Visiones [Neji Y Tu] [Gaara Y Tu]

15.- La niña de papá

Hace poco había tenido que volver a Konoha, volver con mis amigos, con mi familia. Al llegar lo primero de lo que me enteré es que Neji se había vuelto Jounin, nunca me sentí tan orgullosa.

A pesar de no tener tantas misiones fuera no veo casi nunca a Kakashi, siempre está afuera, ya sea entrenando o en misión, lo cual me es algo molesto, quiero pasar más tiempo con él.

En cuanto a mi progreso, he mejorado bastante el estilo aire y hasta puedo hacer jutsus de hielo, cuando mejore con él le pediré a Bakakashi que me ayude con estilo rayo. Respecto a mi trabajo junto a Tsunade Senju, le ayudo de vez en cuando con el papeleo, pero no tanto como antes, como ahora tengo más misiones, me es complicado estar ahí tan seguido, pero sigo con mi entrenamiento. Ella ya se rindió a la idea de que no podría hacer ninjutsu médico debido a mi problema para controlar chakra y que ni con toda su ayuda podré hacer ninjutsu médico, lo estuvimos intentando, pero me es imposible, por lo que básicamente tomo el entrenamiento con ella para no morir por no poder controlar bien mi chakra con mis jutsus.

—Akali ¿Has hablado con Kakashi sensei? —pregunta la peli rosa

—No mucho últimamente, no se pasa mucho por casa y llega cuando ya estoy durmiendo, supongo que ha de estar muy ocupado —me alzo de hombros, el peligris llevaba haciendo eso desde hace semanas

—¿No te preocupa?

—¡Claro que me preocupa! Es como un padre para mí —le respondo —. Es solo que no quiero presionarlo, si me ha estado evitando ha de ser por algo, quizás quiere estar solo.

—¿Cómo van? —nos pregunta Lady Tsunade, a diferencia de mí, Sakura es muy buena en ninjutsu médico —. Pueden tomarse un descanso.

Sakura sonríe y se va por unos bocadillos mientras me quedo con la quinta

—No debería decirte esto, pero mañana Kakashi tiene libre —me guiña un ojo —, muéstrame unos jutsus de hielo y te dejo en libertad.

En casa preparo la cena y espero a la llegada del peligris, pero las horas pasan y nada, invoco a Pakkun, pero este no me dice nada, veo la comida, que ahora estaba fría, sobre la mesa y me levanto sin siquiera tocar el plato, me encierro en mi habitación y me pongo a ordenar los pergaminos que tenía en esta.

Estaba agotada en el bosque, casi no me quedaban energías, estaba conteniendo al kyubi que se estaba apoderando de Naruto y ralentizando los actos de un rubio que al parecer era de Akatsuki, todo sería más fácil si Naruto no hubiera dejado que salieran tantas colas, pero bueno, eso es algo que él no puede controlar, utilizo casi todo mi chakra para sellar definitivamente al zorro dejando a un Naruto inconsciente, el Akatsuki hace un jutsu raro, probablemente prohibido y veo como su cuerpo se empieza a hinchar, iba a explotar, corro al cuerpo de Naruto para intentar protegerle cuando esta explotara

—¡Naruto! —grito.

Suelto los pergaminos que tenía en mis manos quedando estos por todo el suelo, salgo por la ventana y me pongo a recorrer las calles de konoha. No puedo, no debo cambiar el futuro

—A esta hora las niñitas como tú deberían estar durmiendo —dice el oji-perla, parado frente a mí.

—En ese caso, los ancianos también deberían estar durmiendo —le respondo, él sonríe de lado y me abraza por los hombros.

—Tienes cara de que algo te atormenta —me dice a lo que le miro levantando una ceja —. No llevas máscara.

—Me conoces tan bien... —efectivamente, no traía máscara y mis expresiones se leían con total facilidad, por lo menos para él —. Solo se me han acumulado las cosas, nada de qué preocuparse.