Queen ☆ Élite ☆

Capitulo 30

—Liv

—Buenos dias, Ari— saluda la castaña dándole un beso en la mejilla para ir a su casillero —. Fue divertido el fin de semana.

Le guiña el ojo antes de darse la vuelta completamente, Guzmán que iba a su lado elevó las cejas.

—¿Que sucedió el fin de semana?

—Fuimos a un paseo en bote— respondió con simpleza—. Nada especial.

—Para ella no es asi— señala disimuladamente a la hija del director.

—¿De qué habláis ambos?—Ander aparece desanimado.

—Que cara traes, viste un fantasma, cari— Guzmán apoya lo que dijo Olivia—. ¿Es por Omar?

—¿Por quién si no?

—Ostia— Liv le da un abrazo momentáneo—. Estamos para ti, Ander, de eso no tengas dudas.

Guzmán pasa por detrás de la castaña y Muñoz. Para ponerse a su lado y abrazarlo de igual forma. Olivia bostezó con pereza, sintiendo su teléfono vibrar.

Visualizo el nombre del contacto, dudando si contestar, Ander miro de reojo su teléfono, dándose cuenta de que ella dudaba.

—Tengo que ir al tocador— Olivia se da la vuelta separándose de ellos para seguir su camino.

El Muñoz intento detenerla sosteniendo su mano. Ella le sonrió antes de soltarse para ir al baño.

Contesta la llamada rápidamente.

—Hola, cari.

—Lu— saluda suavemente empujando la puerta.

—Uy, pero que humor.

—Lu... No puedes pretender que tuvimos una riña— espeta con molestia.

—Olivia, se que yo... Se que me sobrepasé... He estado presionada por todo...

—Escucha, Lu— suspira—. Que yo lo sé... Realmente, lo sé — asegura —. Pero no soy quien para soportar que me trates como mierda cada dos segundos, te enojes y hagas berrinche solo porque tuviste un mal día.

—No es así...

La oji verde mira el espejo del baño.

—Te quiero, vale...— dice—. Pero no puedo más, se que terminamos nuestra relación antes de que te fueras, sin embargo el intento de comunicación que tenemos solo demuestra nuestras deficiencias— cierra los ojos—. Siempre serás mi primer amor, Lu, te lo aseguro... Disfruté todo contigo... Agradezco que me devolvieras algo del amor que te di durante años, pero... Esto no iba a funcionar, y ambas lo sabíamos.

—Podemos intentarlo...— Olivia no respondió—. Esto... Esto... ¿Esto es por lo de Polo?

—No— sentencia—. No, eso, Lu.

—Ya veo... — escucho un sollozo—. Te quiero, Liv— la Gómez asintió—. Debo irme.

Corto la llamada. Olivia se limpio esa traicionera lágrima saliendo del baño. Encontrándose con Samuel, quien leía un libro de forma desinteresada.

—Oh, Olivia— saludo.

—Potter— le devuelve el saludo.

Fue a la clase como siempre sin mostrarse más dolida de su ruptura con Lucrecia. Centrandose únicamente en lo que el maestro decía.

(...)

Jugando con su lápiz, moviendo lo entre sus dedos, estornudo un par de veces. Paso la página del libro, revisando unas cosas y realizó los apuntes necesarios.