„ʇsǝʇɐǝɹƃ ǝɥʇ ǝɹ,ǝʍ ʇnq„
Roma ama el arte.
Roma ama la musica.
„ǝɹʌno˥ ǝɥ⊥ uı sn ƃuɐɥ ןן,ʎǝɥ⊥„
Roma tiene nombre de ciudad llena de arte, y ella lo sabe.
Roma vivió en EEUU durante tres largos años, donde estudió arte y siguió componiendo. Ahora vue...
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Después de haber hablado un rato en la cocina, habernos besado unas cuantas veces y haber rememorado la noche en la que Rayan y yo nos conocimos en la cocina y después en la habitación; nos encontrábamos tumbados en la cama comiendo helado de chocolate medio derretido hablando de cosas triviales que solo a nosotros se nos podía ocurrir.
-¿Entonces has metido el helado en el congelador después de lo de la cocina?- le pregunté a Rayan comiendo helado apoyada en su pecho.
-Básicamente- contestó.
-¿cómo?- pregunté- a penas te ha dado tiempo entre beso y beso a moverte- dije con el ceño fruncido.
-Lo he guardado cuando te has bajado de la encimera y caminado a la puerta de la cocina para quitarte el vestido ahí mismo- contesta comiendo helado.
-¿y lo has hecho mirándome?- pregunto.
Rayan se da cuenta de que no queda helado y me quita la cuchara para ponerlo dentro del recipiente vacío junto a la suya y poner la caja encime de la mesilla de noche.
-Sip, aunque después me he dejado el congelador un poco abierto, si se me han descongelado los helados y después no valen te echaré a ti la culpa- puso sus manos en mis costillas y las acarició haciéndome cosquillas.
-¡Para!- reí y cogí sus manos.- Veamos- puse sus manos delante de mí para comparar las mías con las suyas.
-¿Qué intentas? Mis manos son más grandes- le miré mal.
-Vaya- dije sarcástica- no me digas, no me había dado cuenta.- volví a mirar sus manos.
Son grandes y perfectas.
-Bien- cogí su mano- Dime tu secreto- sentí la vibración del pecho de Rayan cuando se rio.
-¿Qué secreto?
-El secreto de por qué no estás casado- enseguida me hice la ofendida- ¡porque no estás casado!- exclamé- ¿Verdad?- me senté y le miré a la cara, Rayan rio.
-No, tranquila- volví a apoyarme en él.
-Entonces no lo entiendo- volví a sujetarle la mano, él suspiró- ¿Qué ocurre?
-Tú me contaste lo de Castiel- me levanté de encima suyo sujetando la sábana que tenía encima y me giré para tenerlo al frente, él cogió la misma sábana y se tapó- Así que yo te contaré lo de Chloe.
-¿Chloe?- pregunté extrañada.
-Mi ex mujer- contestó. Me quedé perpleja- no puedes decir nada hasta que acabe- asentí- Bien, ¿Por dónde empiezo? Sí- pensó un poco y empezó su relato.-Chloe murió hace siete años en un tiroteo en un supermercado, hace un tiempo todavía tenía su foto de fondo de bloqueo en el móvil.
"Chloe era mi mejor amiga desde el instituto, entonces empezamos una relación, las relaciones que se empiezan siendo mejores amigos no acaban muy bien, pero a nosotros nos iba relativamente bien. Nos casamos a los veintitrés, aunque discutíamos mucho y nuestra relación siempre se ponía en duda, ahí cambió nuestra relación de mejores amigos, estábamos juntos por hábito y no por amor. Realmente deseaba encontrarme con otra persona y enamorarme de ella después de la muerte de Chloe, pero todas las mujeres me parecían muy similares a ella, hasta que apareciste tu- me miró- Tu no me recordabas a ella en lo absoluto, una de las razones por las que entré a aquel baño contigo, pero no me esperé que fueras mi alumna- él sonrió y yo reí- Me alegro de haber compartido esto al igual que tu lo hiciste con lo de Castiel"
Me acerqué a él y le abracé.
-Yo también me alegro de que confíes en mí- contesté finalmente.
-¿No vas a decir nada?- cuestionó Rayan.
-¿Cómo qué?- pregunté.
-No sé, Roma pregunta mucho y es raro verla callada.- dijo.
-Si, pero Roma se identifica con las personas y sabe cuándo es y cuando no es el momento adecuado para hacer preguntas, además, Rayan le ha dejado claro a Roma que la quiere y Roma también quiere a Rayan.- él sonrió.
- Entonces Rayan se alegra de que Roma tenga personalidad y sentimientos y quiera a Rayan- se acercó a mí y me besó.
Unas horas después fui a recoger mi vestido del suelo de la cocina y volví a la habitación de Rayan para verlo descansar tranquilamente. Sonreí y me acerqué para darle un beso en la mejilla.
-¿Dónde te vas?- preguntó abriendo los ojos y viéndome vestida.
- A mi habitación de la universidad- contesté alejándome de él, pero me paró cogiéndome de la muñeca.
-¿Por qué?- preguntó- Quédate- suplicó- Es domingo, quédate.
-A ver, por mí no habría problema- expliqué- pero mi profesor de historia me ha mandado un trabajo para mañana que no he empezado, y no quiero causarle una mala impresión- dije hablando de Rayan.- Por si no lo sabías estoy intentando ligarme a mi profesor, es muy guapo- Rayan me atrajo más hacía su anatomía y acabé encima de él.
-Debería ir y partirle la cara a tu profesor- dijo sabiendo que desde un principio yo estaba hablando de él- Nadie te puede parecer más guapo que yo, estoy celoso de tu profesor, seguro es muy guapo y encantador.- reí.
-Si, es muy guapo, aunque no tanto como tu- dije- Pero mi profesor es despiadado y quiere un ensayo del último tema dado- me quejé- Y no me enteré mucho- hice un puchero- Debería ser ilegal que fue tan guapo, distrae a los alumnos con su hermosura.
-Si sigues hablando de tu profesor no te dejaré ir a clase- me regañó a broma. Entonces comenzó a acariciarme el brazo- si te quedas puedo decir mañana en clase que os doy un poco más de tiempo, hasta el viernes.
-No voy a abusar de tu poder- dije intentando levantarme del regazo de Rayan, pero él me lo impidió.
-No abusas de mi poder, solo le estoy haciendo un favor a la clase, y también a mí mismo reteniéndote aquí.- dijo acariciando mi brazo.
-Está bien- dije finalmente- me quedaré- Rayan sonrió.
-Perfecto- dijo- Ahora quítate el vestido y métete dentro de la cama- ordenó.
-¿Me lo estás ordenando?- reí.
-Si- dijo serio- Cómo tu profesor te lo ordeno, debes hacerme caso.
-Claro, profesor- reí levantándome de encima de él y quitándome los tacones y el vestido para meterme en la cama con él.
Rayan se abrazó a mi cintura y yo escondí mi cara en su cuello.
