18. La despedida de Sung Kyu

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Myung Soo y Ji Soo se quedan anonadados con cada palabra que pronuncia el profesor Kim. Pero, han conseguido su confesión, y el caso por fin se ha cerrado.

—Y, ¿por qué culpar a Sung Kyu, profesor? —indaga el detective, curioso—. Él sólo es una víctima en todo este devastador suceso.

—¿Víctima? —ironiza Ki Bum con una amarga sonrisa—. No, detective. Sung Kyu no es ninguna víctima. Él sabía muy bien que Woo Hyun tenía esposa, y aun así lo sedujo y mantuvo una relación con él. Además, no es más que un asqueroso homosexual. Deberían haberme agradecido por escogerlo a él para que se pudriera en la cárcel —escupió con saña y desprecio.

El semblante de Ji Soo sse hace más duro mientras frunce el ceño con total desagrado ante las palabras del profesor, pero Myung Soo se mantiene tranquilo; caso parece una estatua. Se pone de pie y saca las esposas para ponérselas al hombre.

—Kim Ki Bum, queda arrestado por el asesinato de Nam Woo Hyun —comienza Myung Soo, recitando todos los preceptos a los que tienen derecho todos los seres humanos, aunque, por dentro, el detective sólo puede pensar en que desea tomarlo del cuello para estrangularlo lentamente.

El detective Kim sale de la sala y entrega a Ki Bum a otros guardias para que lo pongan en custodia. Se pasa una mano por la cara y suelta un quejido. Su compañera lo mira de reojo y entreabre los labios..

—Otro en tu lugar le hubiera desfigurado la cara a golpes por haber dicho eso —menciona Ji Soo haciendo reír a su compañero.

—No suelo ensuciarme las manos con basura como él. Y, si no tenemos algo más que hacer, me iré a casa.

Su compañera asiente y lo observa de lejos cuando toma el elevador. El detective sale del edificio y va hasta su auto. Mira la hora en su reloj de pulso y una idea cruza por su cabeza de pronto.

Hoy es el día de descanso de Sung Jong.

...

—No sabía que vendrías —le dice Sung Jong a Myung Soo cuando lo ve parado bajo el marco de la puerta.

—De nuevo, me disculpo por no avisarte antes, pero... necesitaba verte.

El muchacho sólo le sonríe y lo invita a pasar, e inmediatamente después de que cierra la puerta, Myung Soo captura sus labios en un beso largo y apasionado.

Sung Jong se deja hacer, y ni siquiera se da cuenta del momento en que arrastra al detective hasta su habitación, permitiéndole que se deshaga por completo de su ropa mientras le besa todo el cuerpo con vehemencia, así como de la dolorosa lujuria que le ha estado rasgando las entrañas desde hace un tiempo.

El detective se quita los pantalones, se desabotona la camisa, y lanza su ropa interior sin importarle en donde cae, pues lo único que desea en ese mismo instante es estar sobre Sung Jong.

El muchacho le gusta mucho; nunca ha conocido a alguien tan encantador como él. Alguna vez se imaginó casado con una bonita e inocente chica y que formaría con ella una linda familia, tal como lo habían hecho sus padres. Pero no se dio cuenta de cuándo ese "sueño" dejó de ser importante para él, porque sólo quiere estar con Sung Jong por el resto de su vida.

Y se lo demuestra cuando recorre la delicada y suave piel del muchacho con sus manos, con su boca y con su lengua. Le hace saber cuánto lo desea cuando se acomoda entre sus piernas para enterrar toda su dura hombría hasta lo más hondo de su cuerpo, antes de susurrarle que lo ama un montón de veces mientras lo embiste con fuerza y rapidez, hasta que juntos llegan al orgasmo y los últimos gruniños de gozo brotan de sus agitadas gargantas.
    
El detective se recuesta al lado de Sung Jong y lo mira con devoción antes de acariciarle el cabello tiernamente. Entonces el más joven se le acerca y lo besa en los labios.
    
—Yo también te amo, Myung.

◇◇

De camino al aeropuerto, Sung Kyu mira por la ventana del auto de su hermano mientras recuerda la simple llamada con la que se despidió de Min Ho la noche anterior. Escuchó sus sollozos, pero su amigo sólo le deseó suerte.

El cielo es claro y la luz del sol muy cálida, perfectos para empezar de nuevo; Sung Kyu sabe que eso es lo mejor. Intentará ser más feliz alejado del lugar que le trajo tanto dolor, aunque...

—¿Podemos ir a otro lugar antes? Por favor —le pide Sung Kyu a Hee Chul con un poco de pena.

Hace falta algo para que por fin de por terminado ese horrible capítulo de su vida y comience siendo una mejor persona.

—Claro, Kyu.

Y frente a lápida con el nombre de "Nam Woo Hyun" grabada con bonitas letras cursivas, Sung Kyu deja escapar un par de lágrimas. Se había prometido no volver a llorar por ese hombre que lo había engañado tanto, pero le fue imposible.

No está seguro de poder olvidar todos los sueños que tuvo cuando él le tenía entre sus brazos. En aquel entonces no podía dejar de pensar que su profesor era todo para él y que lo único que deseaba era que le amara igual, pero Woo Hyun nunca pudo hacerlo.

¿Qué había sido más importante para él si no había sido el amor?

—Tal vez el dinero —susurra Sung Kyu para sí mismo, observando el gracioso movimiento del césped alrededor—. ¿Por qué no podías amarme, Woo Hyun? Si te hubiera dicho que mi familia tiene mucho dinero, ¿te hubieras enamorado de mí? Tal vez si te hubiera prometido un buen puesto en la empresa de mi fallecido padre, hubieras dejado a tu esposa y a tus hijas para estar siempre conmigo.

Suspira con congoja y luego piensa en esas pobres niñas. Con la mente más serena puede decir ahora que ese acto egoísta de arrebatarles a su padre por un simple capricho de juventud no lo hubiera hecho feliz tampoco. Recuerda muy bien cómo se desmoronó su mundo cuando sus padres murieron; y entiende a la perfección lo que ellas deben sentir en estos momentos. Y si no hubiera sido por su hermano mayor, tal vez ya no seguiría aquí.

Sung Kyu se agacha y toca con un par de sus dedos la fría placa de mármol mientras una diminuta y entristecida sonrisa aflora en sus delgados labios.

—A pesar de mi corazón roto, aún te sigo amando. A pesar de todas las estacas que clavaste en mi pecho, no sé si podré dejar de hacerlo. Espero que el dolor que aún me quema por dentro sea capaz de hacerme más fuerte, y deseo que, algún día, por fin pueda encontrar a alguien que me ame de verdad.

Mira al cielo con nostalgia mientras otras cuántas lágrimas caen poco a poco por sus pálidas mejillas, y el sentimiento de pesadumbre que envuelve a su corazón con recelo por fin comienza a desvanecerse.

—Adiós, Woo Hyun...



FIN.

Junio, 2020.

¿No podías amarme? | WooGyu/MyungJongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora