ღ Día 17

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ɴᴏᴍʙʀᴇ: ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴇʀᴏ. 
ᴄᴏᴜᴘʟᴇ: ᴊɪɴᴍɪɴ. 
ᴀᴜᴛᴏʀ: sweet_candy5 Dakkai7
ᴘᴏʀᴛᴀᴅᴀ: suga_paraguayo

 ᴀᴜᴛᴏʀ: sweet_candy5 Dakkai7ᴘᴏʀᴛᴀᴅᴀ: suga_paraguayo

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—Estoy harto de que me ignore, Tae. —Jimin hablaba al teléfono, en un tono de voz que denotaba su enfado, más no subía la voz, sabiendo que en la habitación de al lado, su pareja dormía plácidamente. —Obvio que voy a salirme con la mía, ya vas a ver. Tengo un muy buen plan.

Y sin esperar a que su amigo opinara, el rubio cortó la llamada y dejó su celular en el escritorio. Había estado buscando formas de seducir a su pareja para revivir la tensión sexual que se había apagado en cuanto entró a su trabajo como enfermero, pero lastimosamente, no había podido encontrar nada. Razón por la cual había llamado a su mejor y fiel amigo, Kim Taehyung.

Tampoco era como que este chico le había dado muchos consejos, siendo que actualmente no tenía pareja y aparentemente, sus necesidades sexuales, a diferencia de las suyas, estaban casi completamente desaparecidas.

Luego de dejar su plato sucio en el lavadero, y organizar unas pocas cosas, se dirigió con sigilo a la habitación, entrando de igual forma y cerrando detrás suyo con seguro. Nadie podría verlos ya que vivían solos, pero al menos, evitaba de Seokjin escapara fácilmente.

Gateó por la cama y se recostó al lado el pelimorado, llevando sus manos al pecho ajeno y acariciándolo.

—Mi amor, ya amaneció~. —Su tono de voz era suave, como si estuviese tratando de arrullar a un bebé. Seokjin se removió en la cama, pasando su mano por el cuerpo ajeno hasta posarla en su pequeña cintura.

—Buenos días. —Su voz se hallaba ronca por recién despertar, haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo del rubio, y provocando que su excitación subiera considerablemente.

—Buenos días, dormilón. —Jimin rió, moviendo sus manos hacia abajo, rozando con vehemencia su entrepierna, sacándole un grave jadeo al mayor.

—No hagas eso. —Jin lo alejó lenta y tímidamente, no sabiendo que aquello hacía estragos en su pareja, quién cansada de todo aquello se alejó del mayor y antes de que pudiese hacer algo por impedirlo, se colocó a horcajadas de él, quedando justamente sobre la entrepierna, y lo sentía tan bien al no llevar nada debajo, y vaya que le encantaba la sensación.

Comenzó un movimiento de adelante hacia atrás, lento y suave, ejerciendo presión en aquel bulto debajo de sus glúteos. Lo único que separaba aquella erección de rozar por completo contra su ano era únicamente la tela de la ropa interior del mayor, y realmente empezaba a odiar esa prenda.

Pese a que JiMin solía ser dulce, tierno y algo tímido, también tenía una personalidad algo demandante, sexy y tentadora, una perfecta combinación para el mayor.

Dió un pequeño y suave saltito, provocando un gruñido de placer por parte del sujeto debajo de él. Sonrió al ser el causante de aquello, repitiendo de vez en cuando aquella acción. El mayor por instinto había llevado sus manos a las nalgas del menor acariciando y apretando a su gusto.

Ambos estaban al borde de la excitación, era ya tanta que no lo pensaron dos veces para despojar al más grande de la única prenda que les impedía poder disfrutar aún más del placer. Cuando por fin el miembro de Jin estaba libre, JiMin no pudo evitar deleitarse con aquella vista.

—Ah~ realmente hyung la tiene tan gruesa, ya comenzaba a extrañar tu pe... AAAAH~

No terminó de hablar pues había recibido una fuerte nalgada, una que había enrojecido tan satisfactoriamente su glúteo derecho.

Con cuidado se colocó de cuclillas para poder acomodar la hombría de su novio en la entrada de su recto, realmente no quería una dilatación previa, estaba desesperado por enterrar aquel miembro en su interior, sentirse lleno. Claro que el mayor ayudó y una vez alineado, fue bajando sus caderas con la ayuda de su pareja, hasta que sintió un ardor placentero en su recto. Jin le había jalado hacia abajo para entrar de una sola vez. Habían disfrutado del contacto sin duda alguna.

No pasó mucho para que el  castaño comenzara a moverse de arriba hacia abajo en movimientos constantes, lentos, pero sobre todo, lo más profundo que podía con la ayuda de su novio, quien movía sus caderas hacia arriba cuando el menor bajaba las suyas.

Por un tiempo JiMin mantuvo aquel ritmo que poco a poco fue acelerando, así hasta que el rechinar de la cama se escuchaba en conjunto con los gemidos y jadeos de ambos hombres en aquella habitación. Lugar donde ciertamente la temperatura a estas alturas era elevada. Los cuerpos de ambos chicos se encontraban sudorosos, los cabellos de JiMin se pegaban a su frente y eso le daba un aire aún más excitante.

Así hasta que ambos llegaron al orgasmo. El primero en eyacular fue el pelimorado, quien había llenado el interior del castaño, que a pesar de que su pareja se había corridos dentro, no detuvo sus movimientos hasta llegar igual al clímax.

Ambos abrazados en la cama, ya eran las 9:30 ambos llegarían tarde, o quizás ni llegarían a la universidad.

—Hyung... ¿Mañana podría darme mi leche tibia a primera hora del día? –Susurró seductoramente el menor al oído de su mayor para finalizar con un descarado toque abajo.

 ¿Mañana podría darme mi leche tibia a primera hora del día? –Susurró seductoramente el menor al oído de su mayor para finalizar con un descarado toque abajo

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¬17.06.2020

#2 30 ∂αყ'ร σƒ รɱµƭDonde viven las historias. Descúbrelo ahora