Capítulo 19. Monstruo de cosquillas

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- Despacito que no soy de plástico -- se queja

- Pero lo tengo que hacer fuerte si quieres que baje la hinchazón -- explica Felina

- Bien -- se acomoda -- Aguantaré

- Así se habla -- ríe -- Dime una cosa Altagracia -- se los masajea -- El papá ya sabe?

- No -- hace muecas

- Y Mónica? Ya sabe que no será más hija única? -- se pone más crema

- Tengo que hablar con ella aún -- confiesa

- Altagracia! Cómo se lo ocultas -- niega

- Es que no quiero que Luis se comprometa conmigo por los bebés -- la ve -- Quiero que lo haga porque de verdad me ama, tengo que decirle a Mónica que me guarde el secreto y no sé si acepté 

- La tienes complicada -- asiente -- Vendrá hoy?

- Si, luego de la escuela, va a quedarse conmigo, al igual que su papá -- dice bajo lo último

- Que! -- deja de hacerle el masaje

- Te lo decía en serio lo de que tus sobrinos piensen que sólo gritas -- avisa

- Altagracia, si tú ya eras una loca que se la pasaba encima de Luis estando embarazada de Mónica -- susurra -- Cómo le vas hacer ahora

- En primera, no puedo -- ríe -- Tengo reposo, en segunda pues voy a intentar calmarme 

- Esto va acabar muy mal -- niega

- Tía Eunice -- pide con una vocecita tierna -- Sigue con el masaje, los piecitos de mami lucen mejor

- Eres una manipuladora de lo peor -- ríe pero lo hace


Después de un rato, Felina se lava las manos para sacarse la crema, luego se sienta con Altagracia para ponerla al día contándole unos cuántos chismes, justo cuándo se andaba tomando sus pastillas, Magda va hasta la puerta dejando entrar a Mónica que busca corriendo a su mamá, saluda a su madrina con un abrazo y dos besos en las mejillas, cuándo ve a Altagracia con los brazos abiertos sube al sofá sentándose en sus piernas dejando que la envuelva en sus brazos.

Luis le entrega a la ama de llaves las cosas de Mónica y a otra las de el pidiendo que las dejé en el cuarto de Altagracia, su suerte era tanta que ella no se dio cuenta ya que mimaba a Mónica con muchos besos, el se acerca saludando a Felina con dos besos antes de sentarse en el otro sofá observando a ambas, desde lo del accidente eran más unidas, si Mónica no podía ir al hospital se la pasaba en el celular hablando con ella.


- Pudiste decirme que te daban el alta hoy -- la ve -- Hubiera ido a ayudarte

- Tenías junta en la mañana recuerdas? -- abraza a Mónica cómo si fuera un peluche

- Cómo sabías de la junta? -- sonríe -- Me vigilas? -- insinúa

- Claro que no bobo -- rueda los ojos -- Mónica me dijo anoche que andabas escogiendo un buen traje y hablándole al espejo -- ríe -- Eso sólo lo haces cuándo tienes algo importante

- Fue complicado salir del hospital? -- la ve

- Matamoros se trajo a los guardias, sólo hay fotos mías saliendo cómo si nada con mis lentes oscuros -- ríe -- Luego subí a la camioneta y aquí estamos

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