Sentía que la cabeza en definitiva me explotaría, me mire al espejo que estaba en el baño y me di cuenta que no me había quitado absolutamente nada de lo que traía el día de ayer. Traía colgando incluso la bolsa del cuello. Me reí de mi misma y abrí la regadera mientras me empezaba a desvestir.
-General Badillo. Buen día. Es un gusto escucharlo.- caminaba por la calle cuando escuché que me hablaban y al ver que era el General conteste de inmediato. Al hablar con él, continuaba caminando no tenía un lugar en concreto a donde ir hasta que llegue a un pequeño kiosko donde unas letras en ingles llamaron mi atención "venta de boletos para bus turístico". Compre uno mientras seguía hablando por teléfono. Siempre era así, le tenía mucho respeto al General pero él entendía que yo no era militar, no compartíamos la misma formalidad al hacer las cosas y normalmente cuando hablo con él por teléfono siempre estoy haciendo otras cosas así que ya nos acostumbramos, supongo.
Iba en la parte de arriba del bus, apreciando las calle y el hermoso clima antes de que empezará el invierno, en unos días sería diciembre.
-Claro General, ese tema ya lo hemos tocado. De hecho con el embajador ayer también lo hablamos.- seguía al teléfono con el General, hasta después de unos 10 minutos que tuvo que colgar y quedó la amena charla de trabajo hasta ahí. Apenas me pondría la gafas de sol para relajarme cuando sonó el celular. Era mi mamá. No tuve otra opción y contesté. Mi viaje con información turística se había ido lejos, muy lejos.
El bus hizo una parada en una llamada torre Namsan. Baje y empecé a ver los lugares. Eran muy bonitos, coloridos y no entendía nada. Me acercaba a los puestos de comida algo curiosa, a muchas de las cosas no les encontraba una forma pero eso no importaba. Lo importante era probar, por lo que comía sin saber que era. Algunas las disfrutaba y otras no tanto así que terminaban en la basura cautelosamente sin que nadie viera.
Estaba en el mirador en la cima de la torre. Todo se veía hermoso, la ciudad era fabulosa desde arriba, el clima estaba fresco y de fondo en la tienda de souvenirs se escuchaba la canción de "Call Out My Name" de The Weekend pero era un versión a acapella lo que la hacía combinar con la vista. No lo voy a negar, me trajo recuerdos de Mauro. Sin dudarlo una vez más tome el celular y le llame.
- ¿Licenciada?
- Mauro.
- ¿Sucede algo?.- supongo se había sorprendido por la repentina llamada y más porque ya había pasado tiempo desde que yo tomaba la iniciativa de llamarlo.
- Quiero decirte algo.
- Te escucho.
- Yo quería....quiero agradecerte.
-¿Agradecerme? Fernanda , me estas asustando. ¿Pasa algo? ¿Estas bien?
-Estoy bien. Solo quiero que escuches lo que voy a decirte. Quiero agradecerte por darme tan buenos recuerdos y aunque no lo creas te apreció como persona. Sé que te he dicho muchas cosas que pudieron dolerte de las cuales no me retracto porque en ese momento era lo que mi corazón sentía pero a pesar de eso, te sigo queriendo porque estas en una parte de mi vida muy importante. Agradezco todo lo que me has enseñado en estos años. Nunca lo olvidaré.
- No se que decirte.
- Nunca te lo había podido decir porque sabía que cuando lo hiciera sería el fin. Pero creo que ese momento llegó.
- No entiendo.
- Mauro, a partir de este momento no me llames, no te comuniques conmigo por ningún medio. Hable con el General Badillo y todo lo referente con las anteriores negociaciones y esta las hablaré directamente con él. No hay razón por la que debamos seguir hablando.
- ¿Estas segura de lo que dices?
- Es lo mejor para mi y para ti también. Espero que puedas hacer lo que te estoy pidiendo, por favor.- escuché su respiración del otro lado del teléfono.- Adiós.- colgué el teléfono. Eche un vistazo a la ciudad , en definitiva tenía una pinta distinta a hace unos momentos atrás. Respire profundamente para después sacar el aire. Era el momento. Este debía de ser el momento.
...................
Había pasado una semana que había hablado con Mauro y no sabía absolutamente nada de él. No diré que me hacía sentir feliz pero por otra parte si me tranquilizaba por fin sentía un peso menos de encima. Por otra parte, también tenía una semana que había visto al Teniente, desde esa vez que hizo el favor de llevarme a tomar alcohol, habíamos hablado unos días atrás y dijo estar ocupado por un asunto de reclutación de servicio militar y no nos podríamos ver pero que el soldado Kim estaría a mis ordenes para lo que necesitará y así fue como pasaron los días. Me hice cercana a él más porque me veía como una hermana mayor, sentía que existía un cuidado mutuo. Aprendí bastantes cosas del soldado que yo no sabía sobre el país y su cultura y al parecer era curioso con México también.
Cuando vi el reloj de pared, eran cerca del medio día. Recordé que era domingo y no había nada por hacer a excepción de un montón de documentos por revisar que Ingrid me había mandado una noche anterior. Tome un baño, me vestí con un pantalón deportivo color amarillo pollito que bien podría usarse para dormir y una playera gris; fui a la lavandería del hotel y regresé al cuarto para ordenar al cuarto y empezar con esos documentos que seguían apareciendo en mi bandeja de entrada como "URGENTE" , pero ya conozco su urgente que muchas veces no era urgente. Le di click en cerrar al último documento y cerré la computadora, estaba exhausta y me dolían los ojos de haber pasado tanto tiempo en la computadora y en el celular. Prendí el televisor para que hubiera un poco de ruido, vi la ventana, ya estaba obscuro y las estrellas podían verse alado de la luna. Cerré los ojos por unos segundos cuando escuché la puerta del cuarto. No abriría, por supuesto que no. Pero los toquidos no cesaban. Me pare y abrí sin ganas.
- Teniente.- dije al verlo.- Son casi las 11 de la noche. ¿Qué hace aquí?
- Vengo solo de visita.
- ¿Visita?
- Bueno, en realidad, vengo solo a decir algo.- lo miré esperando a que hablará.- Mañana el soldado Kim y yo iremos a la base naval de Hwaseong para una inspección de rutina por parte de la Armada. Debe estar lista a las 7 en punto de la mañana en el vestíbulo.
- ¿Qué? Pero yo no voy a hacer ninguna inspección de rutina Teniente.
- He hablado con el soldado Kim y dice que tiene un interés peculiar en nuestro país. Lo cual me hace crear especulaciones.
- ¿Esta diciendo que quiere que vaya para vigilarme?
- Solo hago mi trabajo licenciada.
- Lo puede hacer cuando llegue de Hwaseong. Que usted sufra no significa que yo tenga que sufrir.
- La veo mañana.- ignoró mis últimas palabras y solo dio media vuelta.
- Teniente. - le grite por el vestíbulo y solo hizo una señal con su mano de despedida. ¿Acaso me estaba tomando el pelo?
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Breathin'- Donghae
Hayran KurguFernanda Villanueva Terán licenciada del ejercito mexicano viaja a Corea del Sur para la firma de una negociación de armamento. Con el transcurso del tiempo se enamora del Teniente Lee Donghae quien conoce desde el primer día y con él cuál tiene un...