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No podía concentrarse. Miró la hoja descansando sobre su pupitre, intentando encontrar alguna respuesta correcta a las muchas preguntas que se encontraban impresas en esta, sin embargo, la misma pregunta volvía a su mente una y otra vez ¿Podría hacerlo?
Golpeó su lápiz contra la madera que conformaba su pupitre, regañándose a sí mismo por seguir distrayéndose de esta forma. No, no podría, ¿O sí?
—JiMin, usted el único alumno que queda en esta aula, no quisiera presionarlo, pero, le restan 5 minutos para finalizar su examen. El peli naranja miró atónito a su profesora —Creí que teníamos dos horas señorita Kim.
—Así es JiMin, ya pasó una hora con 55 minutos desde que comenzamos— respondió la misma con una amable sonrisa surcando sus labios.
—De acuerdo— respondió JiMin simplemente, yendo de vuelta a su examen agradeciendo el que este fuera de opción múltiple y subrayando las respuestas que él consideró lucían más acertadas.
Una vez terminó con su examen lo entregó a su profesora para luego salir rápidamente del aula con la misma pregunta repitiéndose una y otra vez en su cabeza.
—Hola mi amor— saludó un lindo pelimenta a su novio a penas lo vió cruzar la puerta de la cafetería donde se encontraba esperando y acercarse a su mesa —¿Qué tal te fue en tu examen?
—De la mierda— respondió simplemente dejándose caer en uno de los bancos libres y bufando, exasperado.
—¿No estudiaste? —cuestionó YoonGi dando un sorbo a su malteada y empujando un poco la malteada contigua que había hecho el favor de comprar en dirección al menor con una de sus manos.
—Si, si lo hice, pero, la propuesta que se te ocurrió hacerme justo ayer por la noche y en semana de exámenes no me dejó concentrar— respondió JiMin, irritado, tomando su malteada con ambas manos y comenzando a beber de ella.
—JiMin, si no quieres está bien, solo olvídalo, tampoco es como para que te comas la cabeza con ello— respondió YoonGi con el mismo tono sereno.
—Es que ese es justo el problema— murmuró Jimin haciendo pucheros, al contrario —La idea no me desagrada.
—Entonces no demos tantas vueltas al asunto y hagámoslo, será divertido.
—Pero, es complicado ¿Sí?, no sé, ¿Qué pensarían los demás de mi si?
—JiMin, basta, ¿Por qué tendrían los demás que enterarse de lo que hacemos en nuestra intimidad? Es nuestra, a nadie le importa.
