XVIII

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-¿Quien será la dama afortunada?. - dijo Angélica sonriendi y mirando a su amiga Verónica. La cual estaba sonrojada, y nerviosa. 
-Espera un momento Richard, la dama que se a quedado con mi corazón también se encuentra presente, así que ¿porque no lo hacemos juntos?. - dijo Scott. Dejando a Esther con los ojos sumamente abiertos, sus mejillas se sonrojaron. 
-Quién diría que el día más feliz de mi vida sería tan romántico y con amor en el aire. - dijo Angélica. 
-Jajaj, así es mi amor. - dijo Jacob. - Entonces los escuchamos chicos. 
- Hace casi un año, conocí en Venecia a la chica más hermosa del universo, en cuantos mis ojos la vieron supe que ella sería la dueña de mi corazón, nunca había sentido mi corazón latir tan rápido como en ese momento. - dijo Richard viendo a los ojos a Verónica. Se acerco a ella y la tomó de las manos. - Siempre le pedí a Dios que me diera amor puro, y me ayudara a buscar de él pues sabía que se esa forma me convertiría en un hombre de bien, pues solo a los pies de papá somos transformados y yo quería ser la mejor versión de mi, para que cuando papá decidiera poner en mi camino a la mujer que se adueñaria de mi corazón y pensamientos, poder ser lo que ella necesite, ser ese caballero que siempre imagino tener a su lado. No quiero convertirme en tu príncipe porque anhelo que sea Dios quien reine en tu corazón, pero si deseo ser parte de la vida de esta hermosa princesa que el padre a puesto frente a mi. Verónica yo me enamore de ti desde el primer día, quizás no soy bueno con las palabras pero creeme nunca había dicho tantas cosas juntas, y abrir mi corazón me cuesta un poco, pero me esforzarte cada día por hacerte la mujer más feliz, quiero que caminemos juntos el sendero hacia la presencia del padre. ¿Quieres compartir tu vida junto a este humilde servidor de Jesús? ¿Quieres ser la dueña de mis días?. 

Verónica estaba maravillada al escuchar tan preciosas palabras, no solo era una declaracion, era una invitación a servir juntos a Dios, y eso es lo que ella siempre deseo, un caballero que se esforzara por buscar de Dios. - Richard, hace unos meses mientras oraba le pedía a papá que cuando llegara a mi vida el caballero que el había creado para mi, ese caballero deseara ser mi ayuda a buscarlo a él, que no deseara ser el dueño o rey de mi corazón, ya que este solo le pertenece a él, y el que tu me digas estas palabras solo demuestra que papá siempre trabaja de manera ordenada y misteriosa. Yo… Cuando te vi en ese restaurante nunca imagine que sentiría cosas por ti a lo largo de estos meses, y mira que nuestros encuentros son toda una mina de oro, pero como sucedió no lo se, pero lo que si se es que te metiste en mis pensamientos y en mi corazón, y me fui enamorando poco a poco sin saberlo. Y si, acepto compartir tiempo contigo y con papá. 
Richard se abrazo a Verónica, depositando un beso en su mejilla. - Gracias mi pequeña dama, gracias por aceptarme. 
-Gracias a ti por aguantar mi rechazo en ocasiones anteriores. Necesitaba estar segura de lo que ambos sentíamos, además no te lo pondría fácil. 
-Jajaj, que hermosa ternurita eres mi amor. - dijo colocando en su dedo un anillo de promesa, con el cual le aseguraba estar allí en todo momento, caminar junto a ella y ayudarla en todo. - Ahora es tu turno Scott. 
-Primero déjenme felicitarlos, realmente es grato ver como Dios une propósitos. Deseo lo mejor y que Dios los bendiga siempre. - dijo Scott. 
-Amiga me hace feliz verte feliz, y tu Richard, mucho cuidado. - dijo Angélica. 
-Si ya se que si algo le pasa me matarás. - dijo Richard sonriendo y abrazando a su amada. 
-Esto si que es increíble, dos pareja formadas el mismo día, que bello es el amor. - dijo Esther. - Vero felicitaciones, y papá bendiga su unión. 
-Gracias amigas, gracias Scott. Realmente me siento muy feliz. 
-Felicitaciones tortolitos. - dijo Jacob. - Me complace verlos juntos y se que junto al padre lograrán muchas cosas. Pero aún falta Scott, así que vamos amigo. 
-Está bien, esta bien. - dijo Scott. - Esther hace semanas que abrí mi corazón dejándote saber mis sentimientos hacia ti, y lo que diré ahora no es con la intención de precionarte, al contrario solo quiero que todos sean testigos de lo que siento por ti, de lo enamorado que estoy, pero solo tu dirás cuando establecer una relación, estoy dispuesto a esperarte el tiempo que sea necesario. El día que ibas de regreso a Irlanda, cuando te encontré en el aeropuerto sentí como mi corazón salía de su lugar y se dirigía a ti, cada latió de él toca una perfecta melodia sólo para ti, tu mirada se volvió mi refugio desde que los vi, y lo que me enamoro fue esa manera tan hermosa que tienes al adorar al padre, amo verte hablarle, y sonreír mientras lo haces. Amo tus hoyuelos pero ya eso te lo había dicho. Te has vuelto mi ayuda en estos últimos meses, cada salida, cada compartir, cada reunión a leer y buscar a papá, cada taza de café, papá me llevo hasta ti y solo me queda decir que Te amo Esther. 

Esther no sabía que decir, se sentía nerviosa, sentía que el aire le faltaba. Y sin pensar solo salió del comedor dirigiéndose a la terraza del apartamento, necesitaba tomar aire, necesitaba respirar y asimilar todas esas palabras que se apoderaron de sus pensamientos. 

Scott al ver la reacción de Esther sonrió al ver como salía, el sonrió a sus amigos y salió del apartamento, se dirigió a unas bancas que se encontraban en la entrada del edificio y sentándose, agradeció a Dios por la oportunidad que le dio al poder decir lo que sentía, a pesar de sentirse en paz por la declaración realizada hace unos segundos la tristeza se hizo presente, sus ojos se cristalizaron y las lágrimas comenzaron a descender. 

Angélica y Verónica se miraron confundidas, no sabían que había ocurrido, no lo entendían, ellas sabían lo que Esther sentía por Scott más ahora solo sabían que debían apoyar a su amiga, así que se retiraron a la terraza a buscarla. Mientras Jacob y Richard salían a ver a su amigo. 

-¿Esther, te encuentras bien? - preguntó Angélica. 
-Lo estoy, solo necesitaba tomar aire. - respondió sin mirarla. 
-¿Qué ocurrió? Todos quedamos confundidos. - dijo Verónica. 
-Necesitaba asimilar todas esas palabras, ustedes saben muy bien que no me gusta actuar por impulsos, no deseo hacer algo que vaya contra la voluntad del padre. - respondió Esther. 
-Creo que debes hablar con Scott, Esther. - dijo Verónica. - debes explicarle lo que sientes. 
-El sabe lo que siento, la primera vez que me hablo de sus sentimientos se lo dije, le dije que yo también sentía algo por el. - dijo Esther. 
-No entiendo entonces lo que ocurre Esther. - dijo Angélica. - ¿no estas enamorada?. 
-Si lo estoy, es solo que… no quiero salir lastimada. - respondió Esther. 
-Ya entiendo, pero no debes tener recuerda que, Cuando Dios está a nuestro lado nada podrá lastimarnos. - dijo Verónica. 
-Tienes razón, y no es que no vaya aceptar, solo que necesitaba asimilar todo, necesito tranquilizar mis nervios. - dijo Esther. 
-Entonces Scott, se llevó la impresión equivocada. - dijo Angélica. 
-¿Porque lo dices?. - preguntó ahora desconcertada Esther. 
-Tú saliste huyendo del comedor, y Jacob segundos después se fue. - dijo Angélica. 
-¿Se fue? ¿A donde?. - preguntó Esther. 
-Tranquila, no te preocupes, está en la entrada del edificio con los chicos. - dijo Verónica. 
-Oh, iré a hablarle. - dijo Esther.  

Amigas Inseparables. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora