Secuestro

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PoV Calle

Llegué a casa temprano ya que el señor Garzón me había dado el resto del día  y todo el día de mañana de descanso, deje mi maleta en el que solía ser mi cuarto y saqué la ropa que había dentro para regresarla a su lugar, un solitario cajón que estaba en mi clóset, decidí textear un par de veces a mi madre porque quería hacerle saber que estaba en casa pero no contestó, probablemente estaba ocupada en su taller como era costumbre así que decidí dejar eso a un lado y baje a la cocina para poder almorzar algo, lo único que comí en el día fue un poco de ensalada que había en el hotel y un jugo de naranja y honestamente moría de hambre, abrí el refrigerador con fuerza y note que no estaba tan lleno como el que hay en la casa de los Garzón, el de mi familia apenas y estaba medio lleno y con un montón de cosas que seguro ya estaban expiradas, mi madre era muy buena cocinera pero como nadie nunca está en casa por cuestiones de trabajo no había más opciones más que comer algo instantáneo o comprado en la calle, afortunadamente mi hermana había estado recientemente en casa y había un poco de comida en una pequeña olla que procedí a calentar, era curry y olía demasiado bien.
Mientras el curry estaba calentandose me senté en el comedor de la cocina y cerré mis ojos unos momentos ¿Todo lo que había pasado era real? ¿Realmente había besado a María José? Todo era muy confunso, cuando la vi la primera vez pensé que sería una cretina y después de que me echarán el primer día de trabajo por su borrachera con su estúpido amiguito lo había confirmado, o eso había pensado, la primera experiencia que tuve con María José fue totalmente desagradable, pensé que lo había hecho a propósito para que pasara lo que pasó pero cuando un día después recibí la llamada del señor Garzón suplicando que volviera me sentí extraña, no sabía si él se sentía mal por lo que me había dicho o algo así, lo dude un poco, estaba a punto de decirle que no pero una corazonada me detuvo, muy en el fondo yo sabía que María José no era así, ella no quería que me fuera, me lo dijo esa noche después de que su padre me pateara el trasero, y yo volví con la esperanza de que todo mejorará y creo que estaba fluyendo bastante bien, tuvimos una charla agradable, ella me permitió conocerla un poco más y yo hice lo mismo, tocamos temas muy profundos, tomamos fotos divertidas con la Polaroid, descubrí su talento más grande, y casi dejo a su amigo en la lona otra vez, pero después de todo lo que pasó en aquella playa y en la habitación del hotel, después de haberla besado dos veces y la plática que tuvimos en el elevador me decidí a hacer las cosas correctamente, no podíamos correr cuando todavía no sabíamos ni caminar, todavía no se muchas cosas de ella, y ella no sabe muchas cosas de mi, quería pasar más tiempo a su lado y demostrarle la persona que puedo llegar a ser cuando quiero a alguien y estaba realmente decidida a hacerlo, daría lo mejor de mi.
El sonido del líquido hirviendo me saco de mis pensamientos y de inmediato me levanté a apagar el fogón de la estufa, deje que se enfriara un poco y luego tome un cucharón, revolví el curry ligeramente y lo serví con cuidado en un plato hondo y regrese a la mesa. Lo único que pasaba por mi cabeza mientras casi devoraba aquel plato era la chica peliazul a la cual debía proteger con mi vida de ser necesario, y todo lo que había ocurrido entre nosotras era como un bucle en mi cerebro, estaba tan concentrada en eso que ni siquiera me di cuenta cuando mi papá entro a la cocina
—Dani!—me exalté y casi me ahogo con el bocado
—Ay disculpame, no pensé que te fueras a asustar— se acercó y sobo mi espalda un poco fuerte
—No pasa nada, me tomaste por sorpresa— aclare mi garganta mientras me levantaba para darle un abrazo
—Hola papá, te extrañé mucho este tiempo— el correspondió dulcemente el abrazo y dio un par de besos en mi mejilla
—Y yo a ti mi niña, muchísimo— nos separamos y nos sentamos juntos
—Como han estado las cosas con María José hija? Se ha portado bien?— me miraba atento con una sonrisa en su rostro como era característico de el
—Todo perfecto, te dije que lo que pasó el primer día había sido un mal momento para ella— solté mientras continúe con mi curry
—Lo sé hija pero ese día tu estabas afectada, nunca habías llorado por algo así antes— comenzó a sobar mi espalda en círculos como gesto paternal
—Lo sé, me sentí impotente, pero todo cambio, el señor Garzón y la señorita María José me pidieron disculpas y a decir verdad tuve una mala impresión de ella, es una buena mujer después de todo, es de esas que no les gusta ser fanfarrones ni presumidos, muy bueno a qué si?— lo miré
—Tienes razón, a día de hoy es muy dificil encontrar personas que tengan humildad, me alegro que te sientas cómoda hija— me sonrió y yo estaba por terminarme el contenido del plato
—Por acá todo ha estado tranquilo, tu hermana vino de visita hace poco pero se quedó apenas unas horas, y tu madre ha tenido bastante trabajo estos últimos días, apenas sale de su taller así que soy yo el que se ha encargado del aseo de la casa y de alimentar a los perros— soltó en una risa bastante escandalosa y yo lo acompañe
—De vez en cuando eso hace bien pa, te ayuda a distraerte de los estreses laborales, hablando de eso que tal vas con tu tiro? Ya lo mejoraste?— me levanté y me dirigí al fregadero y una vez delante abrí la llave del agua para poder lavar mi plato
—Si hija, no he podido practicar tanto como yo quisiera pero he mejorado bastante, me atrevo a decir que te podría vencer en precisión— me dijo retante
—Ah si? No lo creo, jamás podrás superarme en eso— le contesté con una arrogancia fingida
—¿Quieres apostar?— me miró serio
—No es necesario pa, no quiero que pierdas nada— le saque la lengua y solté una risita traviesa
— eres tremenda Daniela— rio
—Aprendi del mejor, honor a quien honor merece— le dije mientras dejaba el plato de vuelta en la alacena
Antes de que el pudiera decir algo más mi celular comenzó a sonar, lo saque rápidamente de mi bolsillo y miré la pantalla, era Bel, pensé que algo urgente había ocurrido así que conteste de inmediato
—Hola, ocurre algo Bel?— regresé a mi asiento, solo podía escuchar el fondo y me alarme inmediatamente, sirenas de policía por todas partes, algo no andaba bien
—Calle... Calle porfavor necesito que te reportes ahora mismo...— me levanté rápidamente de la silla y subí las escaleras hacia mi habitación dejando a mi padre completamente solo en la cocina
—Bel, que pasó? Estás bien? Poche está bien?— sostenía el celular con el hombro mientras arreglaba mi equipación
—Calle no... Salí a comer con Garzón 1 y Garzón 2 y, y todo paso tan rápido...— ajuste mi cinturón y me asegure de guardar mi arma en mi bolsillo trasero
—¡¿Que demonios paso Bel?!— perdí la paciencia, su nerviosismo me hacía sentir impaciente
—Secuestraron a la señorita María José— soltó y yo me quedé fría, la rabia comenzó a calentar rápidamente mi sangre de vuelta y apreté mis dientes y tome las llaves de mi motocicleta que estaban en mi mesita de noche
—¡¿Como que la secuestraron?! ¡¿Que demonios estabas haciendo?!— baje las escaleras casi corriendo y me dirigí al patio trasero
—¡Intente detenerlo! Pero me superaban en número y me dejaron inutilizado!— me subí a la moto y la encendí
—¡¿Quien lo hizo Bel?!— apreté el celular con mi mano
—Su amigo, el tal Mario! La subió a una camioneta y yo no pu— no lo deje terminar y colgué la llamada, me puse mi casco y arranque con una velocidad infernal hacia la propiedad de los Garzón, no la iba a perder ahora, no podía perder algo que todavía no tenía, y no lo haría, la voy a encontrar y haré pagar a ese hijo de puta, cueste lo que cueste.

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Puf, primer PoV de mi querida Dani, espero que les haya gustado este episodio, pensé que ya era hora de meter drama a la situación! No olviden comentar y puntuar que me motiva mucho a seguir con esta historia, si no me sigues en Twitter házlo, ahí aviso que días actualizaré @AristoCacher
Nos vemos en el próximo capítulo ❤️

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora