Caché

7.8K 361 5
                                    

PoV Poché

Sentí una mano acariciar delicadamente mi rostro, abrí mis ojos lentamente y me topé con mi hermana mirándome con atención sentada en una silla que había a un lado de mi cama
—Perdón si te desperté, quería avisarte que papá está por llegar pero estabas dormida y...— su voz se cortó un poco— Verte de está forma me recordó un montón a mamá por eso me dieron ganas de acariciar tu mejilla, enserio te pareces mucho a ella...— yo solo pude sonreír mientras sentía un nudo en la garganta
—Tu también te pareces un montón a ella, no importa que me despertaras, ya tenía mucho tiempo dormida— acomodé la almohada en la cabecera para poder sentarme en la cama, Vale me ayudó a ponerme en una mejor postura
—¿Cómo te sientes?— me dijo mientras colocaba su mano en mi frente para intentar medir mi temperatura
—Me siento un poco mejor, los medicamentos me ayudan mucho con el dolor, según yo en unas semanas estaré como nueva— reí un poco mientras la miraba, podía notar angustia en sus ojos
—Estaré bien Vale, no te preocupes más— ella no lo soporto más y se derrumbó, comenzó a llorar ocultando su rostro entre sus manos
—No sé que hubiera sido de mi si también te hubiera perdido, mi vida se hubiera acabado y...— no la deje terminar
—No digas eso, eres una niña aún y tienes a papá...— la abracé y puse su cabeza entre mi pecho para consolarla, podía entender cómo se sentía, Vale siempre había sido así, ella no expresa sus sentimientos en el momento y con cualquier persona.
Su llanto se intensificaba cada vez más, tanto que comenzó a dolerme a mí también así que decidí separarla un poco con mis manos y mirarla a los ojos
—Estoy bien mírame, solo tengo unos rasguños que se irán muy pronto— sonreí intentando transmitirle algo de serenidad mientras apartaba un mechón de cabello que cubría su ojo derecho
—¿Y si vuelve a pasar?— dijo en su hilo de voz
—No volverá a pasar Vale, porque Calle estará conmigo... No pasará nunca más— besé su frente logrando mi cometido, ella empezó a calmarse y a tomar aire para poder dejar el llanto a un lado.
Un par de sonidos huecos que provenían de la puerta inundaron la habitación y Vale limpio sus lágrimas rápidamente
—Adelante— casi grité,la puerta comenzó a abrirse de a poco dejándome ver unos hermosos ojos marrones que podría reconocer en este y en todos los planetas del universo
—Es un buen momento?— Calle se acercó a Vale y apretó su hombro con su mano
—Si, quieres que las dejé solas?... Que bobería, es obvio que debería dejarlas solas— Vale sonrió y se puso de pie dispuesta a salir— Si necesitas algo me avisas Poché, Calle te la encargo— ambas asentimos y esperamos a que saliera de la habitación para poder mirarnos
—Te ves radiante— le dije con una sonrisa
—Tu también— ella se acomodó en la silla donde Vale estaba sentada segundos antes
—¿Estabas dormida?— tomé su mano con fuerza, quería que ella supiera lo mucho que me hacía falta
—Estaba tomando una pequeña siesta, realmente estaba muy cansada— me miraba fijamente— apenas me enteré que llegaste subí casi volando
—Y eso que llegue hace ya un rato
—Perdón
—No me pidas perdón, también tienes que descansar— ella me miró a los ojos y a diferencia de otras personas jamás me hizo sentir incómoda
—Ojalá no me hubiera quedado dormida y me hubiera quedado mirando tus ojos todo esté tiempo— sus palabras me sacaron una sonrisa de lo lindas que eran, no hizo falta decir algo más para entender lo que nuestros corazones gritaban, cuidadosamente ella se acercó hacia mi y yo solo cerré mis ojos, unos segundos después sus labios estaban sobre los míos, tan cálidos y dulces como siempre, le correspondí con todas las ganas del mundo, en ese momento sus labios me servían más que cualquier medicina, no sentía ningún tipo de dolor porque a su lado yo era la mujer más feliz sobre el planeta tierra, lo que empezó como un beso tierno comenzó a transformarse en uno bastante apasionado, tome sus mejillas con mis manos y la acerqué aún más a mi, no quería que se separa de mi jamás, ella me besaba con una desesperación notoria, la necesitaba tanto pero mi cuerpo seguía bastante sensible como para dar otro paso, así que por esta vez me tuve que echar para atrás.
Justo cuando estaba a punto de separarme de ella para poder respirar la puerta de mi habitación se abrió con prisas, la persona que había entrado no había golpeado antes para preguntar si se podía entrar o no y aún que la respuesta sería un rotundo NO no hubo tiempo para explicaciones, mi padre se quedó estático al darse cuenta que Calle y yo nos estábamos besando con tanta 'emoción' solas en mi habitación.
El ambiente se tensó, podría jurar que mi corazón se detuvo unos segundos, Calle estaba inmóvil mirando a mi padre, y el solo mantenía la mirada sobre mi, inexpresivo y completamente frío
—Papá...— parecía que no me había escuchado
—Papá...— repetí y este dio señales de vida, fijo sus ojos en los míos —Te lo quiero explicar, escúchame por favor...
—Te escuchó, más bien, las escuchó— cruzó sus brazos mientras me miraba
—Desde que conocí a Calle sentí algo especial por ella... Ella ha demostrado ser una chica honesta, responsable y valiente... Papá, no puedo evitar sentirme así respecto a alguien... Es imposible...— no sabía que más decir, aún no había nada formal con Daniela y no quería hacer que alguno de los dos se incomodara
—Asi es señor, siempre he tratado a María José con respeto, ella es una persona muy importante para mí como usted lo podrá notar...— Calle se atrevió a hablar
—Papá, solo quiero que entiendas que el amor no tiene género, no me odies cuando lo único que hago es amar... Déjame ser como soy, déjame ser libre y déjame amar a la persona que yo quiera amar, quiero ser feliz como cualquier persona lo es...
—Daniela lo mejor será que te retires de está casa ahora mismo...— Calle se levantó dispuesta a salir de mi habitación y yo recordé aquella vez que mi papá la despidió cuando yo no podía ni hablar de lo borracha que estaba, pero está vez había una diferencia, está vez si podía hacerlo y no iba a permitir que pasará de nuevo
—Papá si Daniela se va yo me voy con ella— le dije firmemente mientras intentaba ponerme de pie
—Tu no irás a ningún lado— el se acercó a mí para evitar que caminara y yo intenté evitarlo
—¡Yo me voy de aqui! ¿¡Que caso tiene vivir en una familia que no acepta como eres!?— lo empuje levemente y el me miró
—¡¿Quién está hablando de eso?! Maria José estoy furioso porque no tuvieron el valor de decírmelo antes! No porque no acepté quien eres, ni a quien ames...— comenzó a calmarse mientras retrocedía un par de pasos —Daniela... Disculpa pero esto es demasiado fuerte para mí... Es decir... ¿Mi hija sale con su guardaespaldas?— se veía frustrado y angustiado mientras que Calle y yo estábamos bastante confundida por su reacción
—Papá... Aún no hacemos nada oficial— dije mientras miraba a Calle buscando su aprobación
—Pero quiero que sepas que ella no es una mala mujer pa... Dió su vida por mi... No lo dudo ni un segundo...— tomé su hombro mientras lo frotaba
—Maria José escúchame... Se que Calle es una buena chica, lo comprobé por mi cuenta... Sólo que esto es difícil de digerir... Solo díganme... ¿Pensaban decírmelo?— miré a Calle sediendole la palabra
—Planeabamos decirle todo señor en cuanto se volviera algo oficial, lamento que haya tenido que encontrarnos en esta situación— mi padre miró a Calle con compasión
—Escuchame Daniela Calle... María José es uno de los dos motores que me mantienen vivo hoy en día... Si vas a intentar algo con mi hija más te vale que sea enserio, si la lastimas yo mismo voy a hacer que todas tus habilidades de pelea se te olviden en segundos...— Calle supo disimular muy bien su risa y yo seguía muy confundida, pensé que todo esto se saldría de control pero no, hoy al igual que en días pasados comprobé que tengo y siempre tendré al mejor padre del universo entero.
—Ahora que me enteré de la relación que ustedes dos tienen creo que tendré que poner unas cuantas reglas — sonreí con lágrimas en los ojos y el hizo lo mismo, se acercó a mí y me abrazo tiernamente, intentando no apretarme mucho para no lastimarme
—Hija, sea cual sea la decisión que tomes siempre te voy a apoyar, pero dale tiempo a las cosas... Quiero verte feliz si? Y se que está chica hace tus días mejores... Lo noté desde que ella llegó... Ahora entiendo la insistencia que tenías porque volviera a trabajar aquí... — el se separó y giro para encontrarse a Daniela frente a frente
— Se que eres una chica realmente buena Daniela, confío en ti y en tu palabra, por favor cuida de mi hija — mi padre abrazo a Daniela y yo me quedé completamente impactada viendo esa escena, Calle estaba confundida pero aún así correspondió el abrazo
—No quiero incomodarlas más de lo que seguramente ya están... Así que me voy a retirar de aquí por ahora— como era usual en el acomodo el nudo de su corbata y camino hacia la puerta con una sonrisa gigante
—Primera regla para Caché— nos miró a ambas con seriedad en su rostro— mientras estén juntas no habrá ninguna puerta cerrada.— acto seguido desapareció por las escaleras casi de inmediato
—¿Caché?— dijimos al unísono.

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora