Capitulo 8

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Respiro hondo. No bastaba decir que las cosas se pusieron tensas desde lo de Ander. Era el doble ahora que había rechazado a Lucrecia. Bajo del auto de su hermana. Quien le pasó el brazo por los hombros.

—Una reina no debería estar nerviosa — canturreo Gabriela—. Además estoy apunto de darte una gran noticia.

—¿Alvaro no es el padre del hijo de White y la hechara de la casa entonces tendré oportunidad de vengarme?

—No, mejor que eso— Olivia junto su cejas esperando pacientemente—. He firmado los papeles.

—¿Pero no falta para que puedas tomar la empresa?

—Tengo 18 años, legalmente por lo que todo lo que Papá maneje es mío— inflo su pecho de orgullo—. Pero bueno, será como cuando un rey muere y deja a un príncipe joven, así que tendré un regente. En ese caso, sería Papá— puntualizó—. Solo será la cara y muy poco del cerebro de los negocios.

—Así que ya puedes salir de la casa— afirmó Liv con tranquilidad—. Alvaro sabe que no puede intentar cambiar el contrato una vez que firmaste.

—Si— chasqueo la lengua—. Seguramente se está retorciendo internamente, por qué a su pequeño hijo no tendrá algo que heredar, a menos que trabaje como las demás personas. Y eso— la miró con una sonrisa—. No va a pasar.

Olivia sonrió ampliamente. Gabriela legalmente se acaba de convertir en una de las personas más influyentes de toda España. Su abuelo había hecho lo mismo con Álvaro en su tiempo. Y por obligación el tuvo que acceder a hacer lo mismo. Claramente eran tiempo buenos. Dónde aún no se divorciaba de Meredith Salvatore, y tenía como primogénita a Gabriela y esperaba a Olivia. Así que firmó por su cuenta. Incluso había estipulado claramente que ese documento por nada del mundo sería modificado por el. Entendía el por qué ahora Álvaro aún estaría al frente de los negocios. Por qué debía introducir lentamente a una sucesora decente y competente. Además de que ahora tenía que hacerse de la compañía del padre de Guzmán y el de Carla. La Trinidad más poderosa y llena de corrupción. Ellos seguramente estarían inconformes. Después de todo son personas que ven a sus hijas como objetos de intercambio para que otro millonario los haga crecer.

—Te veo luego— se despidió Olivia mirando a Guzmán a lo lejos. La mayor asintió dándole una mirada potente—. ¡Si, Gaby! ¡Lo haré!

La castaña movía las caderas, su cabello parecía bailar en su espalda. Su porte y aura había mejorado después de la noticia de Gaby. Eso era un paso más. Para la venganza que tenía preparada a su ahora Madrastra, White.

—Pero si es mi preciosa mejor amiga— Guzmán levantó los brazos hacia ella.

—¡Pero si no estoy contenta aún con lo que le hiciste a Samuel!— respondio ella con sarcasmo. El rápidamente cambio su expresión—. Vale, pero te pasaste— recalcó—. Y por cierto, Feliz cumpleaños, Guzmancito— pico la nariz del rubio con su índice inflando sus mejillas.

—Gracias, Liv, ¿Vendrán está tarde?

—No me perdería tu cumpleaños por nada, aunque esté White— respiro hondo—. Su embarazo comienza a notarse por lo que mi papá está modo pero protector— rodó los ojos pasando su mano por su oreja antes de sacar algo de su mochila—. Es de Gaby, ella no podrá ir, empezó el papeleo y tiene que estar en las oficinas aprendiendo.

Guzmán asintió.

—Cuando la vea le gradezco— dijo suavemente. La castaña entrelazó sus brazos para dirigirse juntos al salón. Cómo era de esperarse, no tardó en dar miradas amables, sonrisas de lado y guiños a cualquier persona que le saludará —. ¿Y no piensas volver con Ander?

Queen ☆ Élite ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora