Capítulo 2

947 31 8
                                    

Al día siguiente...

Me había despertado veinte minutos más tarde de lo habitual, y eso no era demasiado bueno si quería llegar temprano a la universidad. Además si tomo el autobús unos diez minutos después, este se llena y ni lugar tendría para sentarme.

Bajé corriendo las escaleras y tomé el almuerzo que mi madre me dejó como todos los días. Tomé mi mochila y otras cosas importantes, y salí casi corriendo de mi casa.

Solo esto me pasaba a mi.

En cinco minutos me encontraba en la parada de autobuses recuperando el aliento.

Era entendible que me despertara tarde, ya que me desvelé haciendo tarea.

Justo en ese momento iba pasando el autobús, y como lo había mencionado antes, iba repleto de gente. Suspiré y me subí en el, quedándome parada cerca de la entrada.

Nuevamente suspiré y me agarré del tubo que se encontraba en el techo para no caerme. La ventaja de esto es que poco a poco se iba a ir vaciando el autobús y tal vez tenga suerte de sentarme unos minutos antes de llegar a la universidad.

Miré a mi derecha y pude encontrarme con unos ojos mieles que me miraban atentamente. He decir que el dueño de estos era un chico bastante lindo.

Regresé mi vista al frente sin saber qué hacer. No es como si pudiera hacer muchas cosas en el autobús.

Como lo dije, en esta parada unas cuantas personas se iban bajando, lo que me dejaba espacio. Me recorrí y quedé al lado del chico de ojos mieles.

Suspiré mientras miraba por la ventana. Quería dormirme, pero no podía, hoy tenía que entregar un proyecto muy importante. Supongo que llegaré a dormirme a mi casa.

Nuevamente el autobús se paró y más gente bajó, y un par de personas subieron.

Se había desocupado un asiento, el asiento que estaba frente a mí y el chico de ojos mieles.
Yo ya estaba a unos quince minutos de bajarme del autobús, por lo que dejaría que él se siente, pero soy demasiado tímida como para decirle.
Así que fingí demencia e ignoré que el asiento estaba vacío, hasta que sentí que tocaron mi hombro.

Miré a mi lado y el chico de ojos miles me señaló el asiento.

-Tómalo tú- rascó su nuca con la única mano que tenía desocupada, ya que la otra la estaba ocupando para detenerse.

Sentí mis mejillas arder, la verdad sí que es un chico muy lindo y muy dulce.

-Gracias- murmuré y me senté. Me sentía muy nerviosa y conmovida por el gesto del chico, quien después se sentó detrás mío.

Pasaron unos minutos, y yo ya me tenía que bajar. Tomé un respiro y me paré. Le di una última mirada al chico de ojos mieles y toqué el timbre que tiene el autobús para bajarme de el.

Él solo sería el típico crush que te encuentras una vez en la vida y no lo vuelves a ver.

[...]

-¿Por qué llegaste tarde?- preguntó Valerie mientras caminábamos por el campus de la universidad.

-Porque me desperté tarde, y tú sabes lo que significa si me despierto tarde-

I Don't Care-Justin Bieber Donde viven las historias. Descúbrelo ahora