Amigas Inseparables.

X

Esther se encontraba ansiosa, ya faltaban pocos días para viajar a ver a sus amigas, las extrañaba muchísimo,las cosas han estado un poco tensas en el instituto, aunque eso no le quita la felicidad que siente al saber que dentro de poco verá a sus niñas. Estaba tan metida en sus pensamientos que no escuchaba los toques a la puerta.

-Señorita Esther tiene una llamada en la línea. - dijo Andy su secretaria.
- Gracias Andy.
La secretaria se retiró cerrando la puerta tras ella.

-Buenos días ¿con quien tengo el placer de hablar? - preguntó Esther.
- Buen día Esther, es Scott.
- ¡Scott! Que sorpresa ¿como estas?
- Muy bien ¿y tu?
- Excelente ¿deseas acompañarme a desayunar? Tengo una propuesta para ti.
- ¿Una propuesta?
- Si Esther una propuesta, deseo hacer negocios contigo.
- Suena interesante ¿donde nos vemos?
- Pasare por ti en una hora ¿donde te encuentras?
- Me encuentro en la academia, si gustas puedo llegar a donde tu estés.
- No te preocupes, será todo un placer pasar por ti.
- Te esperó.
- Nos vemos pronto.

¿Una propuesta, un negocio? No me esperaba esto, gracias señor porque aunque no se de que trata me da paz este asunto. - dijo Esther a Dios.

¡Natalia! Hablo con un tono alto Verónica.
-Sí señorita ¿en qué puedo ayudarla?
-¿Dónde están los documentos de la membresía de la academia?
- En el archivero señorita, usted misma pidió hace un par de días que los pusiera a salvo de alguna pérdida.
- Es cierto, disculpame Natalia, no lo recordaba. - No se preocupe señorita.
- Puedes retírarte.
Natalia se retiró de la oficina mientras Verónica se acercaba al archivero buscando el documento.

¡Aquí está! Bueno Verónica es hora de ir a registrar la nueva sucursal. Verónica se encontraba feliz, ya faltaba poco para la inauguración de la nueva sucursal, todo marchaba muy bien gracias a Dios.
Verónica se dirigió al notario para culminar el procedimiento mercantil de la nueva sucursal.

-Felicitaciones señorita Verónica, aquí tiene las llaves de la academia.
-Muchas gracias señor notario, es un placer para mi hacer negocios con usted.
- Lo mismo digo señorita.

Veronica salió de la oficina del notario feliz, ya gracias a Dios tenía en su poder los documentos firmados, el establecimiento ya le pertenecía y por fin podría abrir la nueva sucursal, se entretuvo tanto en sus pensamientos y no cuenta se dio cuando se encontraba en medio de la autopista, una camioneta venía con gran rapidez hacia su dirección, Verónica al notarlo no supo como reaccionar, intentó moverse pero sus piernas no les respondieron, su cuerpo estaba totalmente inmóvil. Por suerte el conductor pudo desviar la camioneta fuera de la carretera impactando con una pared, por suerte nadie salió herido. Verónica al notar el accidente después de volver en si, se acerco para ayudar al conductor de la camioneta.

-¿Te encuentras bien? - le pregunto un poco asustada y apenada por la reacción que pudiera tener, por su culpa salió del camino y chocó.
- Me encuentro bien, solo un poco adolorido - respondió el caballero sin levantar su rostro.
- Discúlpeme por ocasionarle este daño - dijo sincera Verónica.
- El caballero al escucharla hablar levantó la mirada ¿eres tú? - dijo sorprendido.
- ¡Richard! - dijo Verónica impactada, no se esperaba verlo justo en ese momento y en tan vergonzosa circunstancias.
- ¡Verónica! Pero que gusto me da verte. - pronunció.
- ¿Seguro estas bien? Estas sangrando Richard. - dijo preocupada. - Me agrada verte, solo que no es momento apropiado para hablar, te llevaré al hospital.
- Tranquila Verónica estoy bien, te lo aseg….. No termino de pronciar las palabras cuando se desplomó en el sueño.
- ¡Richard! ¡Richard reacciona, por favor! - Verónica estaba aterrada, sus lágrimas corrían por sus mejillas mientras intentaba despertarlo. - Una ambulancia, llamen una ambulancia - grito pidiendo ayuda.