花「19」

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Con el llegar de la mañana se suponían que ambos debían marcharse y volver a Seúl, pero en realidad en los planes de Minho surgió algo totalmente diferente al recordar que le estaba prohibido hacer más horas extras en el trabajo, por lo que los fines  de semanas volvían a ser esos días vagos sin nada que hacer, la estación de policía tenía tantas horas extras que pagarle que habían llegado a esa medida extrema, por lo que le habían dejado a él con dos días sin nada que hacer. 

Entonces se giró para ver a SeoHan, la cual estaba haciendo su cama, la que ella había utilizado en la habitación del hotel en el que habían pasado la noche. Si bien ella tenía trabajo, pues debía completar las flores para el director Choi, Minho reflexionó y llegó a la conclusión de que ambos podían pasárselo muy bien aprovechando al menos el sábado allí... No había estado mucho tiempo en Chuncheon, lo suficiente para saber que era una ciudad pequeña y modesta, pero estaba seguro de que si hacían cualquier cosa juntos se lo iban a pasar de maravilla. 

Solo tenía que convencer a Shin de acompañarle y  de no querer volver directamente a la floristería para seguir con su trabajo, Hong Joo estaba allí, nada malo podía pasar, sabía que su hermana estaba fuera de la ciudad por lo que dejaría los pedidos para después de su llegada, así que no debía de haber ningún problema, pero claro, estamos hablando de SeoHan, la mujer más cabezota que Minho había tenido el placer de conocer en su corta vida, a ella no le iba a bastar con saber que podía hacerlo todo luego.

— Oye, Shin... — La llamó mientras se acercaba por detrás pegando su cara a su cuello, haciendo que a la chica le entrara un escalofrío por todo el cuerpo debido a las cosquillas. 

— ¿Qué ocurre? ¿Has perdido algo? — Preguntó mientras dejaba las almohadas en su sitio, la habitación estaba mejor que como se la encontraron, a diferencia de su casa, la cual estaba siempre llena de cosas por el suelo, pero aquello era diferente, no quería dejar una mala impresión, aunque ya debía haber dejado una incluso antes de entrar en la habitación al llegar con un hombre y pedir una estancia de una noche... Todo siempre se podía malinterpretar. 

— No, yo no pierdo las cosas... Quería preguntarte si podemos pasar aquí el día de hoy también y regresar el domingo. — Aquellas palabras la dejaron más que extrañada, no se esperaba que Minho le saliera con esa proposición. — Realmente no tengo nada que hacer este fin de semana, y sería un desperdicio marcharnos  tan pronto, ahora que estamos aquí ¿Sabes? — SeoHan pasó su mirada por toda la habitación. — Podemos pedir otra noche...

— Ese no es el problema, solo hemos traído ropa para quedarnos una noche... — Le recordó haciendo que negara. 

— Oh, vamos... No hagas un problema de todo, podemos comprar algo por aquí para llevar puesto, y así tendrás un precioso recuerdo de cuando fuiste de vacaciones por primera vez con... — Llevó una mano a su rostro. — esta preciosura... ajá. 

SeoHan frunció el ceño, se lo pensó por unos instantes, realmente a ella le gustaba más bien poco regresar a su ciudad natal, cuanto más lejos la tuviera mejor, sobre todo porque allí mucha gente la podía reconocer y si sus padres ya habían hablado sobre lo ocurrido el día anterior, no quería ni imaginar como podían llegar a mirarla. Abrió la boca para replicarle. 

— Venga... Será divertido, estarás conmigo, estaremos juntos... ¿Con que persona te lo pasas mejor que conmigo? — Ella fue a responder, pero Minho subió la mano para detenerla. — No respondas. — Tomó sus brazos con cuidado y comenzó a zarandearla. — ¡Vamos, Shin, venga, venga, Shin! ¡Por favor, Shin! ¿Sí? ¡Venga, venga! — Harta de sus alaridos de niño pequeño desistió mientras se sentaba en la cama.

— Vale, está bien... Pasemos el día aquí, pero el domingo vendrás a ayudarme con las flores para tu padre. — Le señaló amenazante y esté puso una mano en su pecho dando su palabra.

𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑𝐒〡 Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora