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Despues de un año de Noviazgo las tres parejas se encontraban cenando en un restaurante, recordando los viajes realizados, los momentos compartidos y los congresos a los que asistieron.
Los tres caballeros se colocaron de pie y admirando a sus hermosas damas, se arrodillan frente a sus damas sacando cada uno una cajita de sus bolsillos y abrindolas. Entraron unos mariachis tocando para ellos, luego de un par de canciones, una pantalla frente a ellas comenzó la emisión de un video, fotos de ellos transcurrían por la pantalla, finalizando con: "Quieres ser mi esposa", las tres amigas quedaron sorprendidas, y estáticas mirándose la una a la otra, sin saber que decir. Los caballeros las sacaron de sus cavilaciones, pronunciando a una sola voz.¿ "Amada mía, quieres ser mi esposa"?.
Las tres chicas se pusieron de pie, acercándose a sus caballeros y arrodillando se sus distancias respondiendo un perfecto y melodioso:"Si acepto".

Las parejas estaban tan felices que no podían contener sus sonrisas, salieron del restaurante y fueron al apartamento de Verónica, donde se dispusieron a hablar con Dios mientras agradecía por las nuevas noticias, ellos sabían que aunque Dios ya lo sabía, todo era mejor cuando ellos abrían su corazón al padre.

Los meses transcurrieron rápido, acordaron casarse a final de año en una ceremonia triple. Ya los preparativos estaban listos, faltaban un par de meses para sus bodas, todos estaban felices y emocionados. Las chicas se reunieron una vez más en la cabaña, la cual habían adquirido en vencía, se encontraban preparando los últimos detalles para el gran día, de todo lo que deseaban compartir juntas aunque una boda triple no fue un plan bien formado en sus mentes, compartir un día especial dedicados a ellas, les parecía lo máximo, habían decidido quedarse a vivir definitivamente en Afganistán, Angélica abrió una nueva sucursal de su compañía, asociada con Jacob, y Esther recién había inaugurado la nueva sucursal del instituto de idiomas, Scott, reabrió la sucursal que había cerrado, todo comenzába a tener sentido, orden y por fin habían tomado una decisión agradable a los siete, ya que todo fue puesto en manos de Dios, él es, el centro de todas sus vidas.

-Quién se iba a imaginar que terminaríamos comprometidas con los caballeros del restaurante. - dijo Verónica, recordando lo ocurrido hace dos años y 6 meses. - Dios obra de maneras misteriosas, pero siempre de la mejor manera, gracias a él estamos juntas, gracias a él podemos compartir una vez más, gracias a él seguiremos unidas hasta el último suspiró.
-Si Vero, papá trabaja de maneras extraordinarias, y graciosas. Nunca nos imaginamos algo así y sin embargo, vamos a compartir el día con el que siempre habíamos soñado. - dijo Angélica sonriendo. - Y se que aún falta camino por recorrer, lo reconfortable es que papá está a nuestro lado y nunca nos dejará, y las tengo a ustedes chicas, mis princesas, mis motivos de alegría, mis personas favoritas.
-Nuestra amistad se formó en el corazón del padre, el nos unio con un propósito, nos unio con amor genuino, de ese que no se acaba, como siempre decimos mis princesas. "El cordon de tres dobleces, no se rompe fácil mente". Mientras papá nos quiera unidas así será, y hasta el último suspiró como dijo Angélica, las verdaderas amistades se forman en distancias amargas. Aprendimos a estar presenten en cada momento sin importar los kilómetros de distancia que nos separaban, disfrutamos de cada encuentro, y lo más importante es que, aprendimos a pasar tiempo de calidad, amor y armonía con nuestro Caballero. - dijo Esther. - Por cierto chicas, les tengo una sorpresa… Lo podemos tomar como un regalo de bodas.
-Y así será siempre, unidas por el amor puro de papá, atadas a él y su voluntad. - dijo Verónica. - ¿De que se trata?.
-Me siento honradas al tenerlas, ustedes forman parte fundamental en mi vida. - dijo Angélica. - Me tienes curiosa.
-Son mi brillo de sol resplandecientes, mis cálidos abrazos en ansiedad, mis tesoros del cielo. - dijo Esther. - Los chicos y yo estuvimos viendo Apartamentos en Afganistán, y encontramos un condominio ubicado cerca de la Academia de baile, de la sucursal de tu negocio, y de mi nuevo instituto. Viviremos cerca chicas, por fin estaremos juntas sin necesidad de viajar para vernos.
-Por fin, gracias a Dios, todo ha estado marchando de maravilla y se que así seguirá siendo. - dijo Verónica.
-Gracias a Dios, realmente extrañaba esos años cuando vivíamos en Venezuela, y en españa. Fueron los mejores años y momentos junto a ustedes. - dijo Esther.
-Creo que nunca había estado tan feliz en mi vida como ahora, papá si que es bueno. - dijo Angélica.
Las chicas permanecieron dos semanas en la cabaña y luego volvieron a Afganistán, ya faltaba poco para el gran día.
Transcurridos los dos meses llego el día tan esperado.

El Gran día (La boda).

Llegó el gran día, las chicas se encontraban preparándose, las maquilladoras ya se encontraban en el apartamento de Verónica, Las estilistas por fin llegaron, y así todo empezó. Tres horas después, las chicas se encontraban peinada y maquilladas, solo faltaba el vestido.

Esther Lucía un fascinante vestido blanco perlado, con diseños de encajes y piedreria al rededor del escote.
Verónica Lucía un precioso vestido Blanco con transparencias rosa-perla, y diseño de piedreria al rededor de todo el corsel.
Angélica Lucía un hermoso vestido blanco con bordes negros perlados.
Las chicas lucían radiantes, Angélica había mandado a realizar una pequeña sorpresita, deseaba que las tres compartieran algo.

-Chicas ya llego el gran día, nos encontramos listas, hoy empieza un nuevo viaje el cual como todos compartiremos unidas. Por esa razón deseo obsequiarles algo muy importante. - dijo Angélica, entregando unas cajitas en las manos de sus amigas. - Espero que les agrade. - sonrió.
Las chicas al abrir las cajitas se encontraron con una tiara, la cual contenía forma de flores y estrellas, y en el centro de esta se encontraban tres iniciales,
V.E.A. (Veronica, Esther, Angélica) con colores plateados y rosas peelados. Unas lágrimas se deslizaron por las mejillas de Verónica y Esther.
-Gracias Angelica, es una hermosa sorpresa, un precioso detalle. - dijo Esther sin dejar de admirar la tiara.
-Oh, te pasaste de hermosa, me encantó. - dijo Verónica abrazando a Angélica.
-Este es nuestro símbolo, siempre juntas… Las amo chicas. - dijo Angélica. - Me complace que les gustará. - Angélica las ayudó a colocarse las tiaras y cuando terminaron, Esther les entregó una cajita a cada una.
-Yo también les traje algo. - dijo Esther sonriendo. - es un símbolo de nuestra amistad y cada miento compartido.
Las chicas al abrirlas se toparon con unas gargantillas, de color plateadas, con toques perlas, y un corazón en el centro de estos.
-Hermoso, realmente me encanta. - dijo Angélica. - estoy impresionada, es perfecto.
-Es lo más precioso que he visto, encantador, bello. - dijo Verónica. - Lo usaré siempre.
-Me encanta que les guste, cuando los vi pensé en nosotras, son perfectos para ser portados por auténticas amigas. - dijo Esther.
-Hoy es el día de los obsequios así que, extiendan sus manos, jajaja, yo también traje algo. - dijo Verónica. - Estos fueron creados exclusivamente para nosotras mis florecitas.
Entregó a sus amigas las cajitas. Estas al abrirlas quedaron encantadas, nunca habían visto algo igual, en el interior de las cajitas se encontraban unos anillos el cual en el centro tenía un corazón con una pequeña flor dentro, su color era plateado con franjas de flores y sombrado rosa perlado.
-Es… Es Precio Vero, wao, de verdad me encanta. - dijo Esther.
-Creo que acabo de ver la joya las preciosa del mundo, es hermoso. Te luciste mi niña. - dijo Angélica sin dejar de ver su nuevo añillo.
-Cada una de estas prendas las cuales nos entregamos, son el fruto de una amistad que crece en medio de distancias amargas. Nuestro hilo jamás será roto, porque papá fue quien lo amarró. Las amo inmensamente. - dijo Verónica.
-Las amo en cantidades mis princesas. - dijo Esther abrazandose a sus amigas.
-Mis regalito del cielo las amo infinitamente.

Amigas Inseparables. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora