirarte ni un segundo, cuando estás conmigo desaparece el mundo y siento que solo existimos nosotros dos- dijo Joaquín mirándolo a los ojos-. Así como los girasoles, tú eres mi rayo de luz y felicidad, ya formas parte de mí. El calor en mi cuerpo se eleva sin control con solo verte, comienza por mis manos y termina en mi corazón, eso es lo que he sentido desde que te ví por primera vez. Te amo Emilio, pero no estará bien lo que hacemos.
-¿Por qué no Joaquín? No rompas mi corazón de esta manera.
-Yo no podría lastimarte con eso, lo que en realidad pasa es que si me gustaría tener una relación contigo pero tú tienes novia y no me gustaría que tuvieras problemas con tu familia.
-Bonito, yo ya te dije que no la amo y la lección que me diste ese día me hizo comprender que si realmente amo a alguien debo luchar por el amor. No importa lo que diga mi familia, quiero ser feliz solo estando a tu lado.
Juntaron sus labios una vez más, pero este beso ahora fue diferente ya que se transmitían ese amor que realmente necesitaban.
-¿De verdad harías eso por mí?- dijo Joaquín sonriendo.
-Claro que si Joaquín, no importa que tenga que enfrentar a mi familia con tal de luchar y defender nuestro amor- dijo Emilio sonriendo y acariciando el rostro del menor.
-Eso fue lo que me hizo enamorarme de ti, tienes un gran potencial y el corazón más lindo que cualquiera quisiera robarse.
-Si así lo dices, supongo que ya llegó el momento.
-¿Qué momento?
-Joaquín Bondoni, ¿aceptarías ser mi novio?
-Claro que si Emilio, acepto ser tu novio.
Ambos se unieron en un abrazo lleno de alegría, sobretodo Emilio quien había encontrado en Joaquín la felicidad que le faltaba. Volvieron a mirarse con una sonrisa y se unieron en un hermoso beso, su historia de amor comenzaría en ese campo de girasoles.
-¿Y qué harás con Seidy?- preguntó Joaquín.
-Pues terminaré con ella, le explicaré todo y no importa si tengo que discutir con mi familia, todo sea por defender nuestro amor.
-Gracias Emilio, no cabe duda de que te amo.
-Yo te amo más.
Emilio colocó sobre la oreja de Joaquín una pequeña flor que estaba a un lado de él y sellaron una vez más su amor con un beso.
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El Jardinero
Fiksi PenggemarEmilio es un joven proveniente de una familia millonaria, él no se da tanto la vida con lujos, solo siendo él mismo es feliz. Este chico es obligado a tener una novia igual de millonaria ya que los padres de ambos quieren hacer más grandes sus negoc...