Amigas Inseparables.

XIV

Al llegar al aeropuerto de Afganistán se topo en la puerta de salida con Esther, quien aguardaba en la fila para tomar un taxi. Sin pensarlo se abrazo a su amiga, quien se sobresalto al sentir que alguien la abrazaba, pero segundos después al reconocer a su amiga la abrazo aun más fuerte.

-Angélica, que sorpresa. - dijo Esther.
-Mi vuelo aterrizó hace 20 minutos. - respondió. - Scott, hola perdona que no te salude, no te vi.
- Tranquila Angélica, entiendo. - dijo Scott amablemente, - me alegra verte de nuevo.
-Gracias, creo que debemos irnos. - dijo Angélica.
-Si, vamos. - dijo Esther.
-Ya llegó el taxi - dijo Scott.
-Está bien en marcha - dijo Angélica. - esperen un momento ¿Ustedes viajaron juntos?.
- Tardaste más de lo esperado en preguntar - dijo Esther - si, viajamos juntos. Scott vino a ver a Richard.
-Si, así es Angélica, aunque nada me complace más que pasara tiempo junto a ella. - dijo Scott sin dejar de mirar a Esther.
Esther estaba sosnrojada, no sabía que decir, se sentía nerviosa. - Y-ya... - Angélica no la dejo terminar de hablar.
-Interesante confesión Scott, solo te advertire algo. Si la haces sufrir tendrás graves problemas conmigo ¿entiendes? - dijo angélica, mirando fijamente a Scott.
Scott se sentía nervioso, no sabía que decir o que hacer. Sin pensarlo mucho se acerco a Esther tomando sus manos mientras admiraba sus ojos, volteo a mirar a Angélica, intentando explicarle sin palabras que jamás podría dañarla.
Esther se sentía feliz y avergonzada, no sabía que reacción tomar ante el gesto de Scott.
-Esther es muy importante para mí, nunca podría hacerle daño, y no dudaría ni un segundo en protegerla. - dijo sonriendo Scott.
-Entonces, tienes mi aprobación para cortejar a Esther. - dijo Angélica.
-¿Ahora decides por mi? - pregunto Esther.
-No, pero se que no te disgusta la ide. - recalcó Angélica.
-A mi tampoco me disgusta. - dijo Scott sonriendo.
-Es hora de irnos. - dijo Esther, esquivando la conversación, se sentía más que nerviosa.
-Jaja, claro vamos. - dijo Angélica, entendiendo a su amiga.

El taxi se puso en marcha, Angélica y Esther viajaron en el primer taxi, mientras que Scott tomó uno distinto.

Scott al llegar al apartarmento de Richard, saludo a sus amigos quienes lo esperaban.
-Richard, ¿Te encuentras bien? - preguntó al verle, Scott.
-Muy bien hermano. - respondió Richard.
-Hasta que por fin llegas Scott, pensé que no vendrías. - dijo Jacob.
-Perdón chicos, viaje aquí con Esther, y en el aeropuerto nos escontranos con Angélica, ellas tardaron en saludarse y pues no podía dejarlas solas. - dijo Scott.
-Entiendo amigo mío - dijo Richard. - Me parece que las tres chicas se han metido en nuestros corazones, por mi parte puedo asegurar que estoy totalmente enamorado.
-Tienes razón Richard, cierta dama me ha robado los pensamientos - dijo Jacob. - Bien por ti ¿Ya has hablado con Verónica sobre lo que sientes?.
-Si amigo, lo hice. Pero no se si fue buena idea -dijo triste - Creo que a ella le molesto que lo dijera.
-Lo siento Richard - dijo Scott. - Dale tiempo, quizás está asustada.
-¿Ustedes creen? - dijo con un poco de esperanza Richard.
-Claro, se quedó a cuidarte y eso solo quiere decir que debes ir poco a poco, sin apresurar las cosas. - dijo Jacob.
- Jacob tiene razón Richard, debes darle tiempo, pero conquistala cada día, no necesitas estar siempre con ella, pídele a Dios que te ayude, si es su voluntad claro. - dijo Scott.
-Les tomare la palabra. - dijo Richard. - ¿y ustedes, están enamorados?.
-Sería una infame mentira si diría que no, la verdad es que Esther se ha metido en mi corazón de forma increíble. - dijo Scott. - por esa razón anoche le abrí mi corazón y le confesé todo lo que sentía por ella.
-Que avance tan importante Scott, ¿ella como reacciono?. - preguntó Jacob.
- Se que siente algo por mí, pero le daré el tiempo y espacio que me pidió, desde el primer momento en que la vi quede atrapado en esos ojos, su sonrisa es perfecta y esos hermosos hoyuelos en su mejilla me tienen encantado. - dijo sonriente Scott.
-Felicitaciones amigo, te has vuelto un poeta. - dijo Richard.
-Gracias, no soy un poeta pero si un hombre enamorado. ¿Y tu Jacob?. - dijo Scott.
-Les confiezo que si siento algo por Angélica, podría afirmar que estoy enamorado, pero me da temor confezar lo que siento y que se aleje, le he dicho algunas cosas pero no se que piensa. - dijo Jacob.
-Si no lo dices no lo sabrás. - dijo Scott.
-Scott tiene razón amigo mío, el que no arriesga no gana. - dijo Richard.
-Tienen razón, solo déjenme pensar en algo romántico. - Añadio Jacob.
-¿Tu hablando de romance? Esto si que es una sorpresa - dijo Scott. - Nunca imagine verte así, pero esa chica si que me agrada.
-Te atraparon amigo mío. - dijo Richard, sonriendo.
- Si, me atraparon, y si.... - hizo una pausa Jacob. - Estoy enamorado, no lo puedo evitar.
-Jajaja, esto es increíble, un grupo de amigos enamorados de un grupo de amigas. - dijo Scott.
-Quién lo diría, sin mencionar que son como hermanas, justo como nosotros. - dijo Richard.
-Dios si que trabaja de maneras extrañas y extraordinarias. - dijo Jacob.

Esther y Angélica, llegaron a casa de Verónica, tocaron la puerta por unos minutos, y al no encontrar respuesta alguna se preocuparon.
-¿Donde podrá estar?. - pregunto Esther.
-No lo se, quizás este con Richard. - dijo Angélica.
-Pero a penas volvió. ¿Y si la llamamos al celular?.
-Se dañara la sorpresa, pero creo que no tenemos opción.
Angélica, saco su celular para llamar a Verónica, Marco buscando el número y llamó.

-¿Hola? - Verónica contestó la llamada en su celular, sin mirar la pantalla.
-Verónica, ¿donde estas? - dijo Angélica.
- Oh, Angélica, en casa tomando una ciesta ¿y tu?.
-En la puerta de tu apartamento, llevo un buen rato tocando a la puerta sin respuesta alguna.
-Está a profundamente dormida, perdona. Ya bajo.
-Tranquila, esta bien.
Al terminar la llamada, Esther no soporto más y pregunto:

-¿Y donde esta? - preguntó Esther.
-Estaba dormida, por eso no escucho los toques a la puerta.
-Pobre debe estar cansada.
-Si, lo está.