Capítulo 18. La crema

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Después de aquel día dónde Luis se abrió a Altagracia, las cosas quedaron igual, sería otro tema a tocar cuándo por fin estuviera en casa, paso ingresada cinco días, dónde sus padres hacían turnos para acompañarla, La Felina también se vino a quedar, ella estaba fuera de la ciudad cuándo todo pasó, aunque el chisme siempre llega por lo que apenas supo se regresó de volada.

Hoy le darían el alta, Matamoros se quedó con ella por esa razón, pero tuvo que dejarla para ir por el coche, le pidió que esperará lo cuál obviamente no pasó, con ayuda de una enfermera se puso de pie y la ropa, luego de escuchar las recomendaciones de Manrique, firmó el alta, guardó en su bolso la lista de medicamentos que debía tomar por un tiempo, incluyendo los que eran para el embarazo, que por cierto era un tema del cuál aún no se hablaba.

Después de tomar su bolso, Manrique le tendió una mano para levantarla, no podía hacer mucho esfuerzo, además su cuerpo aún dolía, salieron juntos de la habitación pero se separaron en el pasillo, el tuvo una emergencia que necesitaba ser atendida, estando solá se dispuso a caminar un poco, era la primera vez que estaba tanto tiempo de pie sin supervisión, al ver que los elevadores estaban subiendo decide seguir adelante para buscar otro, sólo que en su lugar encontró a cierto comandante quién al verla camina a su dirección.

- Comandante Contreras -- sonríe -- Viene a arrestarme por salirme del caminó?

- Está vez no -- le devuelve la sonrisa -- Pero me sorprende que esté de pie tan rápido

- Insistí en dejar la silla de ruedas atrás -- ríe -- Yo no la necesitó, tengo mis pies

- Va a alguna parte? Si gusta la puedo acompañar -- se ofrece

- Buscaba un elevador desocupado, mi chofer debe estar abajo acercando el coche -- camina

- La acompañó entonces -- le ofrece el brazo

- Puedo solá pero ya que insiste -- lo toma

- Sé que puede, pero notó en su rostro un poco de dolor, apoyese en mi mejor -- la conduce hasta el siguiente elevador

- Supongo que avance muy rápido -- admite

- Tuvo un accidente grande -- la deja pasar primero -- En su lugar hubiera elegido la silla -- ríe

- Si le soy sincera, no estoy acostumbrada que cuiden de mi -- presiona el botón -- Me abruma tanta atención

- La entiendo -- asiente -- Cómo se siente hoy?

- Con ganas de mi cama, mi hija al lado y del otro un pote de helado -- sonríe

- Ya veo -- ríe

- Que hacía en el hospital? -- lo ve -- Exámenes de rutina? Visitó algún familiar o sólo vino a verme -- sale primero cuándo las puertas se abren

- Si le soy sincero -- la sigue -- Vine a verla, sólo que no me esperaba encontrarla ya con el alta dada

- Ya pagué mi multa comandante -- sonríe -- Porqué querría verme?

- Aunque usted abandonó mi comisaría, de mi mente aún no sale -- la toma de la mano para detener su andar

- Y que hago allí? -- se acerca -- A poco ando sobrepasando los límites de sus sueños -- ríe

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