Al ser abandonado por su pareja y de sufrir la muerte de sus padres, Park JiMin decide irse de su ciudad natal.
Luego de casi cinco años, se reencuentra con Min YoonGi, su esposo; que lleva tiempo buscándolo para enmendar su error. Pero JiMin tiene...
Los sucesos de esta historia transcurren en el siglo XX
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ㅡJiMin, ¿puedes venir un momento?
El nombrado siempre estaba dispuesto. Con su uniforme blanco, su inteligencia, su reservada habilidad como enfermero, resultaba indispensable en aquella guardería, donde se multiplicaba los niños todos los días.
ㅡTe llama el doctor TaeMin.
JiMin torció un poco el gesto. Lee TaeMin era un pesado. Siempre andaba reclamándole, y luego resultaba que, cuando llegaba a su lado, no le decía apenas nada. Es decir, le hablaba todo lo que él no quería que le dijese.
ㅡ¿Qué le pasa al doctor TaeMin? ㅡPreguntó a su compañera.
YounHa se alzó de hombros.
ㅡNo sé por qué no le haces caso. ㅡFarfulló. ㅡAnda siempre pidiendo por ti.
El peligris se puso serio. Aún así seguía viéndose atractivo. De una belleza sin clasicismo. El cabello gris y lacio; los ojos color miel. Una boca de labios gruesos y rojizos, acompañado por unos dientes nítidos e iguales. Vestido de blanco, aún más relucían sus ojos y su cabello; inclusive su tez acaramelada.
ㅡYa le he dicho todo lo que tenía que decir sobre él.
ㅡDe todo modos será mejor que vayas a su oficina, te llama. ¿Sabes? Unos lo desean y otros lo desprecian. Yo daría algo para que TaeMin me invitara salir.
ㅡEs una lástima que no lo haga, por que conmigo pierde el tiempo, y lo sabe.
Ella lo miró confundida.
ㅡ¿No es lo que quieres?
El menor lo miró, a su vez con severidad.
ㅡ¿A qué te refieres?
ㅡDigo que si les hacemos demasiado caso, ellos se aburren. Si los desdeñamos, se entusiasman. ¿Es eso lo que te propones?
No se enfadó.
Nunca pudo enfadarse. Ni siquiera con YoonGi, cuando le pedía reiteradamente que dejara a sus padres para organizar su propia vida. Nadie podría comprender aquello.
ㅡEscucha, YounHa. Llevamos más de dos años trabajando juntos. Tú, ya estabas aquí cuando gané el empleo. ¿No es así?
ㅡSi, pero...
ㅡSabes muy bien que detesto las falseadades. Nunca actuaría de forma deshonesta. Yo no juego jamás. No me casaré nunca con el doctor TaeMin, así que tienes el campo libre.
ㅡ¿Lo sabe él?
ㅡSe lo he dicho infinitas veces, y pienso repitirlo ahora mismo.
ㅡ¡Cómo eres así! Nunca dices lo que piensas ni lo que sientes.ㅡMurmuró un tanto cortado. ㅡEres un compañero inmejorable, pero... ¿Qué se sabe de tu vida? Muy poco. Solamente...
Se alejó pasillo abajo. Su compañera de trabajo imitó su acción, solo que en dirección opuesta.
El doncel peligris subió al ascensor, dirigiéndose a la tercera planta. Atravezó el pasillo y tocó la puerta con los nudillos.
ㅡPase. ㅡSe escuchó del interior.
El menor pasó y quedó en medio del umbral.
TaeMin era un hombre joven, no tenía más de treinta años. Vestía bata blanca, tenía una planilla en las manos y se hallaba de pie, junto al ventanal, mirando hacia el jardín. Al ver al joven doncel cerró la planilla, lo dejó sobre la mesa y avanzó hacia él.
ㅡPasa, JiMin. Pasa y cierra la puerta.
El nombrado obedeció.
ㅡ¿Necesita algo, doctor?
Este apenas sonrío. Era alto, casi pálido, de ojos castaños.
ㅡPues sí. ¿Quiere sentarse?
ㅡMe toca la sala infantil en diez minutos.
ㅡSiempre con prisa.
ㅡCumplo con mi deber.
ㅡ¿Cuándo se podrá olvidar de su deber?
ㅡNunca, doctor. Hace cuatro años que estoy aquí. Nunca he variado mi conducta.
ㅡ¿Cómo está JunHyuk? ㅡCambió de tema repentinamente.
Era lo que le dolía. Y en realidad no tenía por qué. Le preguntaban por el niño, que ya había empezado a ir a la escuela de la guardería. Era un chico listo. Muy pocos en la guardería conocían el lazo que lo unía a JunHyuk. Solamente el director Kim SeokJin, YounHa y TaeMin. Todos ellos eran personas discretas.
ㅡMuy bien. ㅡRespondió.
ㅡHe preguntado a la maestra por él. Me dijo que es un niño muy aplicado. ¿No se sienta?
ㅡDoctor...
ㅡEstá bien. Sé que desea irse cuanto antes. Bien... Esta noche me han invitado a una fiesta social. Usted sabe que no soy de ir a aquellos lugares. Sin embargo se trata de unos parientes, y se debe ir con pareja. ¿Le importaría acompañarme?
El peligris ni se inmutó. Conocía bien al mayor. Muy correcto, caballero y amable.
ㅡCuánto lo siento.
ㅡ¿No acepta?
ㅡNo.
Era inútil luchar contra él. Cuatro años antes se había cerrado allí con JunHyuk, y todo lo demás parecía carecer de importancia.
ㅡJiMin... ¿Me permites ser más claro? Puedo adoptar a su...
ㅡNo. ㅡRespondió secamente.
ㅡPerdón, pero...
ㅡTiene nombre, usted lo sabe.
ㅡPero...
ㅡLo siento.
ㅡ¿Sabes que hablo en serio? Lo amo.
ㅡDoctor...
ㅡ¿No puedo decirlo?
ㅡNo debe decirlo. Conoce mi respuesta.
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