Todo estará bien

Beso Inesperado

Estuve con María José un buen rato más en el piano, hasta que llegó el momento de despedirnos

No me podía quedar en el hotel porque no confiaba en Laura, tenía miedo de que vaciara todo el lugar por despecho o algo parecido y además tenía que irme a trabajar temprano con Diana

Después de muchos besos, abrazos y súplicas para que me quedara a dormir bajé delicadamente a la chica que se colgaba de mi como si fuera un koala y la miré

—Amor solo serán unos días te lo prometo— hizo un puchero y tomo mi mano

—¿Y si mi papá ya no me deja volver?— sin pensar en mi respuesta hablé

—Yo voy por ti— besé su mejilla muchas veces

—Calle, renuncia— su mano soltó la mía y está vez se aferraba al saco que tenía puesto

—¿Cómo?— miré sus ojos confundida

—Renuncia— parecía una niña suplicándole a sus padres por algo

—Amor no puedo hacer eso— intentaba convencerla para que dejara de insistir

Además no se que sería de mi vida sin mi trabajo, tenía un hogar que tenía que mantener, podría buscar otro trabajo un poco menos exigente pero sinceramente no me haría feliz

—Si puedes, ven a vivir conmigo— vivir con ella sería una estupenda idea pero me negaba a vivir como una mujer mantenida, quería aportar aún que sea un poco

—Ven a vivir conmigo, no tienes que trabajar, lo tenemos todo— la interrumpí con la intención de aclararle ese punto

—Es que eso es lo que no quiero amor, no quiero que tu papá me de todo lo que yo pida solo con tronar los dedos, no soy asi— ella suspiro, pero supe que estaba maquinando para encontrar otra solución

Sus ojos se abrieron de par en par y se acercó considerablemente a mi rostro

—La respuesta es más que obvia Daniela— rasque mi nuca intentando adivinar su plan

—Vente conmigo, se mi guardaespaldas como antes— su propuesta se ganó mi atención por completo

Era perfecto, yo podría seguir haciendo lo que más me gusta, estar con mi novia todo el día, y al fin y al cabo seguiría trabajando en un ambiente más que familiar

Ella me miraba con una sonrisa enorme en el rostro, sé que esperaba una respuesta y se la daría

—¿Que hay de Diana? ¿Los Redfield? ¿Mi casa?— ambas dudamos otra vez, era un tema que tenía que ser razonado para que no quedara nada pendiente y no hubiese ningún inconveniente

—Pues... Cuando me fui de mi casa trabaje duro en una empresa y con eso pude comprarme un departamento algo pequeño pero acogedor, similar al tuyo pero casi no lo amueble— coloque mis manos en su cintura y la acerque a mi mientras escuchaba con atención

—¿Y si vendemos nuestros departamentos y entre las dos compramos uno mejor?— cerré mis ojos imaginando todo lo que escuchaba

Me dolería vender algo que me costó tanto trabajo conseguir y en tan poco tiempo de haberlo adquirido, sin embargo soy capaz de entregar todo lo que tengo para estar con ella

—Me parece una idea maravillosa Poché... Quiero que todo sea como antes— recibí gustosa un beso que duró unos cuantos segundos

—Quiero vivir mi vida contigo, recuperar el tiempo que perdimos y aprovechar al máximo el que tendremos... Quiero vivir un noviazgo largo— ella negó con indignación fingida