Masa

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El vuelo de regreso a casa fue bastante tranquilo, está vez no hubo turbulencia que asustara a Andy ni a Daniela, y a decir verdad no lo disfruté tanto porque no quería decirle adiós a ese lugar tan pronto, creo que por la melancolía que me provocaba pero deje de pensar en eso muy rápido ya que me quedé dormida la mayoría del tiempo que estuvimos en el avión, apenas llegamos a el aeropuerto papá envío a su protocolo de seguridad por nosotras y en menos de media hora ya estaba todo listo para que Bel nos llevará a casa a las 4, todavía ni llegábamos pero ya estaba pensando en lo siguiente que quería hacer junto a Calle, quería tomarme la libertad de poder conocerla más a fondo y que por supuesto ella hiciera lo mismo conmigo, quería profundizar una conversación ya que sentía que ninguna realmente había sido trascendente en todo este tiempo, antes de hacerla mi novia primero tenía que hacerla mi mejor amiga, y antes de eso tenía que hacerla mi amiga y eso estaba dispuesta a hacer.
Llegando a casa subí a mi habitación y Calle me ayudó a subir mi equipaje, lo colocamos encima de mi cama y ella se despidió, después de aquel viaje mi padre había autorizado a Daniela y a Andy de volver dos días a su casa como descanso y yo me alegré, supe que ella estaría bien y esos dos días nos servirán mucho para terminar de procesar todo lo que había pasado en Cartagena.
Desempaque tomándome mi tiempo y acomode toda la ropa en mi clóset, estos dos días el encargado de mi seguridad sería Bel, y me sentí contenta porque el me había cuidado desde que yo tenía memoria y por obvias razones tenía más confianza con él y el me conocía mucho mejor, apenas termine de vaciar la maleta,la devolví a su lugar y me dirigí al cuarto de mi hermana para ver si ella también había terminado, siento que el regalo que le entregué estuvo incompleto, entre a su cuarto porque la puerta no estaba cerrada y observé que recién terminaba de guardar su maleta en el clóset
—Hola Vale, ¿Terminaste de desempacar?— caminé hacia ella y le sonreí
—Sip, y tu?— se acomodaba unos cabellos que estaban desarreglados y le cubrían la cara
—Termine también, oye tienes planes para esta tarde?— la mire intrigada
—No, creo que no, porque?— me devolvió la mirada
—Estaba pensando en ir a almorzar algo contigo, no quieres ir?— me senté en su cama
—Me parece una buena idea Poché, Bel va a ir con nosotras?— caminó hacia su mesita de noche y arreglo unos libros que estaban ahí olvidados
—Claro, es el único que hay disponible para las dos— reí y ella dejo de hacer lo que estaba haciendo para voltearse y mirarme como si supiera algo mío
—Oh, hiciste que Calle viniera a mi mente— se acercó sigilosamente hacia mi, eso me provocó gracia pero a la vez me incómodo un poco
—Ah si? Porque Calle te vino a la mente?— miraba como seguía aproximándose hacia mi
—No lo sé... Poché, puedes explicarme lo que pasó el día de mi cumpleaños?— se sentó a mi lado sin quitarme la mirada de encima
(Habían pasado tantas cosas ese día)
—A que te refieres?— fingí no saber de qué estaba hablando
—Tu sabes a lo que me refiero, cuando fui a buscarte por la mañana— trague saliva
—Te explique lo que había pasado pulguita, el despertador no sonó— sonreí tratando de estar tranquila
—Ah si? Y porque dormiste con Calle?— no entendí como es que lo supo, habría entrado antes?
—No dormí con Calle— le dije mientras miraba al piso
—Si, si dormiste con ella— está vez lo dijo segura de si misma, no tuve más opción más que confesar
—¿Como lo supiste?— comencé a mover mi pierna por el nerviosismo mientras la miraba
—Cuando eche un ojo allí adentro la cama de Calle estaba completamente ordenada, y solo la tuya estaba destendida, que explicación me puedes dar ante eso?— me miraba retante
—Porque Calle es muy disciplinada y ella se levantó temprano, tendió la cama y no me quiso despertar— sonreí segura de mi misma
—Poché, Calle estaba más dormida que despierta, no tengo 10 años— comenzó a reír y yo me sonrojé con si comentario
—Asi que no lo ocultes más, cuéntame absolutamente todo lo que te traes con ella— me miraba atenta como si yo estuviera dando clases, solté un suspiro y me resigné no sabía cómo iba a reaccionar
—Bien, te contaré todo lo que pasó, verás, desde que Calle llegó a casa sentí algo muy raro, algo que jamás había sentido antes  ¿me entiendes?— confesé
—y recientemente en el viaje a Cartagena... La verdadera razón por la cual no desperté temprano fue porqu...— me vi interrumpida por un sonido de emoción que había emitido Vale
—Ay Poché porfavor dime qué es lo que estoy pensando— me dio un par de golpes en la pierna que me dolieron un poco
—Ay estúpida espera!— aparte sus manos de mis muslos y me reí
—Lo que realmente paso no es lo que piensas, por la noche nos fuimos a beber a un pequeño bar que se encontraba en la playa, no controlamos los tragos y se nos fue de las manos, nos fuimos a charlar en la orilla y, no se que paso Vale, derrepente ella y yo nos besamos y, nos confesamos mutuamente entiendes?— Vale estaba entretenida escuchando mi historia y se veía feliz, eso me lleno de confianza
—Dormimos en la misma cama por qué una ola helada nos mojo toda la espalda y supongo que teníamos frío.— sonreí
—¿Frio? En Cartagena hace calor todo el tiempo!— continuo con su risita
—Bueno, no tengo idea del porque dormimos juntas está bien? Pero no hicimos nada, lo comprobamos en las cámaras privadas de habitación al siguiente día— me tape el rostro de vergüenza
—Hermana, estás segura de esa decisión?— me quedé estática
—Aún no hemos llegado a nada, queremos conocernos más... Y tal vez en el futuro podamos ser algo más— ella me miraba emocionada
—Estoy contigo hermanita, para esto y para todo lo que desees en tu vida— suspiro y nos abrazamos muy fuerte, no se cuánto tiempo estuvimos así pero aquel abrazo sano mi alma y por primera vez en mi vida me sentí cómoda
—Gracias mi piojo, entonces si quieres ir a comer esta tarde?
—Esta tarde? No, vayamos ahora mismo— se levantó y tomo su pequeña bolsa Chanel
—Esta bien, vayamos ahora mismo— la imite y tomé mi celular para avisarle a Bel que saldríamos pronto

Estábamos arriba del auto ambas en el asiento trasero, Bel iba conduciendo el vehículo que nos llevaría a Masa, el restaurante favorito de ambas, en cuanto Bel parqueo el auto en el estacionamiento se integró con nosotras, mientras caminábamos a la entrada del  restaurante Bel nos hizo las típicas preguntas para ponerse un poco al corriente de nuestras vidas, desde que el ya no es el encargado principal de cuidarnos no habíamos tenido tiempo suficiente para hablar, una vez dentro pedimos croissants de almendras, pastel de zanahoria, sopa, ensalada, un sándwich y muchas cosas más para poder comer algo a gusto, obviamente Bel también encargo un par de cosas, nos sentamos en una pequeña mesita que era muy comida y que estaba cerca de la entrada, por lo tanto teníamos vista de la calle, mientras Vale le contaba a Bel el viaje entero yo pude ver a través del cristal a Mario salir de un auto con algunos tipos más grandes y más fornidos que el, cuando lo vi solo mire hacia otro lado tratando de persuadirlo pero creo que se dio cuenta de mi presencia porque escuché unas risitas muy escandalosas provenir de el y de su grupito de amigos.
En segundos el entró al restaurante y me miró fijamente, analizo perfectamente con quién estaba y se dio cuenta que Calle no se encontraba presente, soltó una risita burlona y se dirigió a una mesa cercana mientras sus amigos ordenaban un par de cosas, es enserio? De todos los lugares que existen en Bogotá, de todas las horas y todos los días teníamos que coincidir justo cuando Calle no estaba?  Que suerte.
El resto de mi almuerzo no me supo igual, ni siquiera podía prestar atención en la plática que se desarrollaba en la mesa por pensar en cosas bobas, al parecer mis acompañantes se dieron cuenta de la situación y entendieron todo sin que yo les comentará nada, decidieron que era buen momento para que nos fuéramos de aquel lugar y eso hicimos, nos pusimos de pie guardando la comida que había sobrado y limpiando un poco el lugar, Bel me dijo que me adelantará al auto si eso me hacía sentir cómoda, pero cuando estaba dispuesta a salir Mario y sus amigos se levantaron de sus lugares y se dirigieron hacia mi, Bel lo noto y se quedó inmóvil porque nos superaban en número.
—A dónde irás Poché? No vas a saludar a tu amigo?— soltó mientras me miraba de pies a cabeza
— ¿Y tu gorila? ¿Porque no viene contigo hoy? ¿Se canso de ti tan pronto? No la culparía— sus amigos rieron y yo solo lo miré con asco
—¿Y este tipo quién es? ¿Uno nuevo?— río mientras se acercaba más a mi, yo solo pude retroceder unos pasos mientras lo miraba a los ojos.
Bel intento ponerse frente a mi pero uno de los amigos de Mario se lo impidió, el forcejeo contra el tipo pero solo provocó que otros dos tipos de unieran al agarre y lo inmolizaran por completo, Vale solo estaba observando todo lo que ocurría
—Mario, no le hagas nada a ella, no nada que ver en esto...— le dije con voz temblorosa
—No te preocupes, tu gemela estará bien, hoy solo te quiero a ti— los otros tipos apartaron a Bel de mi y Mario me tomo del brazo, sacándome del restaurante con cuatro tipos a sus espaldas, ellos me cargaron y subieron a una camioneta negra, comencé a gritar para que alguien pudiera ayudarme, pero todo fue en vano, un fuerte golpe en la cabeza me hizo ver las cosas borrosas, el sonido se apagó y un liquido tibio comenzó a recorrer mi frente, fue lo último que sentí.

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora