I Don't Care-Justin Bieber

Capítulo 13

Dos semanas después...

El tiempo pasa volando y cada día me sorprendo de cómo avanzan las cosas.
Bueno, les contaré que tuve mi segunda cita con Justin y esta salió mejor que la primera. Ambos fuimos a patinar en hielo y la verdad es que me divertí mucho.
Creo que desde que aclaramos nuestros sentimientos los dos nos sentimos más a gusto el uno con el otro.

Del incidente con Brenda, digamos que le rompió el corazón, aunque era de esperarse; él le dijo las cosas de la manera más amable posible para no lastimarla y le ofreció una linda amistad, según lo que me contó Justin es que ella aceptó, pero que sí lucía bastante decepcionada. Y al parecer Nathan no sabía nada de esto, por lo que cuando se enteró, apoyó la decisión de Justin diciéndole a Brenda que él la podía lastimar.
Es un asunto bastante complicado y bastante enredado.

Ahora estaba preparando mis maletas para ir a la casa de mi padre junto con Nelly.

Por cierto, hoy en la noche es la supuesta sorpresa que me tiene Nathan como agradecimiento. No sé qué trama, pero me siento bastante intrigada por ello.

Este fin de semana Justin no se encontraría con su madre, se quedaría en la casa de su padre para pasar tiempo de calidad con él y con sus hermanos pequeños Jazzy y Jaxon.

-¿Estás lista?- pregunté a Nelly entrando a su cuarto.

-Sí- respondió cerrando su pequeña maleta.

-Vamos- salí de su cuarto y caminé hacia el mío para tomar mis cosas y después bajar a la sala de estar a esperar a que mi padre llegara.

-¿Crees que Brenda esté enojada contigo?- preguntó Nelly bajando las escaleras.

-¿Por qué lo dices?- fruncí el ceño ante su pregunta.

-Por lo que pasó con tu novio Justin- respondió obvia causándome un poco de risa.

-Primero, Justin no es mi novio y segundo, no creo que lo esté o eso espero, Justin me contó que las cosas habían quedado relativamente bien- dije y ella asintió comprendiendo.

Nunca les había contado, pero Nelly a pesar de tener ocho años es una niña bastante inteligente y puede llegar a tener conversaciones como un adulto, justo como ahora, o casi siempre.

Después de estar unos minutos calladas, la bocina del carro de mi padre nos avisó su llegada. Ambas tomamos nuestras maletas y salimos de casa, cerrándola con llave.

-Hola, hijas- sonrió mi padre a través de la ventana, sí, no se había bajado del auto.

-Hola- respondimos las dos, y mientras Nelly se subía al auto, yo metía las maletas en la cajuela.

-¿Qué tal la universidad, Maggie?- preguntó arrancando el auto.

-Bastante bien, aunque en un mes serán los exámenes finales-

-¿Y tú, Nelly?-

-Todo bien, aunque he tenido que hacer mucha tarea- respondió haciendo un puchero. Eso era cierto, a veces se pasaba un gran rato en la mesa de la cocina o en la sala realizando su tarea, a veces con mi ayuda y a veces sola.

Luego de unos minutos platicando de temas triviales, por fin llegamos a la casa de mi padre. Él nos ayudó a bajar las maletas (como es costumbre) y entramos a su casa.