Sentimientos

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Me levanté con pesadez, mis ojos se negaban a abrirse pero el despertador me comenzó a estresar así que sin ganas lo apagué y me dirigí cuidadosamente a encender la luz de mi habitación, miré mi reloj digital, este marcaba las 4:00 de la mañana, la hora perfecta pues tenía que llegar al aeropuerto a las 6 para comenzar a abordar, entre a mi baño y abrí la llave del agua caliente, deje que el agua cayera unos segundos hasta que llegara a la temperatura perfecta y comencé a desvestirme mientras veía mi cara demacrada en el espejo.

Desde hace 7 meses había sido bastante descuidada con mi alimentación y con mi persona en general y mi cuerpo lo reflejaba, había perdido unos cuantos kilos y ya ni siquiera me preocupaba por maquillarme o vestirme bien, tenía unas ojeras enormes y de nuevo mi pelo azulado ya no era tan azulado, el tinte se perdió por completo hasta llegar a ser casi rubio de nuevo.

Fruncí el seño al darme cuenta lo mal que comenzaba a verme y sin pensar nada más entre a la ducha, deje que el agua recorriera mi cuerpo unos segundos y después tomé el jabón líquido dejando caer un poco en mi esponja, la frote para producir espuma y la empecé a pasar por todo mi cuerpo, el agua caliente me producía una relajación bastante intensa tanto que podría quedarme horas y horas bajo ella.

Cuando estaba a punto de finalizar con mi aseo escuché que alguien estaba golpeando la puerta de mi habitación

—¿Quién es?— grité sin dejar de masajear mi cabeza aún con shampoo

—Buenos días Poché, soy yo— la voz de Ale me contestó al mismo volumen —Puedo entrar?— cerré los ojos y suspiré

—Entra y espérame, ya casi termino— grité mientras cerraba el agua, tomé mi pelo en una larga coleta y luego lo exprimí para deshacerme del exceso de agua, tomé una toalla y la envolví por todo mi cuerpo.

Salí de la ducha cuidadosamente para no resbalarme y tome una pequeña toalla que posteriormente utilice como turbante, comencé a cepillarme los dientes con velocidad mientras miraba mi reflejo en el espejo

—Poché, tengo algo importante que decirte— por primera vez en mucho tiempo Ale sonaba sería

—Te escucho— me sentí rara, algo en fondo sabía que diría algo estúpido

Su silencio me incómodo demasiado, ella no era así, algo en realidad estaba pasando

—¿Alejandra?— abrí la puerta y me asome para poder mirarla, ella estaba mirando al suelo y se veía bastante sería

—Ah si, perdón es que estoy muy desvelada— sonrió y se puso de pie al verme —Pues lo importante es que tu padre pensó en ti y en Calle y redujo las dos semanas a una sola

Yo casi me ahogo con el agua con la que estaba enjuagando mi boca, sin pensarlo mucho la escupí al primer lugar que vi y salí casi corriendo del baño

—¡Juramelo por tu vida!— la miré y ella solo sonreía

—Ay no, cada día amo más a ese señor, enserio— dije mientras quitaba la toalla de mi cabeza y una sonrisa permanente se formaba en mi rostro

—Estoy muy contenta por ti, en verdad— suspiro y me miró por última vez — te dejo para que te vistas en paz, porfavor avísame en cuanto estés lista para reunirnos con Valentina y Andy, estaré abajo por cierto bajaré las maletas— sin dejarme responderle nada salió de mi habitación cerrando la puerta con algo de fuerza

Su actitud me confundió bastante, dijo que estaba feliz pero su manera de actuar mostraba otra cosa, fui a mi clóset y saque un conjunto Adidas que me encantaba y honestamente era muy cómodo para viajar y me lo puse,miré el reloj y aún tenía buen tiempo así que decidí volver al baño para maquillarme después de mucho tiempo,no quería algo excesivo sino algo natural, algo que me ayudara a ocultar mis imperfecciones.

15 minutos después ya estaba completamente lista para partir al aeropuerto, solo faltaba ir a ver a Vale para ver qué todo estuviera bien y hizo hice, salí de mi habitación y camine por el pequeño pasillo que nos separaba hasta llegar a su habitación, la puerta ya estaba abierta  y ella estaba terminando de hacer su maleta con la ayuda de Andy

—Buenos dias— le dije emocionada mientras entraba a su cuarto

—Buenos días— contestaron al unísono para después voltear a verme, ambas se quedaron estáticas mientras sentía que sus ojos recorrían cada parte de mi

—Uno cambia cuando se baña— dijo Andy divertida mientras se acercaba a mi, Vale se unió a nuestra risa

—Hermana, me alegro mucho por ti— sus brazos rodearon mi espalda y yo le correspondí el abrazo

—Las amo mucho a las dos— sonreí mientras Andy tomaba las maletas aún con una sonrisa en su rostro

—Vayamos abajo que Ale nos está esperando en la sala, llegaremos tarde— me separé de Vale y le dejé un beso en la frente

Las tres bajamos entre risas y bromas y vimos a Ale aún más seria sentada en un sofá, cuando ella se dio cuenta de nuestra presencia borró su rostro de seriedad y lo reemplazo por una sonrisa que a leguas se veía finjida

—¿Estan listas para irnos?— ella comenzó a caminar en dirección a la salida con mi maleta y la suya

—No tienes que llevar mi maleta todo el tiempo Ale— la alcance y se la quite de un movimiento

—Es mi trabajo— sonreí mientras negaba

—Tu trabajo es cuidarme, puedo hacer estás cosas por mi misma no te preocupes— el decir esas palabras me hicieron sentir un deja vu, había pasado lo mismo alguna vez con Calle, intenté despejar mi mente de aquellos pensamientos mientras subía la maleta a la parte trasera del auto.

Ale subió al auto sin decir nada más y Vale me miró como buscando respuestas, subí mis hombros mientras hacía una mueca, en verdad ella estaba muy rara, ya descubriría que es lo que estaba pasando con ella.

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora