Bajo mi piel✔️

Capítulo 6.

Al día siguiente me sentía mucho mejor, sólo me dolía un poco la cabeza, pero era soportable. Tendría que preguntarle a Zack por la receta del líquido misterioso algún día.

Hoy tuve que vestirme más formal de lo normal  debido a que tenía una entrevista importante de una familia que estaba interesada en Evan.

Normalmente vestía unos jeans y tenis, no sé qué tan formal era eso. Tenía que causar la impresión de alguien madura y profesional.

En mi mente tenía como cinco años.

Pero los Johnson no tenían que saber eso.

Sólo esperaba que todo saliera bien hoy, ésta ya era la sexta familia que se interesaba en el niño; pero una mirada a la cara de Evan y salían despavoridos.

No se lo merecían tampoco.

Sentada en una de las oficinas que la casa tenía para este tipo de reuniones me dije a mí misma que todo saldría bien. No sabía quién estaba más nervioso, si Evan o yo. El niño estaba sentado al lado mío con una gran sonrisa, pero sabía que estaba un poco asustado. La señora Julia le había comprado ropa nueva especialmente para esta ocasión; se veía muy lindo con la camisa azul rey qué combinaba a la perfección con su cabello rubio oscuro.

Dos golpes en la puerta me alarmaron, los Johnson habían llegado.

—¿Listo corazón? —. Evan asintió con la cabeza.

Levantándome para abrir la puerta respiré profundo.

Aquí vamos.

—Buenos días, señor y señora Johnson — dije cuando abrí la puerta —. Pasen, por favor.

Los Johnson eran una pareja joven, tal vez en sus treinta. El señor Johnson trabajaba en una empresa de publicidad y la señora era artista, al parecer. No tenían ningún hijo puesto que no podían. No parecían ser muy amorosos entre ellos, pero no era mi problema.

La señora Johnson tenía unos ojos azules muy bonitos, pero tenía el ceño fruncido todo el tiempo; eso la hacía ver un poco ruda. En cambio, el señor tenía una sonrisa amable, pero sus ojos tenían algo que me hacían estremecerme. Y no de la buena forma. Me daba mala espina.

—Evan, te presento a Josie y Tyler Johnson.

Evan levantó la cabeza y les regaló una pequeña sonrisa tímida.

Mechones dorados le cubrían la mitad de la cara, ocultando la cicatriz que se extendía desde su barbilla hasta debajo de su ceja. La carne tierna y rosada era visible. Pudo haber sido peor.

—Mucho gusto, Evan — las comisuras de los labios del señor Johnson se elevaron — ¿Eres un niño muy lindo, sabías?

La forma en que llamo a Evan “lindo” me dio un revoltijo en el estómago. Su tono era como de...lujuria.

Iba a vomitar.

Evan se echó atrás en su silla con nerviosismo, su movimiento tan rápido que el pelo en su cara desapareció, dejando la cicatriz a la vista.

Un jadeo se escuchó en la oficina.

—¿Qué es esa cosa? —. Dijo Josie.

—¿Disculpe?

—Es horroroso — su mano en el hombro de su esposo —, no podemos adoptar a esa pequeña mierda. La gente hará preguntas por su rostro.

Sentía mi sangre hervir, sí esa señora no se callaba, yo la haría callarse.

—No hable así de él, menos en su presencia — mi voz salió dura —. Es un niño, por dios.

—Eso no es un niño. Pedimos un niño lindo e inteligente, no está cosa.