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Podría jurar que no podría sentirse más feliz, después de cinco largos años de relación estaba teniendo uno de los días más felices de su vida junto a la persona que más amaba y admiraba.
Taehyung siempre le había demostrado con hechos y palabras que era la persona más importante para él y lo mucho que lo amaba, por eso es que no dudo ni un segundo en decirle que si cuando le pidió que se casara con él.
Y ahora, por fin, después de un año planeando todo se habían casado, firmando felizmente el acta de matrimonio y sellando aquella promesa de amor eterno con la sortijas en los dedos anular de su mano izquierda y la unión de sus labios en un dulce y tierno beso, el cosquilleo en sus vientre los hizo darse cuenta que se seguían amando como en el primer día.
Jungkook llevo sus manos al cuello del mayor, sonriendo cuando el beso termino, la forma en la que el castaño lo miro lo hizo sentirse amado, el brillo en los ojos de Taehyung, la ilusión y admiración podían reflejarse perfectamente bien en ellos.
El mayor lo abrazo con fuerza y acarició su cintura, dándole pequeños besos en sus mejillas haciéndolo reír. —Ya, Tae, nos están viendo— Pidió con sus mejillas sonrojadas, Taehyung rio y siguió dándole besos.
—Es el punto, es nuestra boda y somos el centro atención— Contesto sonriendo, riendo cuando el menor le dio un suave golpe en el brazo prueba de lo abochornado que se encontraba. —Te amo— Pronunció, y de nuevo, Jungkook pudo ver ese hermoso brillo en sus ojos, el cual solo aparecía cuando lo estaba viendo o hablando sobre él.
—También te amo— Contesto sonriendo y le dio un casto beso en los labios, Taehyung hizo un pequeño puchero.
—Fue muy corto, Jungkook, dame otro— Pidió, estirando sus labios en un piquito que hizo a Jungkook reír, pero aun así le dio otro beso. —Mm, otro— El menor siguió riendo y negó. —Amor, dame otro beso— Suplico con un puchero al cual el azabache no pudo resistirse y finalmente le dio otro beso, esta vez sin poder separarse pues Taehyung le tomo de la nuca e hizo el beso más profundo.
Jungkook volvió a golpearlo al separarse lo que hizo reír al mayor. —Se que te encanta que te bese, Kookie.
—Si, pero no enfrente de todos, Tae—. Taehyung rodó los ojos con diversión y tomo las manos del otro entre las suyas, acariciando su dorso suavemente para después dejar un pequeño beso en ambas manos.
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