Capítulo 6. Algo cambió.

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- Cómo que Luis ya se tardó -- murmura bajando las escaleras

Felina tuvo que irse a resolver unos problemas en el Spa, ella estaba arriba con las niñas hasta hace unos minutos, tuvo que atender una llamada importante de su abogado, Braulio, por suerte no eran malas noticias cómo ella creía.

Al bajar por un vaso de jugo, se extraño un poco, Luis no era impuntual, al pasar por la sala encuentra a Magda dejando un buque de flores en la mesita, al lado de ellas estaba una bolsa de tintorería.

Sólo había una persona que sería así de molesta para hacer aquello, dejando de lado el jugo, se apresuró a llegar hasta Magda, que vergüenza pasaría si leyera lo que estaba en esa tarjetita o si revisará la bolsa.


- Qué bonitas flores -- disfraza su nerviosismo con una sonrisa

- Ya vio? -- sonríe -- Tiene algún galán? -- le deja pasar -- Porque hasta le envió algo más

- Lo mismo de siempre Magda -- toma la tarjetita -- Es de un socio

- Seguro la va invitar a salir, espero que acepté, ya le hace falta recuperarse Doña -- niega -- Estaré en la cocina para lo que necesité, permiso -- camina dejándola solá

- No estaría tan segura -- murmura revisando la bolsa y si, ahí estaba -- Imbécil -- ríe bajo


Con una sonrisa en los labios vuelve a releer la tarjetita, su perfecta caligrafía estaba allí, por lo visto se tomó el tiempo de escribirla el mismo, eso la transportó hasta los años en que eran adolescentes y el le mandaba flores luego de hacerla enojar.

"Te la hubiera entregado yo mismo, pero surgió un problemita, pasaré más tarde con esa botella de vino que tanto amas" Luis.

Vuelve a meterla con cuidado en el sobre, pide que colocarán las flores en un jarrón y sube con su bolsa las escaleras, encontrándose con ambas niñas viéndola con un gesto extraño en sus caritas, que les pasaba? Pensó.


- Quién te mandó esas lindas flores tía -- dice en un tono jocoso mientras subía y bajaba las cejas

- Para que quieren saber? -- coloca las manos en su cintura -- Vayan a jugar con sus muñecas

- Tiene novio! Tiene novio! -- hace un bailecito extraño

- No es verdad! -- rueda los ojos Mónica -- Ven, vamos a jugar -- la jala

- Mi tía está enamorada -- cantarulea dando brincos

- Que no! -- le discute mientras entran al cuarto

- Que acaba de pasar? -- ríe negando


En las horas siguientes, Regina pasa por Isabela enterandose del chisme, Mónica parecía algo molesta cada que se tocaba el tema, lo que causaba gracia en Regina decidida en molestar aún más a su sobrina.

Haciéndole preguntas a Altagracia sobre el galán, quién sólo reía ya que Mónica se adelantaba para decir que no había ningún galán, mientras Isabela veía las flores toda enamorada, pensando que algún día a ella le encantaría recibirlas también.


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