༺.ೃ Yoongi es el profesor de baile. ༺.ೃ Jimin es un chico nervioso, que tiene pánico escénico a pesar de su carrera como bailarín. ༺.ೃ Yoongi tiene un ligero crush por él ༺.ೃ Jimin no es tan inocente como su profesor piensa.
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A lo largo de la historia, siempre se han descubierto muchas personas con raros fetiches o gustos. Cada quién es un mundo por descubrir en cuanto al sexo y lo que corrompe sus mentes cuando la excitación está en su punto más alto.
Aquello lo tenía muy claro JiMin, pero lo que no entendía era el porqué cada que se sentía nervioso, una erección aparecía en sus pantalones. Constantemente se preguntaba si era una persona normal o simplemente alguien con muy mala suerte.
—T-Todo estará bien, JiMin. Solo respira—. Se decía a sí mismo el peli-rosa, de pie frente al espejo del baño en donde estaba a punto de presentarse por primera vez.
Su carrera como bailarín recién estaba despegando, así que no podía darse el lujo de cometer algún error sobre el escenario y sobre todo, salir con una notable erección en medio de sus piernas. Aquel pensamiento era lo que atormentaba al pobre chico, quien no hacía más que balbucear incoherencias y rezar para que sus nervios se calmaran. De paso también pedía que aquella incomodidad en su entrepierna, se esfumara por completo.
Exactamente fue lo mismo el día de sus audiciones, generándole tal pánico y adrenalina, que a duras penas resultó pasando las pruebas luego de masturbarse en el baño.
El pensamiento de calmar su erección pasó varias veces por su mente, pero lo descartó de inmediato. Sus demás compañeros se encontraban en la habitación contigua, sumado al hecho de que JiMin no era exactamente alguien silencioso cuando se daba auto-placer.
La otro opción era hablar con su instructor e inventar alguna excusa para retirarse del teatro, pero tampoco llamaba su atención. Él había practicado muy duro para estar en ese lugar y ganarse el solo, así que no podía desechar sus esfuerzos solo porque tenía un raro desorden de hormonas.
Bajó su mirada para revisar qué tan notorio era su "problema", encontrándose con su miembro erecto presionando contra la tela de su pantalón, buscando liberarse de aquel encierro. Estaba jodido.
Unos ligeros golpes en la puerta, desviaron rápidamente la atención del peli-rosa. Su pulso se aceleró por el miedo. Si antes no había podido calmar su erección, ahora con el susto sí que perdió su oportunidad.
—¡JiMin! — Aquel llamado, no hizo más que ponerlo peor de nervioso. Su instructor daba miedo cuando estaba enojado—. ¡Sal ahora mismo!— El golpeteo incesante en la puerta no disminuyó—. Tenemos quince minutos para prepararnos y tú llevas más de veinte encerrado en el baño—. Regañó el mayor, descansando sus brazos a los costados del cuerpo. Golpear como desquiciado, tal vez no estaba ayudando.
