Capítulo 59. Que te haría felíz?

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Luis estuvo fuera por casi una semana pero siempre se puso en contacto con Altagracia, para saber de los niños, hablar un poco con ellos, este tiempo era fundamental pues los gemelos podían olvidarlo, con el pasar de los días lo que la pelea había generado se fue disipando, aún no estaban al 100% pero eso podía resolverse o no cuando se vieran, un día antes de su regreso se enteró por la prensa que los negocios habían salido muy bien por esa razón durante la mañana aprovechando que los gemelos dormían bajo con Mónica en brazos, ya había llegado el momento para enseñarle a hacer laa galletas de su abuela, ya era una tradición por lo que lo mejor sería que se la pasará a la princesita de la casa.





- Mami es muy temprano -- bosteza acostando la cabeza en su hombro

- Yo sé mi vida -- la sienta en la isla -- Pero tu papá llegará para desayunar, tengo que enseñarte algo

- Las galletas? -- talla sus ojos -- Esas que papi nunca sabe cuándo las haces?

- Si -- va hasta el cajón sacando un libro viejo de cocina -- Escuchá mi amor, sólo tú y yo sabemos dónde está la receta

- No se lo puedo decir a papi -- asiente -- Mami, cómo era la abue Angela?

- Ella era una señora muy alegré -- saca la libretita que estaba dentro del libro -- Amaba mucho a tu papá, pero eso no impedía que le diera unas buenas regañadas -- se acerca

- Si? -- ríe bajo

- Tu abuela era la única que podía hacer que el pensará -- sonríe -- Creó que si ella no lo regañaba, tú no estarías hoy aquí eh -- va por los ingredientes

- Papá se puso muy triste verdad -- juega con sus manos -- Cuándo la abue se fue al cielo

- Si mi cielo -- suspira -- A veces aún está triste -- lleva todo a la isla -- Por eso, están estas galletas, le recuerdan que su mamá siempre está, aunque el no la vea, tu papá es de esas personas que si no tienen algo que los haga reflexionar, se pierden

- Las galletas lo ponen felíz? -- revisa la libreta

- Mi amor, tu papá se pone feliz cuándo hay comida enfrente -- ríe -- Pero si, las galletas lo hacen felíz

- La abue dice que así le contaste que yo venía -- la ve

- No -- se suelta riendo -- Le conté a tu papá cuándo estaba sedado, el lo olvidó y se lo comenté luego de hacerle galletas para que se sintiera mejor

- También dijo que pasaste por muchas cosas para tenerme -- estira los brazos a ella

- Pues si -- la carga caminando hasta el fregadero -- Yo no podía embarazarme, ponte un poquito de jabón mi amor, hay que tener las manos bien limpias

- Así? -- se las enseña llenas de espuma

- Si -- besa su mejilla -- Vas a traer esa silla y te subes si? En lo que yo me lavo las manos puedes empezar con los huevos, vas a romper tres -- la baja

- Sipi -- sacude sus manos

- Que más te dijo la abuela corazón? -- seca sus manos

- Que te quedaste en casa, por qué? -- toma la caja de huevos -- Y que no querías que nadie se ponga perfumes -- ríe

- Bueno mientras esperabamos que tú te desarrollarás bien, me mandaron descansar, entonces me quedé aquí en casa -- la ayuda -- Y lo del perfume es porque me daban náuseas, creó que a ti no te gustaban

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