Capítulo 20. Poker y Música

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Después de mimar a Mónica con muchos besos logra que le guardara el secreto, consigue dejarla dormida, la cobija bien y se levanta de la cama, tenía antojo de algo dulce aunque por ahora no podía, al menos una fruta, llegando a la cocina lo primero que ve son galletas, el pastel, más otras cosas que tenía prohibido.

Tomá la primera piña que encontró, un plato con un cuchillo y va a la sala para estar bien lejos de la tentación, claro que la otra tentación iba saliendo del despacho, encima con una sonrisa tan linda en los labios al verla, camina en su dirección tomando asiento a su lado, observando la piña.


- Te está agarrando mal -- ríe -- Por cuánto tiempo tenes que cuidarte?

- No lo sé -- la corta -- Vas a querer o sólo te vas a burlar de mi?

- La comeré contigo -- asiente

- Que bien porque necesitas ser un poco más sano Luis -- le da un pedazo -- O no vas a ver a tus nietos

- Que positiva estamos eh -- ríe y come la piña -- Está buena

- Perdón -- asiente -- Estoy con dolor y no mido lo que digo -- se recuesta

- Que te duele? -- la ve

- Los pies -- suspira -- Estoy harta -- se come otro pedazo

- Enseguida te hago un masajito para que no te me pongas de mal humor, que aún tenemos que hablar -- corta el resto

- Si -- asiente -- Me lo recuerdas cómo perico -- ríe

- Bueno -- levanta el plato -- Subí los pies, terminate la piña en lo que yo habló si?

- No me queda de otra -- se acomoda -- Dame o no escuchó

- Todas tuyas -- ríe -- Te pongo la crema esa que te trajo Felina?

- No -- niega -- Luego ensucio los pisos y me resbaló

- Tienes unos pies muy bonitos -- toma uno

- No te vayas a excitar -- ríe

- Mi amor -- dice en un tono serio

- Altagracia -- le lleva la contraria

- Mi amor -- repite

- No estás masajeando -- lo apunta con la piña

- Prometiste que me ibas a escuchar -- la ve

- Uhm bueno -- se mete la piña a la boca

- Mi amor, no estuve con esa mujer -- suspira -- Sé que tenes tus motivos para no creerme, pero no lo arruinaria una segunda vez -- masajea su pie -- La acerque a su hotel porque vino a quedarse una temporada en México, no sé si fue el calor pero me empecé a sentir mal, tal vez tenes razón y ando comiendo muy mal

- No Luis, no es que andas comiendo mal -- le acerca la piña -- Comes muy mal

- Eso pues -- ríe y la acepta -- Me invito a subir pero no pasó nada, creó que me desmaye

- Luis -- se acomoda -- De verdad quiero creerte, pero no me volveré a lanzar de cabeza, voy a necesitar que me lo pruebes

- Está bien -- asiente -- Pero no vas a sacarme de tu cuarto -- avisa

- Eso ya sabía, te conozco -- se acomoda

- Te terminaste la piña? -- ríe -- Yo quería un poco más

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