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PoV Calle

Después de asegurarme que Mario fuera arrestado me reuní con Andy y con Bel para decirles que todo había salido bien, ambos estaban preocupados por la salud de María José, y los entiendo completamente, verla en ese estado me partió el corazón, cuando me acerque a ellos estaban temblando, el más afectado parecía ser Bel, y es entendible, el había cuidado de Poché desde que ella tan solo era una niña.
-¡Calle!- me grito Andy- ¿Cómo lograste detenerlo a tiempo?- me miraba intrigada, sus piernas temblaban
-No lo sé, pero lo hice...- los efectos colaterales de está situacion comenzaban a afectar mi estado de ánimo
-Lo lograste Calle... No sabes lo agradecido que me siento contigo- Bel se acercó a mí y estrecho mi mano fuertemente
-No me agradezcan, yo solo hice mi trabajo- dije con una sonrisa temblorosa, el aire comenzaba a faltarme y me comencé a sentir fatigada y al parecer Andy lo notó
-Calle, quieres sentarte un rato?- solo asentí y ella me ayudó a sentarme en un pequeño tronco que había cerca del lugar
-Bel, puedes porfavor avisarle al señor Garzón que todo salió bien?- exclamó Andy mientras miraba a Bel, el comprendió y sacó su radio mientras se alejaba de nosotras
-¿Qué ocurre? ¿Que paso ahí adentro?- me miraba inquieta
-No lo sé con certeza, Andy, esto no te parece extraño?- la miré mientras entrelazaba mis manos
-¿Extraño?- ella estaba completamente confundida
-Mario no secuestro a María José por dinero, ni para recibir nada material...-¿Que estás diciendo Daniela?- miré hacia el piso intentando conectar mis ideas
-El me quería específicamente a mi, y secuestró a María José justo el día en el que yo no estaba con ella, coincidieron en el mismo lugar a la misma hora, con los tipos suficientes como para poder detener a Bel...- un nerviosismo bastante extraño comenzó a apoderarse de Andy, ella soltó una risita de nervios y comenzó a armar teorías sin sentido
-No pienso que haya sido algo como eso, las coincidencias existen- la interrumpí
-aún si las coincidencias existieran, porque Mario me quería a mi?
-No tengo idea, tal vez tú tengas algo que María José no- sus palabras me dejaron pensante, que podría tener yo Daniela Calle Soto, hija de un par de empresarios pequeños, con un trabajo y una casa bastante humildes que no tuviera María José Garzón Guzmán, hija del empresario más rico de todo el continente?
-No logro entender...- ella sostuvo mi hombro y suspiró
-olvidemos ese tema ya, lo importante ahora es María José, por lo poco que vi ella salió de ahí bastante mal- sonó muy evasiva y me pareció extraño
-estaba mal, ella estaba ahogándose en un charco de su propia sangre, estaba muy lastimada Andy, y tengo mucha impotencia por eso, no puedo hacer nada para que ella se sienta mejor- coloqué las palmas de mis manos sobre mis ojos
-No puedes hacerlo, pero date cuenta, la salvaste, si no fuera por ti tal vez ella ya no estuviera...
-Cállate no digas eso, tan solo pensarlo me aterra...- la interrumpí
-Ve con ella, debe de necesitar compañía después de esta experiencia tan fuerte- baje mis manos y retuve mis lágrimas
-Eso haré, muchas gracias por hablar conmigo-me levanté y caminé en dirección a Bel con un nudo en la garganta
-Calle, el señor Garzón está enterado de la situacion, en este momento se dirige al hospital donde llevaron a María José- trague fuerte y asentí
-Gracias por avisar- Bel no lo soporto más y me dio un abrazo bastante fuerte que me dejo pasmada
-Muchas gracias por salvarla, es parte de mi vida desde hace muchos años- correspondí unos segundos su abrazo y me separé
-Ella significa mucho para mi, nunca dejaré de protegerla- comencé a caminar hacia el auto donde habíamos llegado
-Me llevaré el auto, regresen con la policía a casa- sin mirarlo de nuevo abrí la puerta del conductor y me subí, observé por el retrovisor la sonrisa que Andy había puesto, decidí ignorarla.
Encendí el auto y trace la ruta al hospital más cercano ya que supuse que ahí es donde llevarían a María José, mientras conducía no podía dejar de pensar en lo que vi ahí adentro, en su carita llena de heridas y el lugar asqueroso donde Mario la había tenido oculta, sus expresiones, sus pocos movimientos, si bien ya la había ayudado el sentimiento de impotencia y de furia que recorría todo mi cuerpo no me dejaban pensar con claridad, quería detenerme en medio del bosque y darle un puñetazo con todas mis fuerzas a algún árbol que estuviese por allí, quería gritar y quería llorar, quería hacerle saber a María José toda la tormenta de sentimientos que es capaz de generar en mi, pero era muy pronto aún.
Me estacioné en el parqueadero y me baje con prisa evidente, caminé hacia la entrada mientras observaba con detalle las afueras del edificio, una vez dentro me acerque a una chica que estaba en el recibidor
-Disculpa, aquí llego una chica con pelo azul recientemente?- la miraba con un tic nervioso en la pierna
-Ah si, por favor acompáñame- no dije nada más y procedí a hacer lo que me dijo, juntas llegamos a un escritorio con una computadora encima
-¿Puedes darme los datos de la persona?- me dijo mientras acomodaba sus anteojos
- María José Garzón Guzmán- ella tecleo velozmente y me miró
-Esta en el sistema, porfavor acompañeme- se levantó y se dirigió a un pequeño elevador que estaba cerca de la recepción, entre con ella, presionó en número 5 y un par de segundos después el elevador comenzó a subir, sentí el vacío en el estómago por unos segundos
-Es su familiar?- la miré confundida
-Si no es familiar no la puedo dejar entrar a la habitación- sonreí levemente
-Es mi hermana, papá me dijo que viniera a asegurarme que estuviera bien y por supuesto que yo también estoy muy preocupada- mentí, aún que lo de estar preocupada era cierto
-Entiendo, cuál es su nombre?
-Daniela Garzón Guzmán
-Todo perfecto señorita- el elevador llegó a su destino y las puertas se abrieron, salimos al mismo tiempo y ella me miró
-Su hermana se encuentra en la habitación 67, tiene 30 minutos para verla y después debe de abandonar la sala para que ella pueda descansar correcto?- me dijo mientras señalaba el pasillo
-Correcto, muchas gracias- le sonreí y comencé a caminar apresuradamente hacía el pasillo, busque con la mirada el número de la habitación de Poché y después de unos minutos caminando la encontré, tomé aire y me puse frente a ella, quería entrar pero a la vez no, me daba coraje verla de ese modo, impotencia también, después de pensarlo unos segundos abrí la puerta despacio y entre intentando ser discreta, para mí buena suerte ella estaba despierta, y estaba siendo atendida por otra enfermera, sus heridas en el rostro habían sido perfectamente atendidas y ya no se veía tan estresada
-Hola...- le dije y ella se fijo en mi, sonrió levemente y yo hice lo mismo
-Hola Calle- su voz sonaba débil y muy cansada, me acerqué a ella y me senté en una silla que estaba a su lado mientras la enfermera salía de la habitación para darnos algo de privacidad
-¿Como te sientes?- comencé a analizar cada parte de su cuerpo
-No me siento tan genial, pero si me siento mejor que antes, todo gracias a ti- su mano fue en busca de la mía y yo se la ofrecí hasta que las entrelazamos
-Me alegra mucho saber que estás bien, de verdad- la miré a sus ojos, el toque de verde olivo que tenían me transportaban a otra realidad
-Saldre de aquí pronto Calle?- me miraba, yo no sabía que decirle
-No tengo idea Poché- apreté un poco nuestras manos - pero estaré contigo día y noche hasta que puedas salir de aquí, te lo prometo.

- le dije y ella se fijo en mi, sonrió levemente y yo hice lo mismo-Hola Calle- su voz sonaba débil y muy cansada, me acerqué a ella y me senté en una silla que estaba a su lado mientras la enfermera salía de la habitación para darnos algo de priv...

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Todo estará bienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora