Capítulo 5. Que vas hacer?

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- Corazón -- sonríe siguiendola -- Se que no es de mi incumbencia

- Que vas a decir -- llama al elevador

- No traes ropa interior verdad? -- le susurra al oído

- Se me subió la falda? -- la ve

- No, por cierto es muy bonita, pero se nota que no traes nada abajo -- ríe entrando -- Se la dejaste de recuerdo?

- Claro que no -- entra marcando el primer piso -- No la encontré

- Ay Altagracia! -- se suelta riendo

- Estaba ocupada, supongo que la lanzó algo lejos -- sale del elevador

- Y ahora irás a buscar a tu hija... -- espera hasta salir por la parte de atrás -- Sin ropa interior puesta no?

- No traigo un repuesto conmigo! -- se pone los lentes de sol -- Además ni siquiera tengo que bajar del coche

- Me encanta que tu estacionamiento sea al aire libre -- sonríe -- Aquí hay señal, no te asfixias allá abajo y si tiembla escapas más rápido

- Lo sé, soy una genia -- ríe caminando hasta dónde Matamoros las esperaba

- Buenos días Doña Felina -- la saluda abriendo la puerta enseguida

- Hola Matamoros -- sonríe viéndolo de arriba abajo -- Magda tiene mucha suerte -- se mete al coche

- Lo avergüenzas -- le pega -- Porque eres así -- ríe

- Pero si está bien guapo! -- se cruza de brazos -- Magda se me adelantó nada más

- Shhh que ya viene -- se pone el cinturón


Mientras ellas seguían hablando en la parte de atrás, Matamoros manejaba tranquilo a la escuela de Mónica, estaciona frente a la puerta justo a tiempo, la pequeña niña venía con su mochila en los hombros, apresuró el pasó cuándo vio salir a Matamoros quien la ayudó con esa pesada carga.

La sorpresa que se llevó cuándo abrió la puerta dando de cara con su madrina, que la recibía con un enorme abrazo apretado, apenas la puerta se cerró las dos charlaban sin parar, Mónica contándole todo lo nuevo que había pasado en estos meses y la Felina pues, hablaba del viaje del cuál recién estaba regresando, obviamente la versión para niños, la de adultos Altagracia se la había prohibido.

Llegando a la casa les avisan que el almuerzo iba a tardar otros 20 minutos más o menos, entonces Mónica aprovechó para ir a su cuarto a darse un baño y cambiarse de ropa, mientras que las dos adultas iban a continuar con la charla de la oficina, en lo que Altagracia se ponía ropa interior claro.


- Entonces, que vas hacer? -- se sienta en la cama

- Bueno, la verdad no tengo idea -- habla desde el closet -- Sé que esto no debió pasar desde un principio -- aparece bajandose la falda -- Pero pasó -- se sienta a su lado -- Tú que harías?

- Sabes bien lo que yo haría -- ríe -- Seguiría acostandome con ese muñeco, pero la tienes más complicada amor, que pasaría si Mónica se entera? Además de eso, luchaste mucho para estar bien de nuevo

- Ya sé -- se acuesta cerrando los ojos -- Pero ya había olvidado cómo se sentía -- se muerde el labio -- Debo estar loca

- Claro que no -- acaricia su cabello -- Sólo que aún lo amas, pero y el? Puedes decirme si sientes que el también te ama Altagracia? -- pregunta en un tono serio

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