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Los sucesos de esta historia transcurren en el siglo XX

Estaba cansado. Se durmió muy profundamente. Con el calor de aquel beso y aquel café en la boca, con la mente vacía, sin problemas, pudo descansar tranquilamente.

Horas más tarde, se despertó por el ruido de la cocina. Se levantó despavorido.

¿Qué hora sería?

Buscó el reloj. Las dos de la tarde. Buscó unas pantuflas y la bata, y tras calzarse unas y ponerse la otra, atando el cordón de aquella bata de textura suave, asomando los pantalones del pijama azul celeste. Finalmente pasó sus dedos sobre las hebras platinas.

Inmediatamente después, salió de su cuarto y atravesó el pasillo.

Quedándose envarado en el umbral de la cocina.

YoonGi tarareaba. Tenía las mangas del suéter negro arremangadas.

Al sentir la presencia del menor, se dio la vuelta en redondo con la sartén entre las manos. Quedándose un poco suspenso. Sus ojos se agitaron parpadeantes.

ㅡDebiste de llamarme a la una y hubiese preparado la comida.

ㅡEstoy friendo unas papas con jamón. ㅡHabló el mayor, risueño.

El peligris iba hacia el más alto.

Y de súbito, algo debió ocurrir a los dos. Se quedaron mudos. Mirándose.

El azabache dejó la sartén sobre la mesa de mármol.

ㅡLo vas a manchar. ㅡReplicó el doncel.

El pálido se giró. Dándole la espalda.

ㅡVé a vestirte... Por favor.

JiMin se quedó suspenso. La voz del contrario era demasiado grave.

—YoonGi...

ㅡPor favor.

El menor retrocedió un paso y quedó pegado al marco.

YoonGi lo había visto muchas veces así, por los pasillos, de pasada nada más. Verlo en aquel instante en la cocina, vestida de aquella manera... Le recordaba aquellos días, cuando estaban juntos...

ㅡPor favor… Vé a cambiarte.

El doncel salió de allí, dirigiéndose a su cuarto, y de allí entró al baño a vestirse.

Con un suéter beige y unos pantalones negros, un poco holgados, pero se moldeaban a su contextuta. Cepilló suavemente su cabello y sin más se dirigió de nuevo a la cocina.

Esta vez, el pelinegro cocinaba sin tararear. Sus dedos, al dar la vuelta a la tortilla de jamón, tenían un ligero temblor.

ㅡEsta tarde... ㅡDijo YoonGi de repente. ㅡMe la tomo libre. Es sábado. ¿Qué te parece si vamos los dos a cenar afuera?

Nunca había ido.

Cuando se casaron no tenían dinero para tales gustos, o, muchas veces, porque preferían la intimidad de su alcoba y la impetuosidad de su amor. Después, porque las cosas se complicaron. Más tarde, porque estaba solo y jamás aceptó la invitación de otra persona. Y luego, porque encontró trabajo y se dedicó a él.

ㅡ¿Qué opinas, JiMin? ㅡDijo tranquilamente.

ㅡMe gustaría.

ㅡEntonces vendré a buscarte a las siete. ¿Qué te parece? Ponte más hermoso de lo que ya eres.

ㅡ¿Y tú? ㅡPreguntó JiMin, un poco sonrojado por el último comentario del mayor.

ㅡ¿Yo? ㅡLevantó aquella felina miradaㅡ. ¿No te gusto? ㅡInquirió con una sonrisaㅡ. ¿No te parezco atractivo?

JiMin no supo qué decir.

Empezó a poner la mesa.

Entonces, como estaba cerca de él. El pálido hizo un simple movimiento y el doncel cayó sentado en sus regazo.

ㅡYoonGi…

El nombrado lo sujetaba por la cintura, apoyando su mentón en el hombro del menor.

ㅡDime, ¿no te parezco atractivo?





































RESUBIDO 01/07/20¿Sabían que esta adaptación está por terminar?Le quedan pocos capítulos ;;

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RESUBIDO 01/07/20
¿Sabían que esta adaptación
está por terminar?
Le quedan pocos capítulos ;;

Descansen💜

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