My Soulmate | Luzuplay

Capítulo V

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– PERSPECTIVA DE ISMAEL –

Al regresar de comprar las bebidas, nos acomodamos en la habitacion de Raúl, admito que su casa era hermosa y su habitación grande y ordenada, por alguna razón siempre me lo imaginé así, a pesar de que Raúl sea una persona "llamativa" sigue sin repetir algún año de estudio o perder alguna cátedra.

— ¿Por qué decidiste acompañarme? – me pregunto Raúl mientras abría la primera botella de alcohol y me la daba.

— No lo sé, parecía que necesitabas compañía – trate de sonar un poco gracioso y resultó bien, Raúl se río un poco.
Hace tiempo que me gustaba esa sonrisa, es más, esa sonrisa lo comenzó todo.

Raúl era un chico que desde el principio de año lo veía solo en los recreos y en las salidas, al parecer no hablaba con nadie.
Desde entonces me comenzó a interesar ese chico solitario.
Uno o dos meses después, lo encontraba hablando con un solo chico, alguien que conocía muy bien, Ruben Doblas, alguien muy carismático sin duda.
Lo conozco por que al igual que Raúl yo también estuve solo el año pasado cuando ingresé a este colegio y el primero en hablarme fue Ruben, aún que no estuviésemos en la misma clase el se juntaba conmigo en la entrada, recreos y salida.
El fue mi primer amigo aquí, nos llevábamos muy bien pero cuando yo ingresé a bachillerato nos separamos por los diferentes horarios.
Al tiempo yo conseguí amigos, pero eso no significaba que dejaría de hablar con Ruben.

A las dos semanas de ver como Ruben acompañaba a Raúl, este decidió presentarmelo para que habláramos.
Al principio Raúl era un chico como cualquier otro nuevo, tímido y desconfiado, hasta que poco a poco nos juntamos más y logré verlo sonreír, esa sonrisa hizo que algo en mi cambiara de repente, comenze a preocuparme cada vez más por el, mi prioridad era verlo sonreír cada que pudiera y así hacerlo sentir bien a mi lado, al parecer funcionó, muchas veces el me buscaba en los recesos y eso me gustaba.

Al poco tiempo logré entender lo que me sucedía, Raúl Álvarez me había robado el corazón.

No fue difícil aceptar mi enamoramiento ya que siempre he sido de mente muy abierta.
Cada vez buscaba pasar más tiempo con el, aunque últimamente el estudio no me lo permitía, soy graduando así que tengo que esforzarme al máximo.

— Jajaja, no me digas – bufo — Enserio crees que soy un tío solitario ¿no? – me pregunto mientras daba el primer trago a su bebida.

— Sí – tome un trago de aquella bebida — Acpetalo, a nadie le hace mal un poco de compañía –

— Lo acepto – sonrío — Pero te advierto que puedo decir muchas tonterías al estar borracho – sonrío tomando nuevamente otro trago de su bebida.

— Lo tomaré en cuenta –

– PERSPECTIVA DE RAÚL –

Ya habíamos tomado mucho, las frituras habian desaparecido por completo, tanto Ismael como yo ya no podíamos seguir tomando, estábamos mareados.

— Raúl – escuche como Ismael me llamaba con su voz tan dulce de siempre.
Voltee a verlo y sus mejillas estaban rojas.
Ismael se acercó poco a poco, tomó mi mejilla con su mano y la acaricio.

— Te vez bien – Volvió a hablar — Me gustas –

Oh... vaya, le gusto al chico guapo.
¿Eso estaba bien?
¿Esto estaba bien?

Ismael se acercó más a mi, tanto que nuestro aliento se mezclaba, colocó su frente junto a la mía y por instinto cerré mis ojos.
Segundos después, sentí como sus labios de posaban sobre los míos, eran tan suaves, eran tan cálidos, no me molestó la sensación.
El beso era lento hasta que Ismael se recostó sobre mi y ambos caímos al suelo mientras seguíamos con lo nuestro.