My Soulmate | Luzuplay

Capitulo XXX

NARRADOR OMNISCIENTE

Al día siguiente Raúl se encontraba mucho mejor, tenía los ánimos suficientes para levantarse de la cama y eso le era suficiente, no habia tenido algún tipo de contacto con su mejor amigo hasta la tarde, donde Ruben de digno a llamarle.

— Raúl, mi amor, mi hermoso bebé, cariño ¿cómo estás?

— Buenos días Ruben, acabas de despertar ¿no?

— Oh que frío eres conmigo - Se quejó el rubio haciendo un puchero.

— recuerda que aún tienes que contarme algo.

— Ah! Si... sobe eso... Creo que no fue lo mejor del mundo - el rubio pensó un poco - Le gustó a Mangel.

— Genial, me lo imaginaba.

— Wow, ahora eres un experto en el amor.

— No lo soy, pero el era muy obvio.

— Entonces yo soy el bobo?

— Exacto.
— ¿Pero lo rechazaste?

— No pude hacerlo, el me dijo que lo pensara un poco y eso hago, creo...

— ¿Te sientes confundido?

— Realmente no, me gusta mucho Samuel.

— Me alegro de eso, entonces no tiene mucho que pensar.

— Es cierto.

La conversación se alargó unas horas entre chistes y bromas entre los amigos, animandolos más a esas horas.

— Muy bien, iré a dormir, ¿quieres ir mañana a la plaza?

— Quiero chocolates.

— Claro, te los comparé.
Feliz noche Rubén.

— Feliz noche cariño uwu.

[...]

Los días pasaron de la manera mal lenta existente, ya que a dos personas les comían las ansias de volverse a ver.

Pero después de todo, el día esperado había llegado.

Raúl ya estaba duchado y vestido, listo para su "cita" con Luzu.

Luzu llegó a traerlo y juntos se dirigieron al acuario donde pasarían un bonito día, tardaron un poco en llegar pero valió la pena.

Al entrar al gran lugar Raúl se asombró por las diferentes peceras de colores que podía ver en cada rincón, era algo tan mágico como nuevo, y amaba se sea junto a Luzu.

— Aquí venden postres muy deliciosos – mencionó el castaño mientras caminaba junto al azabache — Deberíamos probar algunos.

Raúl únicamente asintió con la cabeza restandole un poco de importancia, estaba ocupado acercándose a cada uno de los vitrales para ver quenclase de peces se escondían detrás de estos.

— ¡Ese es muy bonito! – exclamó Raul señalando a un pez de colores brillantes y diversos.

— Es un pez guppy – explico Luzu — Es uno de mis favoritos, al parecer tienes buen ojo.

El azabache sintió sus mejillas calentarse ante el halago del contrario.

— S-si, supongo – tartamudeo haciendo reír al contrario.

Los minutos pasaron entre risas y la información que proporcionaba Luzu al azabache.
Comieron algunos postres y bebidas que le encantaron al menos pesar de ser dulces y llenas de colores brillantes.

Los chicos seguían caminando por los pasillos lado a lado buscando un lugar para descansar al aire libre, era un lindo día ni tan soleado, ni tan nublado. Era simplemente perfecto.

— ¿Raúl? – llamo Luzu, el azabache volteó a verle curioso — Yo... bueno – se tomó unos minutos para pensar en lo que diría — ¿De casualidad tienes pareja?

Raúl detuvo su paso asombrado por la pregunta del contrario, sintió sus mejillas arder y con nerviosismo ocultó su mirada del contrario.
Estas acciones hicieron reír a Luzu quien vio cada una de sus acciones.

— ¿Porqué... preguntas eso?

El azabache comenzó a jugar con los dedos de su mano.

— Bueno... La verdad es que yo estoy interesado en alguien - confesó el castaño sin una pizca de vergüenza — Y me preguntaba si tu también lo estarías.