Capítulo 15: El principio del fin

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PDV de Rin

Solamente hay destrucción. Los huesos tiemblan por la energía de la magia de los demonios. Jaken me mira dudoso y yo miro apagada la poca luz que entra al final de la caverna. Lo que indica que tampoco estaba tan lejos la entrada a la llanura de dónde se me ha detenido.

Acaricio uno de mis hombros limpiando la sangre. La verdad es que sí que escuece, pero me duele más saber que me ha dañado de esta forma. No puedo culparlo, no sabe quién soy. Sin embargo, si yo quisiera ir ahí a toda cosa ¿él me pararía de igual manera sabiendo quién soy en realidad?

Quién sabe. Igual no hallaría otro modo de frenar mis pasos. En el fondo, ha hecho eso. Me ha asustado. Ha buscado un pretexto, un cabreo, para que no acuda a la llanura. Para proteger a la amiga de Rin. Pero no estoy satisfecha. No lo estoy.

- Yo sólo quería atravesar con una dichosa flecha purificada a ese... -a mis palabras les cuesta salir.- ¡Asesino!

- Señorita Etsuko, cálm...-le miro mal y hasta le sorprendo.- Igual lo hace para protegerla.- Me indica de inmediato.

- No Jaken. Yo no soy Rin.-musito,aunque en el fondo lo soy- Yo soy una humana.

- Rin era una humana -me replica.

- Rin era alguien que no pertenecía ni al mundo de los youkai ni al de los humanos. No puedes contarla como tal tan a la ligera. -le corrijo. A fin de cuentas, me siento así. Incluso Sesshomaru habrá podido ver que no soy una humana ya que he perdido esa esencia.

Suspira- ...entiendo.

Miro el arco y las flechas, las tomé de Ah-Un antes de adentrarnos en la caverna y miro a través de entre los huesos lo alcanzan mis ojos a ver del combate. Cuesta porque la llanura es inmensa y no están todo el rato en la misma zona. Sólo les veo cuando están cerca de la salida.

- A tu amo le está costando. -murmuro- Espero que no...

- No seas gafe niña. -me corta antes de que pueda acabar la frase.- El amo Maru es MUY poderoso, y si ha de vengar la muerte de Rin lo hará. No lo dejará con vida, no cuando no puede permitírselo. ¡Impensable!

Asiento y observo. Incluso Jaken tiene cierto atisbo de venganza en la mirada, él también me echa en falta. Lo miro detenidamente esperando que se distraiga y cuando está prestando la suficiente atención al combate de allá fuera miro una vez más el arco y mis flechas. Sólo necesito eso, tomarlo y echar a correr llanura adentro. Aunque Jaken quiera pararme le costará, además de que le dará miedo seguirme y el titubear me dará ventaja.

Cojo una flecha para asegurarme tener una en el debido momento, y no llamar la atención si me ve "jugar" con ella. Cogeré el arco y correré. Sólo volveré a por todas las flechas si veo que da tiempo, que lo dudo.

Palpo la flecha con suavidad, notando la energía surcarla. Yo nunca necesité del campo protector. Quiero decir, no soy Kikyo ni Kagome. Pero en Nöritan hay un santuario con una energía absorbible muy poderosa. Si pueden haber sustitutos de la sacerdotisa es gracias a ello. Y yo, estuve en contacto con Etsuko un año entero, en el que no solo aprendí a recibir esa energía, sino durante el cual la que la propia Etsuko me trasmitió de la suya, y me enseñó a manejarla. Quiera que no, soy una sacerdotisa de verdad, aún sin ser la verdadera Etsuko de Nöritan. Siento, que puedo hacer algo. Ayudarlo.

¿Por qué ha decidido en el último momento arrebatarme la opción de venganza? ¿Por qué me deja aquí fuera? ¿Por qué quiere protegerme si no son SU Rin?

Entonces, no lo dudo. Tomo rápido el arco y veo la reacción de Jaken. No voy a perder tiempo, una flecha, solo necesito una. Así que no me paro a pensar en el resto y corro, corro hasta que la oscuridad me consume unos segundos y la luz de la llanura vuelve a chocar contra mi rostro.

- ¡Señor Maru! -se va a enfadar.- ¡ATRÁIGALO A MI! ¡Puedo usar magia celestial y debilitarlo para que lo termine de matar!

Es peligroso. Mucho. Meikai-naru tiene ahora mismo su forma de bestia y sobre-vuela peleando casi cuerpo a cuerpo con mi amo Sesshomaru. Me ha escuchado y va a evitar que él lo atraiga hacia mi. Lo peor, es que el propio Sessomaru parece por la labor de que se alejen de mi y no confiar en mi poder.

- ¡HÁGAME CASO! ¡POR FAVOR! ¡USTED SOLO NO VA A PODER! -puede que sí, pero cada vez es más difícil y cada vez le cuesta más. Meikai-naru aprende rápido la conducta de su enemigo, y puede usarla en contra de mi amo. Y todas las leyendas cuentan cosas espeluznantes de este ser, sin duda alguna me pregunto cual sería la comparación al lado de por ejemplo quién llegó a ser Naraku- ¡POR FAVOR! ¡SI NO LO HACE POR MI HÁGALO POR RIN!

Nada. Ni siquiera eso. Ni siquiera mencionar a Rin sirve. Fuego de colores está disperso por el cielo, energía que brota de sus espadas cuando Meikai-naru cobra su forma humana, o hechizos que surgen de sus propias garras. Puedo distinguir sobre todo cuando chocan las magias, cual es la de quién, y la más poderosa y en aumento por momentos, es la de ÉL. Mi amo no resistirá mucho más.

- ¡MARUUUUUUU! -Quiero gritar su nombre completo, pero si lo hago en estos momentos me mirará extrañado, se distraerá y será su final. Las lágrimas empiezan a brotar en mis ojos y noto a Jaken agarrar mis harapos.

- Vamos. Volvamos. Sólo entorpecerá a mi amo. -me indica intentándome llevar adentro. Y le sigo, pero solo lo justo, hasta la entrada, el borde de la entrada.

- No, no lo entiendes Jaken. -esto es más peligroso de lo que pensaba. Yo. Debí de ignorar la Venganza, y decirle la verdad a Sesshomaru.- él no resistirá. -murmuro entre lloros.

- No diga eso. -contesta.

- Pero Jaken...-gimoteo.- Es la verdad. Es la maldita ver...

Una explosión cubre el final de mi frase. Jaken y yo salimos despedidos caverna a dentro y una humareda negra como el carbón cubre la llanura y parte del lugar donde caemos. No es humo realmente, no proviene de ninguna clase de fuego. Es... es mera oscuridad. Un onda expansiva llena de oscuridad.

No puedo evitar toser, no me ahogo con el aire, simplemente me he golpeado de lleno en el pecho y me habré fastidiado un poco los pulmones. Me froto la cara que estaba ya repleta de lágrimas y avisto a Jaken.

- Jaken. -lo muevo. ¿Está vivo?- Jaakeeenn... -sí está vivo, respirar respira.

- Hmm...-es él. Recobra la consciencia.

- Todo...

Voy a decir más pero el hace un gesto de silencio.- Shh... -así que me callo. Miro como poco a poco desaparece la oscuridad. Y compruebo que la caverna está algo rota, huesos quebrados, la luz que entra cuando el aire y cielo se despejan es diferente, ahora entra un poco desde la superficie de ésta, pero la salida o lo que es lo mismo, la entrada a la llanura se ha cerrado, y se puede distinguir entre huesos ligeramente la misma explanada. Me cuesta levantarme y solo me incorporo lo justo para mirar a través de las "rejillas" cuando toda la oscuridad ha desaparecido por completo.

- Ja...Jaken. -murmuro inquieta.

- ¿Hm?

A lo lejos, Meikai-naru se está alejando. Seguramente nos haya dado por muertos a Jaken y a mi, aunque pudiendo olernos le debemos dar igual en estos momentos, debido a su estado. Parece algo agotado y masacrado. Y está claro que ha percibido la energía de mi flecha cuando la sostenía.

- Ma...Maru no... -el amo Sesshomaru ha sido cubierto por la oscuridad. Incluso nosotros hemos entrado en contacto con ella también; sin embargo, nosotros seguimos vivos, seguimos aquí. Hay luz, hay...

El amo Sesshomaru en cambio no.

Él ha desaparecido.

El asesinato del Pequeño Conejo (Sesshomaru y Rin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora