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-Ay Dios me duele.

Me senté en el sofá mirando al rededor. Me había quedado en el sofa de la sala dormida y ahora tengo una contractura de la mierda.

-Charli, Charli -susurre moviéndola. Estaba sentada en el sofá de enfrente.

Esta susurro algo y abrió sus ojos mirandome, parpadeo un par de veces.

-¿Que paso ayer? - pregunto estirandose en su lugar- Mi espalda -dijo haciendo una mueca de dolor.

-Estoy igual o peor que tu -dije cepillando mi cabello con mis dedos.

-Oh ya despertaron -Avani entro a la sala- Buenos días.

-Si buenos días -susurre.

-Chicas ¿como se encuentran? -pregunto Mads entrando atrás de Avani.

-Horrible -respondi y Charli asintió.

-Cuidado -Addison entro a la habitación con una bandeja con tazas.

-¿Te? -pregunto charli. Addison asintió.

Camino hacia nosotras dos con la bandeja y nos la tendió.

-Ya extraño el café de la casa -dije bebiendo el té.

Al terminar cada una subió a su habitación a ducharse y a sacarse el olor a alcohol que teníamos todas. Al terminar comenzamos a armar las maletas. Si ayer tenía solo un poco de dolor de cabeza hoy me explotaría.

-Encerio ya quiero llegar y dormir por el resto de mi vida -dijo Avani tomando su maleta y bajando las escaleras.

-¿Iremos como la otra vez no? -pregunte al ver que ya todas estábamos abajo. Addison asintió.

Salimos de la casa a paso lento, la verdad todas estábamos cansadas. Cuando llegamos a los autos cada una guardó las maletas en el maletero, nos metimos al auto yo y Charli atrás y Avani conducía.

Mis ojos pensaban y de a ratos cerraba mis ojos pero nunca llegaba a dormirme del todo, mire a Charli y ella estaba durmiendo como un bebé.
Cuando llegamos, solo nuestro auto freno ya que las chicas seguirían de largo.
Avani abrió el maletero y salió del auto.

-Encerio me divertí mucho, aunque ayer no recuerde demaciado -dije sonriendo y la abraze.

-La pase genial junto a ustedes.

Asenti y tomé la maleta, camine por el patio de la casa y como lo suponía la puerta de la casa estaba abierta, esta zona es una de las zonas más seguras, durante el día si había alguien en la casa se dejaba siempre abierta y durante la noche se cerraba solo por seguridad.
Al entrar y caminar hacia el interior de la casa no vi a nadie, camine escaleras arriba luchando con la maleta.

Camine a paso lento hacia mi habitación y cerré la puerta, deje la maleta a un lado y me tire a la cama, pero lamentablemente mi estómago comenzó a rogar por algo se comida. Bufé y maldeci por no poder dormir.

Salí de la habitación volviendo a bajar y me metí a la cocina, esta tenia las ventanas y una puerta que se dirigía hacia el fondo de la casa donde estaba la alberca. Abri la heladera viendo un sándwich de jamón y algunas cosas más sobre un plato y no dude dos veces en tomarlo para comerlo.

Se escucharon unos gritos, y mire por la ventana mirando hacia la alberca y como lo suponía los chicos estaba en esta.

Salí por la puerta, acercandome a los chicos y escuché a Griffin soltar un grito.

-¡Tara! -grito Griffin y salió de la alberca corriendo hacia mi pero retrociedi.

-Ni se te ocurra Griffin, estás todo mojado y me mojaras- dije al retroceder y este me miro extraño, luego de segundos entendí lo que había dicho- No en ese sentido idiota.

LAST   Jaden HosslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora