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Ya eran pasadas de las 12 de la noche, ambos chicos habían estado tan ocupados en sus labores, había sido sin duda alguna un día de lo más agotador. Ambos exhaustos, con sus cuentas, cuerpos algo sudorosos al haber pasado un día agitado en sus respectivas áreas.
NamJoon al ser profesor de literatura y poesía en una universidad prestigiosa en la ciudad de Seúl, revisando los trabajos de sus estudiantes, sin duda alguna se encontraba agotado mentalmente, y ese ligero dolor en su cabeza le había estado acompañando desde hace un par de horas. JungKook por su parte se encontraba físicamente agotado, siendo él un estudiante de artes había estado practicando danza, ese día había sido un poco más intenso de lo normal, y es que para ambos, se aproximaban las evaluaciones.
El moreno se acerca a su pareja para abrazarla por detrás, mientras se encontraba lavando la vajilla utilizada en su cena. -Conejito, no era necesario que me esperaras para cenar, ya deberías de estar descansando, debes hacerlo para estar en plena forma. -Dijo para besar muy sutilmente el cuello de su pequeño novio, sintiendo un poco el salado sabor del sudor.
El contrario sonrió para terminar de lavar el último plato, proseguir a secar sus manos con una franela de la cocina, girándose en el agarre del más alto y abrazarlo por el cuello, mostrándole esa sonrisa de conejo que su pareja solía decir que tenía. Negó para depositar un suave beso en el mentón de su pareja.
Observó en silencio los rasgos de NamJoon, desde sus ojos de un café tan dulce a su parecer, que tenían ese brillo que le fascinaban sin dudarlo, su piel de avellanas, la cual era naturalmente bronceada y amaba ese aspecto, sus labios tan suaves como las plumas, pero lo que más amaba de aquella persona frente a sus ojos, físicamente eran aquellos hermosos pozos que se formaban en su mejillas al sonreír; para el más joven, aquel hermoso y sexy profesor era lo más bello que sus ojos podrían haber visto y seguir viendo.
-Sólo quería poder cenar contigo, Joonie Hyung. -Habló al cabo de un par de minutos en silencio, en los cuales Nam había aprovechado para acariciar el cabello de Kookie, sonrió al escuchar la respuesta del más bajo, aunque no fuera tan pequeño, aún no le llegaba.
El mayor asintió en respuesta para acercar más a su novio, ambos habían comenzado una relación formal apena hace dos años, se conocían desde hace siete años, habían tenido sentimientos uno del otro desde 4 años durante su tiempo como amigo, sin embargo ninguno se había atrevido a confesar lo que sentían por la diferencia de edades, hasta que por fin JungKook había cumplido la mayoría de edad hace dos años.
- ¿Sabes? Ahora quiero poder tomar una ducha con mi novio -Habló Kim con una sonrisa coqueta sobre sus labios, mientras el tono que utilizaba era uno completamente calmado, mientras dejaba suaves besos en los labios de Jeon-. ¿Podemos tomar una ducha juntos? Cariño. -Susurró lo último sobre los labios contrario, rozándolos de manera lenta y delicadamente cual pluma, mientras una de sus manos acariciaba la espalda baja del menor por sobre la tela de sus prendas.
