Amigas Inseparables.

XIII

Al llegar al aeropuerto, Scott no pudo parar de sonreír, bueno en realidad desde que le confesó a Esther sus sentimientos hacia ella. Scott pensó que Esther no había notado su sonrisa y eso le acallaba un poco los nervios. 

Desde que salieron de la calle donde reside el apartamento de Esther, ella noto la forma de sonreír de Scott, aunque volteaba la mirada para no ser descubierta, intento no prestar atención pero le fue imposible, era curioso para ella ver como un chico puede sincerarse de verdad, y notar que nunca deja de sonreir por la chica que le importa. 

-Llegamos, - dijo Scott, sacando a Esther de sus pensamientos. 
- Que rápido fue el trayecto. - respondió. 
-¿Rápido? - preguntó confundido Scott - tardamos 40 minutos en llegar. 
Esther estaba tan metida en sus pensamientos, para ella todo pasó rápido. - Si que perdí la noción del tiempo entonces - dijo al fin. 
-Al parecer así fue, pero lo importante es que llegamos. 

Ambos caminaron hacia la sala de abordar, llegaron justo a tiempo para la revisión de equipaje y ser dirigidos de inmediato al avión. 

Veronica se encontraba recostada en su cama, estaba tan cansada, no tenía la mínima idea de la visita inesperada y sorpresiva que tendrá en unas horas. Entre pensamientos y pendientes de trabajabo, fue vencida por el sueño, sin saber el momento exacto en el que morfeo la atrajo a un sueño placentero. 

Angélica partió de inmediato al aeropuerto minutos despyes de hablar con Esther, lo que no se esperaba encontrar era un retazo por parte de la aerolínea. 

Aerolínea. 

El vuelo 5651 con destino a Afganistán tendrá un retraso de dos horas por problemas mecánicos, estamos a la espera del avión de remplazo, les pedimos que por favor nos disculpen. Estaremos avisando cualquier cambio, gracias por su cooperación. 

¿Dos horas? ¡Que haré durante ese tiempo! - se decía Angélica así misma. 
-Perdón papá se que no debo quejarme, tu tienes el control y por algo ocurren las cosas. 

10 minutos después del anuncio por parte de la aerolínea, Angélica tomó su libro favorito (La Biblia) conectó sus audífonos al celular y mientras leía, escuchaba música para calmar su ansiedad, sin imaginarse lo que ocurriría, se sintió feliz al recordar lo importante que es el amor en la vida del ser humano, mientras leía se topo con un verso que lleno su corazón de alegría. "Y sabemos que a quienes amamos a Dios todas las cosas nos ayudan a bien". Romanos 8:29.

No se dio cuenta cuando involuntariamente comenzó a sonreír a carcajadas llamando la atención de todos en la sala, al notar lo que ocurría se coloco de pie mirando a su alrededor, en una esquina de la sala se encontraba una chica, al parecer tenía problemas ya que estaba llorando, Angélica se acerco a ella y sin pensalo le dio un fuerte abrazo, la chica se aferro a ella, después de unos minutos, Angélica le levanta la mirada y le sonríe diciendo. "Todo estará bien" la chica sonrió al escuchar esas palabras. 

-Muchas gracias, - le dijo la chica - ¿podrías por favor orar por mí? - le preguntó. 
-Por supuesto, sería un placer. - dijo Angélica. 

Angélica oro por la chica sin percatarse de lo que sucedía a su alrededor, al abrir los ojos por un momento, las personas en la sala de abordar se encontraban con sus ojos cerrados, algo en ella la encaminó a colocar música en su celular mientras oraba por todas las personas que allí se encontraban, lo hizo por breves minutos ya que es muy tímida. Pero todo se sintió tan lindo que al no notar cuanto tiempo pasó la aerolínea hizo el llamado para abordar el vuelo con destino a Afganistán, ella estaba tan sorprendida por lo ocurrido que sólo pudo sonreír durante todo el trayecto. 

Aerolínea

Señoras y señores con destino a Afganistán, por favor abordar por la sala 3, gracias por su espera y colaboración.

Al abordar el avión, Angélica, se sentía tan animada que continuó leyendo, y mientras lo hacía recordaba cada momento compartido junto Asus amigas, las quería tanto que anhelaba poder verlas cada día sin necesidad de viajar tanto, comenzába a agotarse, necesitaba estabilidad, necesitaba que volviesen a vivir en el mismo país, la misma ciudad, sus recuerdos de cuando vivían en Venezuela, se hicieron presente, ¡Sí que fueron hermosos momentos!. - se decía. Todo era perfecto, las tres seguían siendo totalmente iguales, logramos sus sueños gracias a Dios, y juntas siempre a pensar de la amarga distancia.