Confesiones

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Llegué a la casa de los Garzón en minutos, los nervios me consumían tanto que en el transcurso del viaje deje caer un par de lágrimas, me bajé de la motocicleta y bote mi casco hacia el suelo, este rebotó con fuerza y se perdió de mi vista, comencé a caminar casi corriendo hacia la entrada de la casa y noté que había mucha seguridad alrededor
-¡Señorita!-un policía gritó desde el otro lado del patio, yo solo apreté el paso
-¡No puede entrar a la casa por ahora!- si esa conversación hubiera sido en WhatsApp, le hubiera clavado el visto
Abrí la puerta de la casa y lo primero que pude ver fue a la señorita Valentina casi colgándose de Andy, llorando a cascadas y con una desesperación evidente, me acerque a ella y toque sus hombros
-Señorita, que ocurrió?- la miré a los ojos intentando transmitirle un poco de calma aún que yo también estaba muriendo por dentro
-¡Calle!-me abrazo y hundió su rostro en mi pecho
-¡Se llevaron a mi hermana! Se la llevaron!- sus palabras lograban oprimir mi corazón
-Lo sé pequeña, lo sé- la abracé fuerte y miré a Andy, lucia preocupada también
-La vamos a recuperar si? Confía en nosotros- la separé de mi lentamente y limpie sus lágrimas
-Ahora vengo- miré a Andy y ella volvió con Vale y la llevo escaleras arriba
Me dirigí hacia el señor Garzón y estaba hecho un manojo de nervios, sus piernas temblaban, sus ojos rojos e hinchados delataban las horas que había estado llorando, cuando me vio se me acercó lentamente
-Daniela, tenemos que encontrarla... No sé que voy a hacer si ese cretino le hace algo a mi niña...- su respiración era calmada, se forzaba a si mismo a lucir calmado
-No se preocupe señor, haremos lo que sea necesario para encontrarla- me acerque y estrechamos la mano unos segundos en señal de solidaridad
-¿Donde está Bel? Necesito que me explique qué fue lo que pasó- miraba a mi alrededor intentando encontrarlo pero no tuve éxito
-Esta declarando con los policías a fuera, no debería de tardar mucho en venir aquí- comento mientras se dirigía a las escaleras -Calle, iré a hacer unas llamadas, porfavor, has lo que tengas que hacer- me dedicó una última mirada y subió las escaleras apresuradamente.
Tome asiento en uno de los sofas del salón, no podía hacer nada sin Bel, no podía hacer nada sin conocer los detalles de lo ocurrido, la desesperación embriagaba todos mis sentidos, pensar en lo peor no me gustaba pero no lo podía evitar, quería salir corriendo de esa casa y encontrarla, quería que ella se sintiera segura, necesitaba escucharla llamándome 'soldado de terracota' como siempre solía hacerlo, necesitaba esos paseos silenciosos que dábamos de vez en cuando, todos los recuerdos que había forjado con María José daban vueltas sin fin por mi cabeza.
Bel entro a la casa con un nerviosismo increíble, jamás pensé que lo vería así, me levanté y me acerque a el, me miró con alivio y yo comencé a sentir que mi sangre comenzaba a hervir, juro ante mi Dios que quería matarlo en ese mismo momento, había dejado que se llevarán a María José y no había hecho absolutamente nada para impedirlo, lo tomé por la corbata y jale de está ahorcando un poco a aquel hombre, su alivio se transformó de inmediato en miedo
-Calle por favor tranquilizate un poco...-forcejeaba un poco conmigo mientras me miraba -déjame explicarte lo que pasó- apreté más mi agarre, estaba furiosa
-¡El trabajo era simple! ¡¿Porque no sacaste tu maldita pistola y le metiste un tiro a ese maldito?!- comenzó a tener dificultades para respirar
-Calle... Yo lo intenté pero... Sus amigos me dejaron inútil... Y la señorita Valentina estaba ahí también...- al oír eso último caí en cuenta sobre lo que estaba haciendo y lo solté de inmediato
-Disculpame Bel, no sé, no sé que está pasando conmigo- retrocedí unos pasos mientras el volvía a respirar
-¿Daniela que demonios está pasando contigo?- la voz femenina hizo que fijará mi atención en las escaleras
-Perdóname Andy, esto es muy estresante para mí- ella comenzó a acercarse hacia mí con seriedad en su mirada
-No solo para ti, ¿es que acaso no nos has visto a todos en esta casa? ¿Crees que eres la única a la cual le importa el bienestar de la señorita María José?- negué con mi cabeza, podía sentir cada palabra de Andy como un golpe bajo y ella tenía razón, estaba comportandome como una boba egoísta -Deja de reprocharle eso a Bel y vamos a trabajar para traerla de vuelta- me dió un golpe considerable en el hombro mientras salía de casa, Bel y yo no tuvimos de otra más que seguirla.

PoV Poché

Abrí los ojos con una pesadez extraña, aún me sentía un poco aturdida por el golpe que mi frente había recibido, el lugar donde estaba era oscuro, tanto que apenas podía ver más allá de mi nariz, comencé a palpar un poco la herida y note que la hemorragia había parado sin embargo me dolía mucho, supongo que era normal, no sabía cuánto tiempo había estado ahí, intenté levantarme sin éxito, mis piernas estaban atadas y mis manos estaban libres, tenía algo que oprimía mis labios y me impedía hablar o gritar, comencé a desesperarme e intenté liberar mis piernas pero no tuve éxito, la puerta de la habitación se abrió dejando entrar los rayos de luz de golpe, me deslumbre y apreté los ojos mientras escuchaba a alguien acercarse hacia mí
-¡Poché! Que bueno que has despertado, ya quería verte- No podía ver con exactitud de quién se trataba pero la voz y la silueta me apuntaban a solo un individuo, Mario
-Perdón por haberte traído de este modo, pero tus gorilas de ponen intensos, no crees?- caminó hacía mi y se puso en cuclillas, ahora sí podía ver su maldita cara, el tomó el paño que me amordazaba y lo quito bruscamente
-Que... ¿Que es lo que quieres de mi Mario?- lo miré sonreírme como psicópata
-Huy eso es una cosa muy complicada Poché- aprecie que se sentaba en una especie de banco que se encontraba en una esquina
-¿Quieres dinero? Mi padre te dará todo el que quieras en segundos...- comencé a respirar con dificultad
-Oh no, el dinero no me interesa, es por eso que ni siquiera he llamado para ponerle precio a tu vida- el comenzó a reír y yo me confundí, si no quería dinero, porque había secuestrado en primer lugar?
-Lo que quiero es algo que ni todo el dinero del mundo podrá comprar- el se levantó y tomo la perilla de la puerta
- ¿Sabes que es lo que quiero?- miraba su silueta, se reflejaba por toda la habitación y su voz sonaba imponente
-Quiero a Daniela Calle- tomé aire por el shock que esas palabras me habían producido- Y se que no tengo que hacer nada más, ella sola vendrá hacia mi, por ti, así que muchas gracias Poché- no lo ví, pero estoy segura que me sonrió morbosamente, el cerro la puerta segundos después y yo comencé a llorar, no se que quería hacerle a Daniela, a MI Daniela, no lo iba a permitir jamás, si le hacía daño me lo haría pagar muy caro. Me recosté y cerré los ojos intentando calmarme.

Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora