Al ser abandonado por su pareja y de sufrir la muerte de sus padres, Park JiMin decide irse de su ciudad natal.
Luego de casi cinco años, se reencuentra con Min YoonGi, su esposo; que lleva tiempo buscándolo para enmendar su error. Pero JiMin tiene...
Los sucesos de esta historia transcurren en el siglo XX
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Una vez que llegó, divisó no muy lejos a un pálido de hebras azabaches, que se le acercaba.
ㅡ¿Cuánto?
ㅡLleno, por favor. ㅡDijo el mayor con suavidad.
El trabajador era YoonGi. Había varios empleados por allí. Uno le limpiaba el parabrisas, el otro le miraba el aceite. Mientras que el pelinegro sostenía la manguera con mano segura. Miraba hacia el frente y sus ojos felinos tenían una rara expresión de ansiedad o anhelo.
ㅡYa está. ㅡHabló asomando la cabeza por la ventanilla.
SeokJin lo observó.
ㅡ¿Es usted… YoonGi?
Este asintió con un breve movimiento de cabeza, entretanto daba el cambio al más alto.
ㅡ¿Quieres subir un rato conmigo? Soy amigo de JiMin.
El pálido se agitó.
Quedó con los billetes en la mano enguantada.
ㅡ¿Es usted amigo…?
ㅡSí.
ㅡEsta bien. ㅡSeguido, se dio vuelta dirigiéndose a sus empleados. ㅡQuedan a cargo. Volveré luego.
Subió al auto y el de hebras encanecidas lo puso en marcha.
El auto dio la vuelta a la gasolinera y emprendió la marcha, calle abajo.
ㅡ¿Lo sabe todo?
ㅡTodo.
ㅡ¿Por qué?
ㅡ¿Por qué… Qué?
ㅡJiMin es reservado. ¿Por qué con usted…?
ㅡSoy su jefe. Me llamo Kim SeokJin. Soy el director de la guardería.
ㅡDebe pensar que soy un monstruo.
ㅡNo.
ㅡ¿No me retrató así?
ㅡSólo… Un poco despiadado para dos ancianos enfermos.
—Yo tenía ilusión… ㅡDijo casi susurranteㅡ. Ilusión con JiMin. Soñaba con tener una vida sustentable, sin pasar ninguna necesidad. Poder consentirlo. ¿Nunca tuvo usted esos anhelos? Por eso tuve que irme. Todo lo que ganaba se lo gastaba en las medicinas. ㅡSuspiró. ㅡYo no tenía nada contra mis suegros, pero limitaban mi vida amorosa. Le restaban fuerza, vigor.
ㅡMe imagino lo que será. Pero tú lo abandonaste. No le diste explicaciones.
—¿Lo mandó JiMin?
ㅡNo, YoonGi. Él me habló de ti. Ayer lo dejaste ante la puerta de la guardería. Y fue a mi.
ㅡ¿Le dijo que lo besé?
ㅡNo. Eso… No me lo dijo.
Ya sabía lo que quería saber.
Min YoonGi amaba a Park JiMin. Lo amaba con toda la fuerza de su ser.
ㅡYoonGi, yo quería conocerte. Quería saber si eras capaz de hacer feliz a JiMin.
ㅡ¿Y qué piensa ahora?
ㅡMe parece que verdaderamente lo mas. Te voy a dar un consejo. Por lo mucho que aprecio a JiMin, y por lo que empiezo a apreciarte a ti… Reclámalo.
El de ojos felinos quedó suspenso.
ㅡMe odiará.
ㅡPonlo en el dilema de elegir. La separación legal o reanudar la vida en común.
ㅡNo puedo soportar su odio.
ㅡ¿Hasta ese extremo lo amas?
ㅡRecuerdo que cuando me fui pasé noches sin dormir y días sin comer. ㅡObservó al mayor fijamente. ㅡ¿Sabe usted cuándo terminé de pagar mi negocio? Fue recientemente, hace un año. Después pedí construir mi casa. Porque mantenía la esperanza de encontrarlo algún día.
SeokJin permaneció en silencio, conmovido.
ㅡMe gustaría conocerlo ahora, en cualquier esquina, invitarlo a salir.
ㅡReclámalo legalmente.
ㅡNo quiero forzarlo. Lo amo demasiado. Ya desistía de encontrarlo, y de repente, al verlo otra vez… Sentí como aquellos recuerdos que tuve a su lado, volvían.
ㅡTendrás mi apoyo, YoonGi. Después, tu ternura, tu consideración, tu amor… Vencerá el resto.
ㅡ¿Y si no es así? ¿Y si lo pierdo? ¿Y si me odia para siempre?
Ponía expresión desolada. Tanto que el doncel mayor no pudo evitar de deslizar su mano hacia la de él y oprimírsela largamente.
ㅡEres bueno, YoonGi. Has hecho algo terrible para JiMin. Él adoraba a sus padres. No se da cuenta que tú, por razón de vida, no podías adorarlos igual. Pero de todos modos eres bueno y lo mereces. Haz lo que te digo. ㅡEl auto daba de nuevo la vuelta en torno a la gasolineraㅡ. Hazlo cuanto antes. Tienes pleno derecho legal. Yo te apoyaré.
ㅡSi lo pierdo… Nunca se lo perdonaré a usted.
El más alto sonrió y le palmeó el hombro.
ㅡNo tendrás que guardarme rencor, te lo aseguro. Pero, en tu casa, cerca de ti, en la intimidad del hogar, tienes dos alternativas. Perderlo de una vez o ganarlo lentamente.
ㅡ¿Podré?
El auto se detuvo.
ㅡPodrás. El mismo amor que le tienes a JiMin, te ayudará en gran manera.
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