II

50 5 0
                                    

Esa tarde las amigas inseparables se arreglaron para salir a dar un paseo.

- oh que placentero es salir a caminar junto a ustedes mis adoradas princesas- dijo Esther, espero que no pase mucho tiempo para que podamos volvernos a reunir.
- siempre ha sido un poco difícil reunirnos cuando queremos - dijo entre carcajadas angélica.
- tienes razón, estamos tan ocupadas en nuestras cosas que a veces nos descuidamos por completo a nosotras mismas, yo en mi academia sumergida en las clases, Esther con sus grabaciones y su escuela de idiomas, y tu en tu empresa angélica, - dijo en con un suspiro Verónica, solo espero que no vuelvan a pasar otros dos años para que volvamos a vernos ¡en persona, las videollamadas no son suficiente! Concluyó.
- somos tan sentimentales y unidas que si no fuese por nuestras responsabilidades estoy segura que nos quedaríamos en esta cabaña una larga temporada- dijo angélica.
- estoy de acuerdo contigo - añadió Esther.
- gracias por estar presentes durante tantos años mis florecitas, las amo. - dijo Verónica.

-y siempre lo estaremos - dijo sonriendo Verónica
- chicas ¿que les parece si vamos a cenar al pueblo? - Dijo Esther.
-claro vayamos- dijo angélica sonriendo a sus amigas.
- como en los viejos tiempos- añadió Verónica, pero por favor concluimos con postres ¿si?
- jajaj tu siempre logras conseguir que cedamos Verónica- dijo angélica.
- debimos llamarte niña postres, - dijo Esther sonriendo.
- es que ustedes siempre me complacen- dijo Verónica emocionada.

Llegamos al restaurante del pueblo, y justo en la mesa que estaba posicionada frente a nosotras, se encontraban tres chicos, quienes no dejaban de Mirarnos.

- niñas ¿notaron que los chicos de la mesa de en frente nos miran? - Dijo Esther.
- oh sí, desde que entramos no han parado de mirarnos, - dijo Verónica.
- ¿porque les extraña que así sea? Somos demasiado hermosas, y serían unos completos idiotas si no lo notarán, - dijo angélica sonriendo.
- pero bueno, no vinimos aqui para hablar de esos chicos, estamos aquí para disfrutar de una deliciosa cena, así que ordenemos la comida, - dijo Verónica.
- tu siempre pensando en la comida antes que todo jajaja, - dijo angélica.
- deja a nuestra pequeña comelona tranquila y pidamos, - dijo una sonriente Esther.

La cena estaba deliciosa, y disfrutamos de historias, Esther es una excelente narradora de historias.

- chicas es hora de irnos a casa, hoy fue un maravilloso día. - Dijo Esther.
- un estupendo día preciosas, - dijo angélica.
- hace mucho que no disfrutábamos tanto juntas, - añadió Verónica.

Se encontraban saliendo del restaurante cuando los caballeros se acercaron a ellas.

- buenas noches chicas, - dijo uno de los caballeros, mi nombre es Scott y ellos son mis amigos, Jacob y Richard.
-Buenas noches caballeros, mi nombre es angélica, y ellas son mis hermanas Esther y Verónica, es un placer conocerlos.
- igualmente señoritas, ¿son de acá de la ciudad? - Pregunto el pelirrojo que lleva por nombre Richard.
- no, - respondió Esther, yo soy de Irlanda estoy de vacaciones con mis hermanas.
- oh vaya, yo también soy de Irlanda - dijo Scott, quien sonrió al saber que Esther y el vivían en el mismo país, y ustedes chicas ¿también son de Irlanda? - pregunto.
- no, solo Esther vive en Irlanda, yo soy de Ámsterdam, y viene a reunirme con mis princesas, - dijo Verónica.
-oh vaya esto debe ser una broma, yo también soy de allá, - dijo Richard, solo falta que Jacob y angélica sean de aquí de Grecia, dijo en una carcajada.
- eh, yo si soy de aquí de Grecia, - dijo angélica.
- esto es solo un propósito de Dios, -dijo Jacob, yo soy de aquí también.
- esto solo significa que seremos buenos amigos, -dijo Richard sonriendo.

Todos los presentes sonrieron al comentario de Richard, mientas que Scott en sus pensamientos le preguntaba a Dios como podía existir una chicha tan hermosa como Esther.

Amigas Inseparables. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora