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Los sucesos de esta historia transcurren en el siglo XX

ㅡUn día te lo presentaré. Ya sé que estás siempre muy ocupado, y, aparte de eso, pocas cosas te interesan en esta vida. ¿No es eso, JiMin? Pero igual, creo que te gustará conocer a mi novio. ¿Qué te parece? ¡Mi novio! Llena un poco la boca esa palabra, ¿verdad?

JiMin apenas si parpadeó.

Kim TaeHyung, su compañero de departamento, siempre hablaba por los codos. En cambio él escuchaba. Nunca fue muy hablador. Además... ¿Qué tenía para decir? Apenas nada, de nada, porque era demasiado lo que podría decir siquiera.

ㅡ¿Has comido, JiMin? ㅡPreguntó el castaño.

ㅡLo hice antes de volver a casa.

Un silencio inundó el lugar, pero fue rápidamente quebrado por TaeHyung.

ㅡ¿Te parece que te lo presente mañana?

El peligris recogía sus cosas, mientras lo escuchaba; las iba doblando. Llevaba puesto un pijama oscuro y una bata de fina tela estampada, atada la cintura. Iba de un lado a otro. Al día siguiente tendría que estar en la guardería muy temprano.

ㅡNo sé a qué hora vendré mañana, Tae. ㅡRespondió amablemente.

Eso sí, era siempre muy amable.
Poco hablador, pero encantador en su trato discretísimo.

TaeHyung, a veces se desesperaba. En realidad lo conocía poquísimo. Hace tres años que vivían juntos, y no podía decir que cambiaran unas cien palabras en aquel tiempo transcurrido. No porque JiMin fuese un ser adusto. ¡Oh, no, nada de eso! Su compañero era, al igual que él, un joven doncel estupendo, el mejor. Lo que él poseía era de todos.
Jamás decía una mentira, jamás hablaba por que sí, Park JiMin jamás haría una traición, y nunca cometería una falseadad.

No se sabía de donde procedía, ni a donde pensaba ir cuando le diera la gana. Ni lo que pensaba y sentía, pero jamás molestaba a alguien. Era un ser introvertido. Vivía para sí; pero cuando alguien lo necesitaba, se entregaba en cuerpo y alma.

El castaño, antes de vivir con JiMin en el departamento, a menudo salía con un chico cada día, e incluso, pasaba noches fuera. Además jamás había ahorrado, debido a que todo lo gastaba.

Después de la llegada del menor, TaeHyung se abstuvo de hacer muchas cosas que antes le parecían naturales. Empezó a juntar dinero.
Menos mal lo había hecho, porque si pensaba usar el dinero para una emergencia, poseía algún dinero.

ㅡLa verdad... ㅡDijo yendo tras JiMin, que con la ropa en la mano se dirigía a su habitaciónㅡ. La verdad, es que él no me pidió ser su novio. ¿Crees que me lo pida, JiMin?

El nombrado dejó la ropa junto al armario, sobre el respaldo de una silla. Le gustaba tenerlo todo para las ocho menos cuarto del día siguiente. Entraba a la guardería a las ocho y media justas. La tenía allí cerca. Por eso aceptó el ofrecimiento de TaeHyung, tres años antes.

ㅡNo lo sé, Tae. No entiendo de estas cosas, lo sabes, ¿verdad?

No. El castaño doncel nunca lo comprendería. Y sacudió la cabeza, agregando.

ㅡNo lo comprendo. Esa vida tuya es tan austera. ¿Qué esperas de la vida, JiMin? Eres libre. Tienes buen empleo, ganas dinero... Eres joven y hermoso. ¿Cuántos años tienes?

ㅡVeinticuatro.

ㅡDios mío. ㅡSaltó alzando los brazos al cielo. ㅡVeinticuatro años. ¿Sabes cuánto tiempo hace que los cumplí yo? Más de cinco. Debo tener veintinueve. No estoy muy seguro. A tu edad yo me enfrentaba con el mundo y creía que era todo mío. Ahora ya no soy tan joven. Te lo digo en serio, voy a sentar la cabeza. ¿Sabes que quizá sea pareja Yoon? Si él me lo pide, te aseguro que acepto. Tiene una gasolinera aquí, en Seúl. Vive bien, aunque es un hombre un poco extraño.

ㅡ¿Te pidió relaciones?

ㅡAnda conmigo todos los días. ¿Qué más relaciones? Cualquiera adquiere compromisos con alguien cuando salen todos los días. ¿No?

ㅡSegún. ㅡSonrío tibiamente JiMin, deslizándose dentro del lecho.

ㅡTe lo voy a traer uno de estos días. ¿Quieres?

JiMin suspiró.

ㅡ¿Para qué, Tae? El que yo lo conozca, no creo que solucione tu papeleta. El caso es que tú creas en él y lo ames.

ㅡLo amo. ㅡRespondió rápidamente. ㅡEs tan viril. Es guapo, no es muy alto, más bien corriente. Te lo vengo diciendo todos los días. Me va a buscar a la casa discográfica donde trabajo. Todo el día oyendo música, y de repente, la paz llega al ver a Yoon con su chaqueta de cuero, su pantalón sin rayas, su pelo lacio, sus ojos tan oscuros y ensoñadores.

El menor entrecerró sus ojos miel.
Tenía sueño.

Todo el santo día peleando con niños, y cuando llegaba la noche, estaba cansado.

ㅡTienes sueño. ㅡDijo el mayor apenadoㅡ. Perdona. 

ㅡNo, no, Tae. Sigue hablando si quieres.

ㅡ¿Permites que lo traiga a casa uno de estos días?

ㅡ¿A casa? Pero si es tu casa. Fui yo el que se unió a ti. No tú a mí.

ㅡMañana seguiremos hablando. Duerme. Se nota que estas muy cansado. Yo no lo estoy tanto; por mi, salía a la calle y me iba al baile. Si no fuera por él, me iba. Te lo aseguro. ㅡParó de hablar al ver la hora. Era tarde, por lo que decidió dar fin a la charla. ㅡYa es tarde. Buenas noches, JiMin. Descansa.

ㅡBuenas noches, Tae.































RESUBIDO 06/06/20

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RESUBIDO 06/06/20

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