Alivio

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En cuanto Ximénez se detuvo frente a la casa de mis papás me sentí con muchos nervios, pero también sentía una felicidad que me impulsaba a continuar adelante sin titubiar, por fin las dos nos quitaríamos está pesada maleta que estábamos cargando

El positivismo recorría nuestras mentes cuando nos despedimos de nuestra chófer y comenzamos a atravesar el jardin improvisado que mi madre se había montado en su fachada, me tomé unos segundos para apreciar las flores que estaban creciendo sobre unas macetas que colgaban del techo

—Lindo no? No me había tomado el tiempo de volver a ver todo esto a detalle— ella también tenía la mirada perdida en algún lugar del jardín

—Me parece increíble como el mundo cambia según la perspectiva...—sus palabras me hicieron reflexionar unos segundos

Me despedí mentalmente de aquel lugar porque tenía una prioridad más grande

Tomé el mando de nuevo y comencé nuestra caminata, estábamos ya a solo unos pasos de la puerta, mi dedo ya se estaba direccionando al timbre pero la puerta se abrió segundos antes de que yo presionará aquel botón dorado, pude ver de quién se trataba y sonreí

—¡Mis niñas por fin llegaron!— mi papá nos saludo con su emoción eufórica convencional, me apretó unos segundos contra el en un abrazo sofocante y después hizo lo mismo con Poché, su cara me hizo saber que ella también se estaba asfixiando

—Que bueno que llegan con bien, por favor entren, Mafe está en la cocina— ambas asentimos mientras dejábamos que nos metiera a la casa casi a empujones, cuando mi papá se lo proponía era realmente lindo

—Muchas gracias Germán— mi novia no podía contener la risa que le provocaba ver a mi papá actuar de tal forma

—Gracias pa— le dedique una mirada llena de amor mientras llevaba a Poché de la mano hacia el comedor

—¿Me esperas aquí? Voy a saludarla y a ver si le puedo ayudar en algo— sonreí y me agache para poder susurrarle— además, te quedas en buenas manos...— le di a entender que se quedaría en compañía  de mi  papá y eso según yo, le hizo ilusión

El ya se había guardado un lugar a lado de ella, en cuanto vi que comenzaron a platicar me relaje y comencé a caminar a la cocina para poder encontrarme con mi mamá

Cuando entré, la vi parada de espaldas moviendo algo en un sartén que no pude identificar a primera vista pero que olía delicioso

Al parecer no se había percatado de mi presencia así que aproveche para adentrarme sigilosamente

—Buenos días ma— lo dije fuerte con el propósito de asustarla pero parecía que mi voz le había causado algo extraño porque de inmediato dejo de hacer lo que estaba haciendo y se acercó a mi a prisas para poder darme un abrazo igual o peor de sofocante que los de Germán Calle

—Mi Dani, no me di cuenta que ya habían llegado!— cuando se separó noté que sus ojos buscaban algo o a alguien

—¿Cómo? ¿Y Poché no vino?— sus ojos me vieron con una gran dosis de decepción y yo mori de ternura

—Si vino ma, está con mi papá en el comedor, vine a ver si querías que te ayudará en al...— ella no me dejó continuar porque comenzó a jalarme levemente del brazo

—No nada de eso, ya todo está listo, corre, vete con Poché ahorita las alcanzo— sus empujones provocaron que yo retrocediera un par de pasos

—Oye— alcance a decir en medio de risas —Está bien, órdenes son órdenes— solo escuché una risa profunda por su parte antes de salir de la cocina

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora