Fin

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La cena terminó con una paz envidiable, May y su niña se retiraron bajo la estricta orden de Poché para que descansarán en la comodidad de su casa y nosotras decidimos apoyarla con su trabajo

Retiramos todo lo que ocupamos en tan solo unos minutos, ayudé a limpiar la mesa y a poner todo en orden en el comedor mientras que Poché metía los platos al lavavajillas, todo era mejor cuando trabajamos en equipo

-Calle, te puedes quedar aquí en lo que me voy a poner la pijama?- Me giré para poder observarla y sin dudarlo ni un segundo acepté encantada

-Si amor, en cuanto esa máquina se detenga te alcanzo- ella me envió un beso por el aire que me hizo sonreír como boba

Observé como su pequeña silueta desaparecía por la escalera mientras comenzaba a caminar fuera de la cocina, no estaba acostumbrada a estar en una casa así de enorme y aunque ya la conocía de sobra siempre me daban ganas de mirar todo lo que había ahí

De pronto como si fuera una especie de flashback me transporte al pasado, al día en que Poché y yo descubrimos todo el teatro que Bel tenía montado, todo avanzaba muy rápido, como si mi vida estuviera pasando frente a mis ojos y al mirar aquella escalera todo regreso a mi memoria, todo me provocaba una sensación horrible, podía sentir un dolor en el pecho justo donde había recibido aquella bala

Sentí mis piernas temblar mientras que los cristalinos ojos oliva de mi novia se adueñaban de mi cabeza, empecé a sentir una ansiedad que aumentaba progresivamente, después de tantos años volver al lugar donde casi había perdido la vida no era algo fácil de procesar

Cuando sentía que estaba a punto de explotar el sonido del lavavajillas anunciando el final de su trabajo me hizo volver a mi realidad, subí las escaleras como si estuviera escapando de algo, quería llegar de inmediato con Poché para que me ayudara a olvidar esa sensación tan extraña

Abrí la puerta de su habitación sin antes haber tocado la puerta, en efecto bastaron solo unos segundos de su presencia para olvidar todo lo que sentía, ¿Cómo evitarlo? Mi novia estaba completamente desnuda dándome la espalda

Mi lengua no se podía mover para hablar, y mis piernas tampoco obedecían a mis pensamientos, en esta ocasión no la estaba viendo con morbo ni con maldad, si no que no podía creer que semejante obra de arte saliera conmigo

-¿Te han dicho lo hermosa que eres?- entre por completo en la habitación cerrando la puerta a mis espaldas

-No- echó su pelo hacía un lado mientras se giraba para poder verme

Arte

-Pues eres más que eso- ella soltó una risa mientras se acercaba a mi para envolverme en sus brazos

-Es mentira, solo quería que me lo dijeras otra vez- sentí su cabeza recargandose en mi pecho, cosa que me alarmó bastante

-¿Por qué estás tan agitada?- rodeé su cintura con mis brazos

-¿Cómo no estarlo viéndote así?- eso era mitad verdad y mitad mentira, me daba pena decirle que su sala me daba terror

-Bueno, hay que ir a la cama porque tenemos que ir con tu mami temprano- sin darme tiempo a nada sus labios presionaron los míos en un pico que duró unos segundos

-Si, tienes razón- comencé a deshacerme de mi ropa y a guardarla en mi maleta

-¿Quieres que te preste una pijama?- su pregunta me confundió demasiado porque yo tenía la mía pero dormir con una suya, que además tenía su olor impregnado me agradaba más

-Por favor amor- le sonreí y noté como sus ojos se apartaron de mi abdomen

-Dame un segundo- se dirigió a su enorme clóset y comenzó a revolver la ropa para encontrar una pijama, y así fue

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora