Isabel
Después de terminar mi jornada laboral me dirigí a mi apartamento, luego de estar debatiendo entres tres vestidos adecuados para la cena en casa de los Mason, la ansiedad se apodero de mi. <<¿Qué estoy haciendo?>>, <<como si fuera a ir a una cita con él>>, descarto esa loca idea de mi cabeza y recupero mi concentración, me meto al baño, me doy una ducha. En menos de una hora ya estaba maquillándome, mi teléfono vibra sobre mi tocador.
-Hola.
-Ya estoy aquí.
Dalton.
-Enseguida bajo.
Agrego su número, tomo mi bolso y bajo, abro la puerta del acompañante, me deslizo en el interior.
-Hola.
-Hola Isabel-pronuncia mi nombre con cierto tono seductor.
Arranca el coche y salimos a las calles del centro antes de subir por la autopista, no decimos nada durante el camino, ni una palabra, pero noto que de vez en cuando desvía su mirada por mis piernas desnudas, disimuladamente las pego para no llamar su atención, dios mío, solo estoy usando un maldito vestido, debí ponerme unos pantalones de vestir.
-Hablé con Johan, dijo que tu padre estaría allí de todos modos, estaba invitado.
-Oh genial.
-¿No hablas con él?.
-No, desde que tuvimos esa discusión sobre mi matrimonio contigo, por lo general nuestras charlas son la mitad tranquilas y la mitad revoltosas.
-Blanco y negro-comenta con la mirada al frente.
-Si, desde que mi madre murió lo único que he deseado es que mi padre termine con sus negocios sucios, ya tiene dinero suficiente para retirarse, ¿Por qué no hacerlo?.
-Porque corres el riesgo de que tus socios no lo tomen a bien, el que te retires cuando eres su mayor proveedor, el dinero provoca eso, no dejarán que tu padre se salga así nada más, es por eso que esta preocupado de dejarte sus negocios, como dijiste, él sabe bien que al ponerlo en tus manos lo primero que harías es renunciar a sus socios extranjeros y venderlos con la DEA por un buen trato.
-Mi vida correría riesgo, pero valdría la pena con tal de acabar con todo esto.
-Si, lo valdría, pero hay oídos en todas partes, la gente como nosotros tenemos comprado siempre a alguien dentro de la ley, en cuanto los vendas ante la DEA o alguna otra agencia, alguien de su nomina lo sabrá y les dará aviso, sus líderes no te enviaran rosas precisamente para saludarte-lo miro.
-¿Que harías si fueras uno de ellos?.
-¿Yo?.
-Hm
-Primero estaría muy cabreado de que una mujer como tú me delatara con la DEA, segundo averiguaría donde te ocultas y por último, contrataría a un sicario para matarte-voltea y esboza una sonrisa-. Eso haría yo.
Suelto el aire de mis pulmones, tiene toda la razón, lo admito, pondría mi vida en la mira de esos sujetos. Dalton me abre la puerta como un caballero, Johan sale a recibirnos, nos saludamos con un abrazo, a pesar de lo que puedan opinar Remi o Dalton, Johan siempre se ha comportado muy bien conmigo, la veces que he quedado en casa de los Mason después de que Dalton se marchara, me ha tratado bien, jamás tuve quejas de ella, es una buena mujer y creo que en el fondo sigue sintiendo esa culpa por la madre de ellos. Dejo de respirar de golpe, siento la mano de Dalton posarse en la parte baja de mi columna vertebral, es un leve toque, pero el roce de sus dedos contra mi piel me hizo estremecer, él saluda a su padre y a sus hermanos, mientras yo saludo al mío, luego al señor Tobías.
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IMPERIO (EDITANDO*)
RomanceDalton Mason se vera obligado a regresar a lo que una vez conoció como hogar, hijo mayor del líder a una de las familias más acaudaladas y poderosas de la ciudad, Dalton tendrá que volver a la casa de la que una vez huyo para poner en orden los nego...