Hola!!! Al fin subo capitulo. Trató de organizarme con mis tiempos lo mejor posible. Estoy en mes de evaluaciones y son tantos proyectos que entregar. Llevo una semana apenas durmiendo y estoy que exploto de tanto estrés. Puta que es pesado estudiar animación digital!!! Bueno, no doy más la lata y les dejo el nuevo capítulo.
Capitulo 10.
Finalmente llegaron las tan ansiadas vacaciones, ahora tendrían el tiempo suficiente para organizar los preparativos para la boda. Ambos se sentían felices, decididos del nuevo paso que darían, no creían que existiera nada que les pudiera hacer cambiar de opinión.
Manuel descansaba cómodamente junto a Martín, recargó su cabeza sobre el pecho del rubio para mayor comodidad. Estaban en silencio, abrazados, solo resonaban los insistentes ronroneos de Cholito. Se pronto, el sonido del teléfono los sacó de su placentero trance. Martín, sin moverse de su lugar estiró su brazo cogiendo el teléfono que se hallaba sobre la mesita de noche. Fastidiado al ver el número de quién le llamaba contestó.
—Hola vieja, ¿por qué llamás a esta hora? —Fingió preocupación.
—Martín, tenemos un problema, necesito que mañana mismo viajes—. La mujer se oía alterada.
—Pero decime que pasó, no me podés dejar así. Me flasheo si no decís nada, viste—. Instintivamente aferró el cuerpo de Manuel contra el propio.
—Hijo, es un tema largo de explicar—. Dejó escapar un profundo suspiro—. Mañana venite en la mañana, si no fuera importante no te rompería los huevos.
—Dale vieja, ahora mismo compró los pasajes por internet y mañana salgo lo más temprano que pueda—. No le apetecía ir, tener que despegarse de quién amaba, pero tenía que cumplir con ciertas obligaciones con su familia—. Descansa, buenas noches.
Sin esperar respuestas cortó la llamada, se acurrucó junto a Manuel abrazándole con fuerza. Tanto misterio no le daba buena espina, algo había tras tanto hermetismo. Cuál sea el plan de sus padres lo descubriría dentro de un par de horas, ahora quería descansar, dejarse llevar por el calor que emanaba del cuerpo de su amado.
Manuel, no cuestionó nada. En silencio procuró brindarle el apoyo que su pareja necesitaba. Sabía que debía viajar, escuchó claramente cuando la mujer se lo pidió. No deseaba que se fuera, no deseaba estar sin él, sin embargo, no sería un impedimento para que Martín se relacionara con su familia. Cómo hijo tenía obligaciones con las cuales cumplir, jamás le haría escoger entre una cosa u otra, él no era así.
—Mañana debo viajar, no se a que hora aún. Cuando nos levantemos compraré un vuelo, de ida y vuelta, voy a estar de regreso el lunes—. Murmuró él argentino adormilado contra la cabeza del chileno.
—Son poquitos días, Martín—. Con la yema de sus dedos le acarició suavemente el brazo—. Te voy a extrañar weón, pero nos hablamos por Whatsapp, son solo cuatro días—. Trató de convencerse a sí mismo.
Martín no respondió, su respiración suave y pausada le indicaron que dormía. Cerró sus ojos intentando conciliar el sueño, pese a estar cansado le costaba bastante. Algo en su interior se removía intranquilo, una extraña angustia entre mezclada con desesperación, temía perder, volver a ser abandonado. Rápido despejó esos erráticos pensamientos, Martín no era Miguel, y el contexto no era el mismo.
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Un abrazo apretado, el sentimiento tan intenso que ambos compartían y el aroma de su perfume es todo lo que conservó a Manuel, cuando el avión despegó. Con pasos lentos salió del aeropuerto encaminandose al departamento que ambos compartían, ya que no tenía absolutamente nada que hacer aprovecharía de escribir un poco y luego ver películas en la cama junto a Cholito.
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Lazos Rotos
Hayran KurguMartín y Manuel se conocen en la universidad, la atracción entre ellos se estableció desde el primer momento en que se miraron a los ojos en aquella fiesta, bastaron un par de copas de más para terminar teniendo sexo a las horas de conocerse. Se enc...