El Muñequito De Papá [Rubegetta] Omegaverse

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La vuelta a su casa fue bastante silenciosa junto con el pelinegro, pero no podia quejarse ante ello, ambos se sentian comodos el uno con el otro, y si no hablaban era por estar disfrutando del momento.

Aun asi tendrian mucho tiempo en el futuro para hablar.

Al llegar Rubius tenía la esperanza de encontrar a su mejor amigo ahí, quizás esperandolo para poder conversar todo aquello que los secretos ocultaron para el corazon de ambos, pero lamentablemente no estaba, no habia nimgun rastro de Mangel por aquella pequeña casa, habian algunas cosas votadas, si, pero no eran cosas importantes, eran papeles que desconocia de que trataban.

Se despidio rapidamente de Vegetta con un apreton de manos para ver la habitación de Mangel, buscando sin resultado.

Antes de siquiera dar un paso afuera para comenzar a buscar al mayor, la puerta fue abierta de forma brusca, asustando a Rubén, poco le duró el enojo, pues pudo divisar ante la luz el cuerpo y rostro de Miguel, no lo penso mucho para lanzarse a los brazos del contrario, acto que fue correspondido.

- Idiota, ¿donde estabas? .-se quejó Mangel-. Entiendo que estes enojado conmigo, pero no me dejes, no así

Y ninguno de los pudo contener las lagrimas, sintiendo pesado su pecho.

- No estoy enojado contigo .-se alejo para poder mirar a su amigo-. Lo siento por preocuparte

- Esta bien mi Rubiuh .-le acaricio la cabeza suavemente-. Supongo que tenemos que hablar .-ante la positiva suspiro-.

No quería.

Ambos chicos caminaron lento hacia el salon, ambos sentandose en los sofás individuales, y comenzando la conversación de inmediato. No deseaban alargar mas el momento.

- Vale, yo... Nose como empezar .-Mangel rió nervioso, jugando con sus manos-. Se que no debí esconderte algo tan importante como lo que dije, lo siento Rubius

- ¿Porque... Lo hiciste? .-paso ambas mamos por su rostro, borrando las lagrimas que antes habian salido-.

- Sabes que se todo de ti, se lo que has pasado, y no quiero verte sufrir mas .-tomo aire para soltarlo lentamente, era difícil expresar todo lo que tu corazon grita-. Sabia que si te contaba todo esto, todas tus esperanzas se iban a ir, te ibas a deprimir, y ni con el mejor psicologo te iba a lograr ayudar .-nego con su cabeza-. No es fácil contarle a tu mejor amigo que su sueño mas grande no se iba a poder cumplir, y ademas de eso romper la promesa con la mujer que mas ama.

Lamentablemente Mangel tenia razon, Rubius no podia quejarse con el por esconderle un secreto si sabia que el mayor no queria que él sufriera mas, lo unico que deseaba Mangel era su felicidad, aunque eso conllevara una pelea.

- Mangel, agradezco todo lo que haces por mi, no estoy enojado contigo por ocultarme eso, pero debes de saber que quiero vivir, quiero aprender a vivir, a ser una persona normal .-el muchacho tomo entre sus manos las del contrario, apretando un poco-. Y para eso tengo que saber todo, es triste, si, pero ¡lo necesito! .-sonrio, conectando sus miradas con Mangel-. Para poder superarlo, y asi vivir. Quizas no tenemos al mejor psicologo del mundo aqui, ¡pero si tenemos a las mejores personas!, en este pueblo las encontramos. Confia en mi ¿si?

- Lo hago Rubius, créeme que lo hago, pero es duro verte llorar, es duro verte no podir bien por las pesadillas, es duro verte con traumas, es duro verte sufrir

- Pero es lo que toda persona tiene que pasar .-miro al suelo, le habia costado entender aquello-. Te estas perdiendo a ti, por buscarme a mi, y no quiero eso Mangel, eso doleria incluso mas que todo lo que pase, mucho mas.

Mangel no pudiendo mas, comenzo a sollozos mientras lagrimas amargas salian de sus ojos, pero por alguna razon alegres también.

Ruben estaba madurando, estaba pensando cosas distintas a lo que hacia hace unos cuandos meses atras, ya no lo estaba necesitando, y aunque siempre quizo que el menor fuera independiente, estar en aquel momento le dolia, no esperaba que fuera tan pronto.

El oso borro suavemente las lagrimas del mayor, sonriendole para mostrae confort y confianza.

- No te quiero dejar Rubius .-suplico-.

- No pido que me dejes, no quiero que lo hagas, quiero que vivas tu vida, ambos hemos perdido momentos hermosos que pudimos tener, yo por mi padre y tu por mi, y es hora que lo recuperemos .-susurro, abrazando a miguel-. Y para eso tengo que dejar de ser el centro de tu vida.

Iba a ser dificil, nadie decia lo contrario.

- Sabes que te debo mucho Rubius

- No es asi mi Mahe

Pero el mayor seguia pensanso lo mismo.

Cuando ya se habia contado, Doblas de menor era alguien muy protector y valiente, y con Mangel no fue la excepción.

Los niños tienden a ser crueles contra los mas debiles o incluso con sus iguales, y siempre buscaban una razon para ofender a otro, por muy absurda que sea. Por aquello a Miguel Ángel lo solian molestar por ocupar lentes, como si aquello fuera lo peor del mundo, poniendole sobrenombres ofensivos y algunas veces incluso llegar al punto de agredirlo fisicamente, solo porque el mayor era pacifista y nunca respondía. A Rubius solo le bastó ver aquello 1 vez para no dejarla pasar nunca mas, metiendose en constantes peleas, y mayormente perdiendo ante los mayores que el, por la fuerza que estos poseían, aun asi, solo basto un par de semanas y ninguna burla paso por los oidos del chico de lentes.

Rubius siempre protegiendolo de todos.

Y bueno, ustedes saben el porque Rubén piensa que le debe algo a Mangel.

Al quedar un momento en blanco ambos se separaron, sonriendole al otro.

- Eso si, Si tu Alfa te hace algo, y no me cuentas le voy a partir la cara a el y a ti .-amenazo el peliblanco-.

Rogel solo solto una carcajada.