Capítulo 3. Y la realidad que?

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Después de dejar a Luis en el cuarto de huéspedes se dirige al suyo, se mete a la ducha tratando de relajarse, si el continuaba con ese comportamiento difícilmente le diría que no, tenía un ex guapo y encima estaba ebria, lo alegre ya no aplicaba aquí, al salir se enrolla en la toalla buscando su pijama.

Después de ponersela y de secarse el cabello va directo a la cama, un rato después cuándo estaba a mitad de un buen sueño siente el colchón hundirse, sonríe leve imaginando que era Mónica hasta que siente esas grandes manos pasar por su cintura, acto seguido es jalada hasta aquel cuerpo que el suyo conocía tan bien.


- Que estás haciendo aquí? -- susurra

- De verdad creíste, que me iba a quedar en ese cuarto? -- murmura acomodándose en ella

- Esté es mi cuarto, sino vas al de huéspedes te mandó a tu casa con uno de los choferes -- amenaza pero no obtiene respuesta -- Luis?

- Uhmm! -- se queja abrazándose a ella

- Esto tiene que ser una broma! -- bufa tratando de dormir resignada -- Aing me estás apretando! -- se remueve encontrando algo duro

- Quieta! -- la aferra a el

- No dormías ya? -- le recrimina

- Altagracia compartiste conmigo la cama por mucho tiempo -- cierra los ojos -- Se que te gusta dormir así


Se queda callada, el tenía razón, la verdad estaba adorando tener compañía, pocos minutos después decide bajar la guardia, ya Luis dormía, ella no tardó mucho para seguirle, hace tanto que no dormía tan bien, había olvidado como se sentía esa comodidad.

Al tener los brazos de Luis al rededor de su cintura pegandola a el, recordaba ese sentimiento de tranquilidad, incluso se sentía a salvó, sabía que mañana en la noche esto no volvería a pasar, mejor aprovechar el momento no? Temprano en la mañana la alarma de ambos resuena con fuerza provocándoles un dolor horrible en la frente.

Las apagan volviendo a la misma posición, luego de unos minutos se dan cuenta que esto era inusual, bueno para Luis no tanto, Altagracia se gira despacio rogando no haber cogido con el anoche, sólo recordaba lo de la sala, al estar cara cara nota que no tenía puesta la ropa enseguida cubre su rostro con las sábanas.


- Sabía que el vino no iba a terminar bien -- se queja -- Por que lo acepté, Dios mioooo!! -- se cubre toda

- Ya dramática -- sonríe -- Si levantas un poco la sábana verás que tengo puesto el boxer

- Entonces -- baja la sábana -- No pasó nada?

- Sólo dormimos juntos, sin sexo -- se acomoda 

- Menos mal -- se sienta acomodando su cabello -- Debes despertar a Mónica, para ir por sus cosas a tu casa

- Lo haré, aún hay mucho tiempo -- le resta importancia

- Bien voy a ducharme entonces -- evita mirarlo en lo que sale de la cama

- Altagracia! -- abraza la almohada

- Si? -- se detiene

- Sigues durmiendo en el mismo lado -- sonríe -- Y usando pijamas cortitas

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